miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cuando nos separamos...


Cuando nos separamos...
Cuando nos separamos

en silencio y con lágrimas,

con el corazón medio roto,

para apartarnos por años,

tu mejilla se tornó pálida y fría

y tu beso aún más frío...


Aquella hora predijo

en verdad todo este dolor.

El rocío de la mañana resbaló frío por mi frente

y fue como un anuncio de lo que ahora siento.

Tus juramentos se han roto

y tu fama ya es muy frágil;

cuando escucho tu nombre

comparto su vergüenza.


Cuando te nombran delante de mí,

un toque lúgubre llega a mi oídoy un estremecimiento me sacude.

¿Por qué te quise tanto?

Aquellos que te conocen bien no saben que te conocí:

Por mucho, mucho tiempo

habré de arrepentirme de ti tan hondamente,

que no puedo expresarlo.


En secreto nos encontramos,

y en silencio me lamento

de que tu corazón pueda olvidar

y tu espíritu engañarme.

Si llegara a encontrarte tras largos años,

¿cómo habría de saludarte?

¡Con silencio y con lágrimas!

Byron

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