jueves, 17 de marzo de 2011

Entre el bien y el mal


Mi corazón palpitaba rápidamente, dentro de mi se encontraban una mezcla de alegría y miedo a lo que se aproximaba, estaba conciente de los eventos que ocurrirían pero estaba decidida a afrontarlos y luchar por el amor que nos teníamos.



Andrés se fue a vivir a casa de sus papás, nos comenzamos a ver con mucha más frecuencia por que el ya no tenia que preocuparse por llegar a casa con su esposa y no levantar sospechas con sus constantes horas de “trabajo extra” que no le permitían estar mucho tiempo en su casa.

Laura y Blanca, ahora iban con mayor regularidad a mi casa, todas las tardes al regresar del trabajo, las encontraba hablando pestes de Andrés, diciendo que tenia una amante y que había dejado su casa por irse a revolcar con aquella mujerzuela, que solo se dedicaba a destruir hogares.

Mi mamá decía que no lo podía creer, que el no se veía que fuera un mal hombre, que estaba muy sorprendida de la noticia y trataba de darle consejos a su “ahijada” diciéndole que si aún quería a su marido, que luchara por el, que lo buscara y hablaran bien la situación, como personas civilizadas, que tal vez su matrimonio aún tenia arreglo. Pero que ella también aceptará que lo descuido, que si su marido busco a otra mujer fue porque ella también fallo en algo, que una relación es de dos y que ambos debían hablarse con la verdad. Yo algunas veces me sentaba cerca y escuchaba los comentarios, otras veces intervenía en la platica, fingiendo darle la razón a ella y entenderla, pero en el fondo no tenia mas interés que el saber que es lo que iban averiguando con el paso de los días y así como un soldado en época de guerra, mantenerme oculta, sabiendo con certeza la estrategia que utilizaba mi enemigo, esperando en silencio el momento idóneo para atacar y así, ganar la guerra.



De pronto me sentía en una escena de caricatura, donde el personaje principal, tiene sobre sus hombros al angelito y al demonio (uno de cada lado) diciendole que es lo que debia de hacer, hablandole acerca del "BIEN Y EL MAL" desde el punto de vista de cada uno. En el fondo si sentía pena, vergüenza y hasta cierto punto lastima por ella, porque no me gustaría estar pasando lo que ella sufría, porque jamás se porto mal conmigo, porque tenían una familia, por que la conocía y porque mi mamá la quería mucho. Por momentos me doblegaba el sentimiento de compasión y arrepentimiento, me sentía mal conmigo misma, me sentía culpable, me sentía por decirlo de alguna forma”sucia” porque eso no era lo que mis padres me habían enseñado, no me habían ensañado a destruir hogares ni a defraudar la confianza que se me hubiera brindado. Pero…cuando esos sentimientos me embargaban, surgían dentro de mi, otro tipo de preguntas... ¿Que se puede hacer cuando los sentimientos del corazón pesan más que la razón o la conciencia? ¿Por qué resignarme a perder lo único bueno que tenia mi vida? ¿Ella valía más que yo, como para dejarle al amor de mi vida? ¿Por qué debía ella ser feliz y yo no? Al fin y al cabo yo no lo había buscado, yo no había hecho que el se fijara en mi, yo no me cruce en su camino, fue el quien propuso el juego que yo acepte sin pensar en nada más. No me “lavaba las manos", puesto que nadie me había colocado una pistola en la sien, reconocía mi parte de culpa y la aceptaba con todas las consecuencias que esto representaba, ya era una persona adulta, capaz de diferenciar el bien del mal y hacerme responsable de mis actos.

Todos esos cuestionamientos, llenaban mi ser de rebeldía, de ira, de coraje y me impulsaban a seguir a delante en el camino que había tomado, sin mirar hacia atrás y así luchar por lo que era mío…


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