
Los días comenzaron a transcurrir sin novedad, idas y venidas del trabajo, encuentros a escondidas con Andy, mi entorno familiar tranquilo y la salud de mi mamá estable.
Un día, me solicitaron en el trabajo quedarme hasta tarde por que se iba a realizar un inventario, de existencia de material y requerían mi apoyo, a lo cual no pude negarme, sin más, llame a mi casa para que no se preocuparan por mi retardo.
Salí a las 11 de la noche, llegue a mi casa y no encontré a nadie, supuse que mamá y Zoe pudieran estar en casa de alguna amistad, así que me dispuse a dormir dominada por el cansancio.
Alrededor de las 03:00 de la mañana, me desperté por los movimientos de una mano que me agitaba bruscamente, a la vez que pronunciaba mi nombre en voz baja pero insistentemente.
- ¿Qué sucede? ¿Qué te pasa estas loca?- Le pregunte a Zoe, que era la culpable de arrancarme de los brazos de mi amado “Morfeo”.
- ¡Ni te imaginas lo que acaba de pasar!- Me contesto con cierto aire de sorpresa y nerviosismo en su voz.
- No pues como me lo voy a imaginar, porque por si no lo notaste, estaba profundamente dormida.-Lo irónico de mi comentario, la hizo esbozar una leve sonrisa.
- Estábamos mamá y yo en casa de tu “socia”-Obviamente se refería a Laura con cierto grado de burla hacia mí, común entre nosotras y sin mala intención, a lo cual no pude evitar reírme.
- Aja y que paso.
- Cuando de pronto, entro corriendo Blanca y nos dijo: -Rápido salgan, allá afuera esta Andrés, se esta acercando con un mariachi y viene sumamente ebrio.
- ¿Queeeee? ¿Me estas diciendo que Andrés, le trajo serenata a Laura?- Comencé a sentir como mi sangre hervía por dentro y algo caliente me invadía por completo.
- Pues eso pensábamos, como te imaginaras no pudimos contenernos y salimos a verlo, nos acercamos a el, cuando de pronto un amigo se le acerco y lo detuvo para que no siguiera avanzando, hablo algo con los músicos y aquellos se retiraron, menos Andy, el se sentó en la acera y al verme, me dijo: Dile a tu hermana que la amo, que es el amor de mi vida y que ya no pude llegar a llevarle serenata.
- ¡No inventes! ¿Todos lo escucharon?- Mis piernas temblaban y comencé a sudar frío, presintiendo que algo malo se aproximaba.
- ¡No!, para tu buena suerte, Blanca, Laura y mi mamá estaban secreteándose algo cuando el me dijo eso, solo lo escuchamos su amigo y yo.
Cuando ella pronuncio esas palabras, sentí que mi alma regresaba al cuerpo.
- Debes estar alerta, porque esto puede traer algún problema, me imagino que mi mamá mañana te va a comentar sobre lo que ocurrió, trata de no delatarte y de parecer sorprendida.
Sin más, las dos nos acostamos, tratando de dejar el tema por la paz y conciliar el sueño, lo cual fue imposible para mi, los nervios por el relato de mi hermana no me dejaban cerrar los ojos, me quede recostada, mirando las estrellas, hasta que el peso de la noche logro vencerme.
Al otro día me levante muy temprano, me aliste para ir a trabajar y como los ratones que salen de su guarida a buscar algo que comer, sin que se de cuenta el gato, haciendo el menor ruido que pudiera despertar a mí mamá…Salí de la casa.
Un día, me solicitaron en el trabajo quedarme hasta tarde por que se iba a realizar un inventario, de existencia de material y requerían mi apoyo, a lo cual no pude negarme, sin más, llame a mi casa para que no se preocuparan por mi retardo.
Salí a las 11 de la noche, llegue a mi casa y no encontré a nadie, supuse que mamá y Zoe pudieran estar en casa de alguna amistad, así que me dispuse a dormir dominada por el cansancio.
Alrededor de las 03:00 de la mañana, me desperté por los movimientos de una mano que me agitaba bruscamente, a la vez que pronunciaba mi nombre en voz baja pero insistentemente.
- ¿Qué sucede? ¿Qué te pasa estas loca?- Le pregunte a Zoe, que era la culpable de arrancarme de los brazos de mi amado “Morfeo”.
- ¡Ni te imaginas lo que acaba de pasar!- Me contesto con cierto aire de sorpresa y nerviosismo en su voz.
- No pues como me lo voy a imaginar, porque por si no lo notaste, estaba profundamente dormida.-Lo irónico de mi comentario, la hizo esbozar una leve sonrisa.
- Estábamos mamá y yo en casa de tu “socia”-Obviamente se refería a Laura con cierto grado de burla hacia mí, común entre nosotras y sin mala intención, a lo cual no pude evitar reírme.
- Aja y que paso.
- Cuando de pronto, entro corriendo Blanca y nos dijo: -Rápido salgan, allá afuera esta Andrés, se esta acercando con un mariachi y viene sumamente ebrio.
- ¿Queeeee? ¿Me estas diciendo que Andrés, le trajo serenata a Laura?- Comencé a sentir como mi sangre hervía por dentro y algo caliente me invadía por completo.
- Pues eso pensábamos, como te imaginaras no pudimos contenernos y salimos a verlo, nos acercamos a el, cuando de pronto un amigo se le acerco y lo detuvo para que no siguiera avanzando, hablo algo con los músicos y aquellos se retiraron, menos Andy, el se sentó en la acera y al verme, me dijo: Dile a tu hermana que la amo, que es el amor de mi vida y que ya no pude llegar a llevarle serenata.
- ¡No inventes! ¿Todos lo escucharon?- Mis piernas temblaban y comencé a sudar frío, presintiendo que algo malo se aproximaba.
- ¡No!, para tu buena suerte, Blanca, Laura y mi mamá estaban secreteándose algo cuando el me dijo eso, solo lo escuchamos su amigo y yo.
Cuando ella pronuncio esas palabras, sentí que mi alma regresaba al cuerpo.
- Debes estar alerta, porque esto puede traer algún problema, me imagino que mi mamá mañana te va a comentar sobre lo que ocurrió, trata de no delatarte y de parecer sorprendida.
Sin más, las dos nos acostamos, tratando de dejar el tema por la paz y conciliar el sueño, lo cual fue imposible para mi, los nervios por el relato de mi hermana no me dejaban cerrar los ojos, me quede recostada, mirando las estrellas, hasta que el peso de la noche logro vencerme.
Al otro día me levante muy temprano, me aliste para ir a trabajar y como los ratones que salen de su guarida a buscar algo que comer, sin que se de cuenta el gato, haciendo el menor ruido que pudiera despertar a mí mamá…Salí de la casa.
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