jueves, 29 de octubre de 2009

DIME



Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,
dónde puedo dormir sin recordarte
y dónde recordar sin que me duela.


Dime por favor dónde pueda caminar
sin ver tus huellas,
dónde puedo correr sin recordarte
y dónde descansar con mi tristeza.


Dime por favor cuál es el cielo
que no tiene el calor de tu mirada
y cuál es el sol que tiene luz tan sólo
y no la sensación de que me llamas.


Dime por favor cuál es el rincón
en el que no dejaste tu presencia.
Dime por favor cual es el hueco de mi almohada
que no tiene escondidos tus recuerdos.


Dime por favor cuál es la noche
en que no vendrás para velar mis sueños,
Que no puedo vivir porque te extraño
y no puedo morir porque te quiero.

Jorge Luis Borges

miércoles, 28 de octubre de 2009

Me converti en la loca


Lo que un día sueñas y crees que es una pesadilla, se logra convertir en realidad y es cuando te das cuenta que la imaginación y la realidad son una línea muy delgada que en ciertas circunstancias de la vida, se unen.
Elio, “El flamante novio” de mi mamá, con el paso del tiempo se iba quedando a dormir en mi casa, lo cual cada vez que ocurría suscitaba peleas a muerte entre mi mamá y yo. Lo inevitable se hizo presente: El se quedo a vivir en casa. Un día al despertarme, me encontré con todas sus cosas en la sala (Cosas que no eran casi nada: ropa, zapatos, gorras y pendejaditas de ese estilo, porque cabe mencionar que el “tipejo” no tenia ni en que caerse muerto) al enterarme de ese trágico suceso, estuve a punto de irme de la casa, pero no pude, no tenia los 18 años aun y mi mamá me amenazo con que si me iba, me iría a buscar a donde me encontrara y seria peor y como ya se los había comentado antes, debo reconocer que aunque siempre fui rebelde, en el fondo si le tenia un pánico terrible a mi mamá. Ella jamás decía las cosas a la ligera y lo que prometía siempre lo cumplía. Así que con todo mi dolor, me quede en casa.
Sin temor a equivocarme, esos días fueron los peores de mi vida (hasta ese momento) la situación en casa se hacia demasiado pesada, Irving pocas veces iba y cuando se entero de la situación, aunque no le pareció del todo la noticia, no hizo mas que decir que si el tipo no se metía con el, el no tenia problema alguno y Zoe era de la opinión que a lo mejor el era una buena persona pero que había que darle una oportunidad, eso me molestaba infinitamente, no podía soportar no tener ningún aliado y mucho menos que se atrevieran a querer darle un cariño que no se merecía.
Ocurrieron sucesos que poco a poco fueron alimentando mas mi coraje, algunos días cuando yo regresaba de la prepa, el tipo le decía a mi mamá que hablara conmigo, que no era posible que si yo salía a una hora determinada de la escuela, llegaba a casa mas tarde (aunque fueran 15 min.) o que porque la falda de mi uniforme estaba tan corta, algunas otras veces por las tardes mis amigos iban a verme a la casa y cuando mi mamá veía que se acercaba la hora en que el imbécil este regresara a casa, salía y corría a mis amigos y a mi me decía que me metiera porque no tardaba en llegar Elio y no quería tener problemas con el por mi culpa y cosas que tal vez ahora parezcan pequeñas e insignificantes, pero que cuando eres adolescente y alguien no te cae, las ves del tamaño del universo. Me molestaba el hecho de que mi mamá jamás hubiera actuado así antes, pero que ahora se dejara manipular por un hombre, me enojaba que con nosotras se hiciera la mujer fuerte y de carácter, y que con el fuera una cosa insignificante, me enojaba tener que actuar de tal o cual manera por un tipo que no era ni de mi familia, si ni a mi papá le hacia caso, a este imbécil porque si tenia que hacérselo. Fue la etapa mas rebelde de mi adolescencia, me volví más grosera, vengativa, rencorosa, soberbia y prepotente de lo que antes pude haber sido y en lugar de unirme a mi mamá, cada vez me alejaba más.
Llego el momento en el que el tipo ya no soporto más mis groserías y una noche empaco sus cosas y salio de la casa, mamá al verlo marcharse, salio corriendo tras el y le quiso impedir el que se fuera pero el no dio marcha atrás y siguió avanzando, solo se volteo, la miro y le dijo:
-Tu hija esta muy mal, esta loca y mientras ella siga aquí yo no voy a regresar contigo.
