viernes, 9 de septiembre de 2011

Su ultimo suspiro



Un día, no recuerdo cual, por que llegue a perder la cuenta y para mi ya todos transcurrían de la misma manera, el cansancio me venció y me perdí en la profundidad del sueño.




Un sonido extraño me hizo despertar, un poco confusa, me levante de la cama y me dirigí, guiada por el sonido, hasta la habitación de mi madre, el sonido provenía de su nariz y boca, era el resultado de la dificultad para respirar que le había ocasionado la pérdida de sangre y por consiguiente la falla lenta de algunos órganos.




Una tía se encontraba con ella cuando entre a la habitación, pero como un movimiento coordinado, al mismo instante que yo entraba ella salía para darme privacidad.




Me arrodille junto a mi madre, le acaricie lentamente los cabellos y acerque mi oído a su rostro, sentí su vaga respiración y trate de imaginarme lo que sentía en esos momentos, el dolor y la impotencia de no ser ella misma. Me imagine por un segundo que su “yo interno” salía de su cuerpo y se miraba recostada, tratando de hablarme y abrazarme pero sin lograr su cometido.
-Ya no batalles mas mi amor, has sido muy fuerte- Le dije al oído sin dejar de acariciar su cabello.- Quiero que sepas que siempre has sido la mejor madre del mundo y que aunque nunca te lo dije siempre lo sentí, pero mi orgullo y mi soberbia siempre me hacían ir en contra de las reglas y normas que tú me imponías.
-Sé que me escuchas y se también que no puedes hablarme, no te preocupes mamita, yo se que aunque no me lo digas tu también me amas y que si fuiste dura o exigente conmigo es porque no querías que sufriera y querías hacer de mi una mujer de bien, pues lo lograste mami. Gracias, mil veces gracias, por ser la madre que eres. Te amo y eso jamás va a cambiar. Descansa mi amor, tus hijos siempre vamos a estar unidos y mientras uno de los tres tenga…Los otros dos también tendrán. Ves y aguarda en el lugar en donde algún día nos reuniremos. Te amo!




Al igual que brotaban mis palabras, brotaban mis lagrimas mojando las mejillas de mi madre, le di un beso y recosté mi cabeza junto a la suya. Un instante después, mi madre exhalo un sonido muy fuerte, el sonido del que sería…Su ultimo aliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario