
¿Bueno?- Conteste mi teléfono celular, estando en el comedor de mi trabajo, acababa de salir a comer, ya que había tenido una mañana algo pesadita por ser días de quincena, como todos saben, la mayoría de los establecimientos se abarrotaban de gente y un centro comercial con mayor razón.
- ¡Oye, acaba de estallar la bomba!- Me decía la voz del otro lado del auricular.
- ¿Zoe, eres tú?- pregunte al no reconocer el numero de teléfono que aparecía en la pantalla, pero tratando de reconocer un poco la voz.
- Si mensa, soy yo.
- ¿Qué paso? ¿A que te refieres con que acaba de estallar la bomba?
- ¡Ya saben todos que tú y Andrés tienen una relación!
- ¿Queeeee? ¿Estas jugando verdad?- No podía ser posible que en menos de medio día que había transcurrido aún, se hubieran enterado de la relación que Andy y yo llevábamos a escondidas.
- No, no estoy jugando, te lo estoy diciendo muy en serio. Acaba de venir Laura, llorando, le dijo a mi mamá que, su suegra, le había llamado por teléfono muy temprano y que le platico que anoche cuando Andrés regreso a casa de sus papás, iba muy tomado y que comenzó a decir cosas medias raras…
- ¿Qué cosas? ¿Qué dijo?- Le preguntaba con impaciencia a mi hermana, al mismo tiempo que me levantaba de la mesa en la que estaba y me alejaba a algún rincón del lugar, donde nadie pudiera escucharme.
- Pues le confeso a su mamá, que se había separado de Laura por que estaba enamorado de ti, les contó que poco a poco se enamoro y que tu le correspondes, que se va a divorciar, para casarse contigo.
- ¿Pero como paso? ¿Qué hizo mi mamá?
- Pues mi mamá esta muy desconcertada, aún no lo puede creer, me pregunto que si yo sabía algo de eso, pero obvio que le dije que no y que se me hacia un vil chisme para calumniarte, que ella te conocía y sabia que tu ni tiempo tenias de tener novio, que te la vivías siempre en el trabajo.
-Aja y ¿Ella te creyó? ¿Que dice Laura?- Yo no paraba de hacer preguntas, necesitaba saber como había ocurrido todo para tratar de pensar en alguna solución rápida. Aunque la verdad no creí poder hacerlo, a pesar de estar conciente que esas cosas alguna vez se descubren, pues todo lo que sube tiene que bajar, lo veía muy lejano a mi realidad y no me tome jamás el tiempo de preparar mi “ Salida de emergencia”.
- Mamá trato de tranquilizar a Laura y decirle que estaba equivocada, pero aquella no entiende de palabras, te odia y quiere matarte, estuvo a punto de irte a buscar al trabajo, pero creo que en el fondo aún tiene algunas dudas que la hicieron contener su impulso. Ahora cuando llegues, te van a estar esperando Blanca, Laura y mi mamá, las tres quieren encararte y someterte a un interrogatorio, para que digas la verdad y se termine todo esta telaraña de mentiras que se esta tejiendo en torno a ustedes dos. Así que piensa bien que vas a hacer y que vas a decir, yo por eso te estoy avisando, para que estés alerta y tengas tiempo suficiente para tratar de salir bien librada de esta.
Pase el resto de mi jornada en automático, como un zombie que no sabe el porque hace las cosas, que actúa mecánicamente, por impulso, por rutina.
Al terminar mi turno, me quede fuera de mi trabajo, sentada platicando con mis amigas de confianza lo que me estaba sucediendo, pidiendo sus consejos, ellas no tardaron en hacer su lluvia de ideas, una me decía que dijera la verdad para que pudiera estar tranquila con mi conciencia, otra, que mintiera, al fin que a lo largo de todo ese tiempo, ya me había hecho una master en mentiras, y no me costaba ningún esfuerzo programar mi cerebro para crear una película de ciencia ficción en menos de cinco minutos, otra más me dijo que hiciera lo que mi corazón me dictara, pero mi corazón estaba demasiado ocupado latiendo a mil por hora con tanta presión que no tenia tiempo de detenerse a emitir algún sentimiento.
No se porque extraña razón pedimos consejos a las demás personas y cuando ya escuchamos todo lo que tenían que decirnos, hacemos caso omiso a todo eso y terminamos haciendo lo que se nos pega la regalada gana. Contrario a lo que todas ellas me dijeron y a como hubiera actuado en otras ocasiones donde siempre me jactaba de mantenerme de pie y afrontar las consecuencias, me paralizo el miedo y lo único que vino a mi mente fue la salida más fácil, mi “PLAN DE CONTIGENCIA”…No regresar jamás casa.
