miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ese hombre


-Hola, ¿como estas? Yo se que esa pregunta esta de más. Se que estas triste y que a lo mejor no quieras verme, pero me gustaría verte, no dejo de pensar en mi.
Me quede callada, al escuchar su voz mi corazón aunque aun quebrado latia con fuerzas al saber que Andres aún pensaba en mi.
-¿Donde te veo?-Le pregunte sin dudarlo.
-Pado por ti a tu casa, si tu asi me lo permites.
-Aqui nos vemos- Nuestra conversación termino y ambos colgamos.
Minutos mas tarde, un automovil, se detufo frente a mi casa , presurosa avance al auto y sin más me subi y nos fuimos.
No pregunte nada y el como respetando mi dolor, tampoco dijo nada, yo me dedique a fingir que apreciaba el paisaje por la ventana, pero realmente la mirada estaba perdida en un punto X y mi mente se daba vueltas entre la pérdida de mi madre y la presencia del amor de mi vida al lado.
El auto se detuvo, sali y camine unos pasos, me quede mirando el paisaje que se posaba frente a mi, un lago precioso, con una fuente en medio.
Andy salio del auto y abrio la cajuela, de dentro saco unos vasos, un refresco y una pizza.
Se acerco, puso todo sobre el cesped, me tomo de la mano y nos sentamos.
Las palabras comenzaron a salir de su boca, palabras absurdas sobre temas absurdos, me hablo del clima, de su trabajo, de la crisis, de su familia y aunque yo hacia mi mayor esfuerzo por permanecer atenta a sus relatos, la mente me traicionaba y volvia a pensar en ella.
Me imagino que termino por darse cuenta y despues de un rato, tan solo se escuchaba el sonido del agua y el cantar de los grillos que comenzaban a salir al caer lentamente la noche.
Se acerco aún más a mi y me abrazo tiernamente.
En ese momento me senti en paz, tranquila y hasta cierto punto y de una manera extraña Feliz. Por que sabia que a pesar de cualquier cosa, el estaba siempre junto a mi, que gozaba si yo gozaba y que sufría si yo sufría...Ese hombre de verdad me amaba.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Siendo sincera conmigo misma


Debo ser sincera con ustedes y conmigo misma y admitiré queno se ser FIEL.

Desde que tengo uso de razón he sido una infiel empedernida y es algo más fuerte que yo.

Cuando aun no tenia historial amoroso de ningún tipo, veía a la gente en sus relaciones, como mentían y eran infieles y no entendía el porqué de esas cuestiones, siempre fui de la idea que cuando realmente se quiere a otra persona no se tenía porque andar con alguien más, creía fielmente que tus sentimientos le pertenecían solo a una persona y no tenias tiempo, mente o corazón para alguien más. Pero obviamente no tenía ni la menor idea de lo que se trataba “El amor” y eso tomando en cuenta o dando por hecho de que ahora si lo sepa, cosa que aún dudo.

Bien dicen que jamás debes escupir al cielo, porque te termina cayendo en los ojos.
Cuando tuve a mi primer novio, Jorge (Ya les platique de él hace tiempo atrás) sentí cosas que por primera vez conocía y el muy estúpido se fue sin siquiera despedirse, a el atribuyo la idea de bloquear mis sentimientos y no permitir que nadie más me hiciera daño y aunque tal vez no lo reconociera, muy en mi subconsciente lo sabía, no puede engañarse a uno mismo.

A partir de mi segundo novio, comencé a ser otra persona, inicie un juego en donde los sentimientos de las demás personas era el factor principal para jugar y mientras andaba con uno, salía con otros. Parece broma del destino pero cuando una está sola, sin ninguna relación, ni un perro nos ladra, aah pero no te inmiscuyas en una relación porque te comienzan a aparecer los galanes como si fueran cucarachas, te salen hasta de las alcantarillas, es la tentación que te ínsita a poner el cuerno, hasta llegar al punto en que te da igual si andas con un hombre soltero o uno
casado.
No me enorgullece ser así, dicen que uno no debe arrepentirse jamás de las cosas que hace, pero yo si lo hago ahora, se que con mis acciones he lastimado a muchas personas y aunque sé que ellos no me leen, les pido desde el fondo de mi corazón una enorme disculpa, jamás quise jugar con sus sentimientos pero lamentablemente lo hice.
Confieso también que me enamore solo una vez, Andrés fue y será el amor de mi vida, pero lo lastime constantemente y a pesar de que hace poco intente pegar las piezas rotas (Cosa que ya después les contaré) se fue de mi vida. Tanto va el cántaro al agua que termina por romperse.
Hoy por hoy tengo una relación con Fer, un niño super lindo y tierno que se que me adora porque me lo demuestra todos los días, pero saben que?... No lo amo. Lo quiero mucho pero por más esfuerzos que hago no puedo amarlo, pero aunque siempre me he considerado muy valiente ahora soy cobarde, no tengo el valor de decirle lo que realmente siento por el.

Para poder iniciar una rehabilitación el primer paso es RECONOCERLO Y ACEPTARLO, Yo lo acepto y lo reconozco; ¿Pero qué sucede cuando a pesar de dar el primer paso... el problema continua??

Me había quedado sola


Aquella mañana, me desperté muy temprano o quizás no logré dormir, busque en mi armario algo que me cubriera del frío y tomé una sudadera que irónicamente mi madre me había regalado y que ese día estrenaría por primera vez…

Llegamos al lugar donde aguardaba su cuerpo inerte, frio. Nos informaron que debías esperar, porque se iba a llevar a cabo la cremación, tal y como ella lo había querido.
Mientras el tiempo transcurría, yo seguía con la mente en blanco, mi corazón estaba quebrado y sufriendo pero trataba de aparentar que podría soportarlo, pero mi mente no lograba asimilar la magnitud de lo sucedido. Es curioso, como ha pesar de los golpes de la vida y las cosas que vemos todos los días, jamás estamos preparados para la partida de un ser querido.

Transcurrido el tiempo necesario, me dieron la urna con las cenizas de mi madre. Nos dirigimos a lo que sería el lugar de reposo de aquella persona que me diera la vida y que fuera guía y luz de mi vida, nuestra casa. La poca gente que nos acompaño, poco a poco se empezó a ir, quedando finalmente mis hermanos y yo. La casa se sentía vacía, yo me senté en la sala y sin darme cuenta me sumergí en un pensamiento de tristeza y soledad, tocaron la puerta, recibí a una amiga que había ido a darme el pésame y como ya era algo tarde, me ofrecí a acompañarla a su casa, tome mis llaves y grite: “Ahorita regreso mami”….
En ese instante entendí que me había quedado sola…Mi madre estaba muerta.