
Una tarde al regresar de la escuela, llegue a casa y la encontré en completa soledad, eso me extraño demasiado, mi mamá era de las personas a las que les gustaba recibir a su familia a la hora que llegaban a casa, para servirles de comer y saber que les sucedió en el día, me cambie de ropa y abrí la puerta para ir a buscarla a casa de una vecina, cuando ella entro. Traía los ojos llorosos y su cara reflejaba una profunda tristeza, por mi cuerpo recorrió una extraña sensación, de esas que se apoderan de uno cuando percibes por alguna situación que las cosas no andan bien, aunque nadie te diga nada, sentía mi piel fría y en mi estomago estaba un vacío que minutos antes no sentí. Era obvio que algo estaba ocurriendo, jamás antes había visto a mi mamá llorando o con indicios de lágrimas en su rostro, tenia que ser algo demasiado fuerte lo que se estaba presentando para que ella se dejara ver así.
- Que te pasa mamá ¿Por qué lloras?- Le pregunte sin ni siquiera esperar a que terminara de entrar.
- Nada, no me pasa nada.-Contesto queriéndose hacer la fuerte como siempre, pero esta vez no se lo creí
- Como que nada, si te estoy viendo que estuviste llorando.
- Nada mi amor- Y me abrazo tan fuerte que me estremecí, un miedo y una alegría se mezclaron en mí. Mamá siempre tuvo una manera muy particular de hacernos saber y sentir que nos amaba, a su manera pero lo demostraba, aunque no era la típica mamá de los abrazos, besos y arrumacos, era ella seca, dura, pero siempre una madre sin igual.
De pronto, me separo de mí y me pidió que subiéramos a su cuarto, entramos a su recamara, se sentó en una silla y yo a orillas de la cama.
- Necesito decirte algo y quiero que estés tranquila.- Me pidió con voz suave
Nunca he entendido porque la gente dice eso, como te dicen con cara de serios que te van a decir algo y te piden que estés tranquila ante la incertidumbre.
- Dime que pasa, me estas asustando.
- No te asustes. En la mañana fue a consulta al hospital, me tocaba el examen del papanicolao.
- Aja y que paso, que te dijeron-Pregunte con ansias.
- Pues mmm… me detectaron cáncer Cervico uterino-Al terminar de pronunciar esas palabras comenzó a llorar.
No supe que decirle, había escuchado muchas veces hablar del cáncer pero jamás creí que sucediera en mi casa (como todos solemos creer) no sabia como actuar y la verdad no me impresiono el escuchar esa noticia porque no captaba la magnitud del problema, no se que me ocurrió, pero en mi mente pasaba la idea de que eso se le quitaría con unos cuantos medicamentos. La abrace y su llanto cayo sobre mi hombro, al sentir la humedad de su rostro, no soporte mas y me puse a llorar con ella.
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