- ¡Oye, acaba de estallar la bomba!- Me decía la voz del otro lado del auricular.
- ¿Zoe, eres tú?- pregunte al no reconocer el numero de teléfono que aparecía en la pantalla, pero tratando de reconocer un poco la voz.
- Si mensa, soy yo.
- ¿Qué paso? ¿A que te refieres con que acaba de estallar la bomba?
- ¡Ya saben todos que tú y Andrés tienen una relación!
- ¿Queeeee? ¿Estas jugando verdad?- No podía ser posible que en menos de medio día que había transcurrido aún, se hubieran enterado de la relación que Andy y yo llevábamos a escondidas.
- No, no estoy jugando, te lo estoy diciendo muy en serio. Acaba de venir Laura, llorando, le dijo a mi mamá que, su suegra, le había llamado por teléfono muy temprano y que le platico que anoche cuando Andrés regreso a casa de sus papás, iba muy tomado y que comenzó a decir cosas medias raras…
- ¿Qué cosas? ¿Qué dijo?- Le preguntaba con impaciencia a mi hermana, al mismo tiempo que me levantaba de la mesa en la que estaba y me alejaba a algún rincón del lugar, donde nadie pudiera escucharme.
- Pues le confeso a su mamá, que se había separado de Laura por que estaba enamorado de ti, les contó que poco a poco se enamoro y que tu le correspondes, que se va a divorciar, para casarse contigo.
- ¿Pero como paso? ¿Qué hizo mi mamá?
- Pues mi mamá esta muy desconcertada, aún no lo puede creer, me pregunto que si yo sabía algo de eso, pero obvio que le dije que no y que se me hacia un vil chisme para calumniarte, que ella te conocía y sabia que tu ni tiempo tenias de tener novio, que te la vivías siempre en el trabajo.
-Aja y ¿Ella te creyó? ¿Que dice Laura?- Yo no paraba de hacer preguntas, necesitaba saber como había ocurrido todo para tratar de pensar en alguna solución rápida. Aunque la verdad no creí poder hacerlo, a pesar de estar conciente que esas cosas alguna vez se descubren, pues todo lo que sube tiene que bajar, lo veía muy lejano a mi realidad y no me tome jamás el tiempo de preparar mi “ Salida de emergencia”.
- Mamá trato de tranquilizar a Laura y decirle que estaba equivocada, pero aquella no entiende de palabras, te odia y quiere matarte, estuvo a punto de irte a buscar al trabajo, pero creo que en el fondo aún tiene algunas dudas que la hicieron contener su impulso. Ahora cuando llegues, te van a estar esperando Blanca, Laura y mi mamá, las tres quieren encararte y someterte a un interrogatorio, para que digas la verdad y se termine todo esta telaraña de mentiras que se esta tejiendo en torno a ustedes dos. Así que piensa bien que vas a hacer y que vas a decir, yo por eso te estoy avisando, para que estés alerta y tengas tiempo suficiente para tratar de salir bien librada de esta.
Pase el resto de mi jornada en automático, como un zombie que no sabe el porque hace las cosas, que actúa mecánicamente, por impulso, por rutina.
Al terminar mi turno, me quede fuera de mi trabajo, sentada platicando con mis amigas de confianza lo que me estaba sucediendo, pidiendo sus consejos, ellas no tardaron en hacer su lluvia de ideas, una me decía que dijera la verdad para que pudiera estar tranquila con mi conciencia, otra, que mintiera, al fin que a lo largo de todo ese tiempo, ya me había hecho una master en mentiras, y no me costaba ningún esfuerzo programar mi cerebro para crear una película de ciencia ficción en menos de cinco minutos, otra más me dijo que hiciera lo que mi corazón me dictara, pero mi corazón estaba demasiado ocupado latiendo a mil por hora con tanta presión que no tenia tiempo de detenerse a emitir algún sentimiento.
No se porque extraña razón pedimos consejos a las demás personas y cuando ya escuchamos todo lo que tenían que decirnos, hacemos caso omiso a todo eso y terminamos haciendo lo que se nos pega la regalada gana. Contrario a lo que todas ellas me dijeron y a como hubiera actuado en otras ocasiones donde siempre me jactaba de mantenerme de pie y afrontar las consecuencias, me paralizo el miedo y lo único que vino a mi mente fue la salida más fácil, mi “PLAN DE CONTIGENCIA”…No regresar jamás casa.