Ella al escuchar sus palabras le pidió que no se fuera, que la esperara unos minutos en la parada del autobús. Regreso corriendo a casa y me tomo del brazo con fuerza, sus ojos parecían dos bolas de fuego que de haber podido me hubieran atravesado para dejarme ciega, con una voz fuerte pero a la vez cortada por las lágrimas, me dijo:
-Elio se va a ir por tu culpa, porque eres una grosera, ya me tienes harta- No pudo terminar la oración por que el llanto le consumió la voz.
-¿Que te pasa? ¿Estas loca?- Le conteste a gritos.
Al escuchar eso, soltó su brazo con el que me tenía sujetada y sin darme cuenta, me soltó una bofetada. La mejilla me ardía en exceso pero no se si por la cachetada que acababa de recibir de mi mamá o por la impotencia de querer regresársela con todas mis ganas y no poder hacerlo.
-¡¡ Vas a ir ahorita mismo a donde esta el y quiero que le pidas una disculpa!! No me importa si te tienes que hincar a sus pies, para lograr que no se vaya, pero escúchame bien, si el se va tu te vas también de la casa.
No pude contestarle, comencé a llorar del coraje tan grande y de la decepción que me causaban sus palabras.
Nuevamente me tomo del brazo y sujetándome con demasiada fuerza, me llevo con ella hacia la parada del autobús donde lo había dejado.
El, para mi desgracia seguía ahí, parado con una cara de estúpido que le iba muy bien.
Nos acercamos y mi mamá me soltó, casi empujándome al piso
-¡Ahora dile lo que tenias que decirle!!- Me ordeno.
-Yo no tengo que decirle nada, si se quiere largar que se largue, ya era hora que de una buena vez nos dejara en paz- Le conteste de una manera tan grosera, que la gente que pasaba cerca, se volteaba para ver que es lo que ocurría.
-Mira niñita, ya me canse de ti y te digo de una buena vez, te vas a largar de la casa, te voy a mandar con tu padre, a ver si con ese borracho vas a ser feliz, lo único que vas a conseguir ahí es salir panzona, porque no vas a tener rienda, pero eso es lo que quieres ¿no? Pues lo vas a tener.
Yo sabía que lo que ella decía era cierto, digo no todo, eso del embarazo no era mi idea de “estar sin riendas”, siempre supe que con mi papá jamás tendría futuro como el tampoco lo tenia. Así que tragándome mi orgullo y mirándolo a el, le dije:
- Mira, “te voy a decir que te quedes en la casa, que vivas ahí y que seas muy feliz con mi mamá”, pero pon atención, esto que acabas de escuchar salir de mis labios, no lo volverás a escuchar y solo te lo estoy diciendo porque tu mismo acabas de oír lo que mi mamá me dijo, de que manera me amenazo para que yo te dijera esto, pues bien, has ganado esta pelea…Pero no la guerra.
- Tu hija esta loca, ves lo que te decía. Solo regresare a la casa si me prometes que la vas a llevar con un psicólogo y si es necesario la internes en un hospital psiquiátrico, ella no es normal pero tu no lo ves porque el amor de madre te engaña.- Contesto el, mirando a mi mamá.
Ella solo se quedo mirándolo en silencio y sin esperar a ver cual era el desenlace de esa escena, me di la media vuelta y me regrese a casa llorando, meditando sobre algún plan que me hiciera ganar la guerra.

martes, 27 de octubre de 2009

Con lagrimas en los ojos...


El ser humano por naturaleza tiende a defender lo que considera suyo, de la forma que para cada quien sea la mas conveniente, los animales por ejemplo muerden o arañan a otro animal de su misma especie o totalmente diferente, para conseguir sus alimentos o para conservar a su hembra, las personas se supone usamos el razonamiento que nos fue dado, para luchar por lo que queremos pero gran parte del tiempo nos olvidamos de tener ese razonamiento e igualamos a los animales, grave error porque en lugar de parecer unos seres inteligentes y audaces, los animales salvajes suelen ganarnos por demasiada diferencia.
El “tipo” se presentaba en mi casa casi a diario, y mi mamá en esos días se encontraba muy feliz, como adolescente, a lo que a mi parecer era tan cursi y ridículo pero pues obvio jamás pidió mi opinión. Un día como cualquier otro (según yo) el “tipo” llego a mi casa algo ya tarde, habrán sido las 9 PM y nosotras estábamos cenando, mi mamá “tan linda” lo invito a cenar y el acepto. Yo al ver ese suceso comencé a cenar a toda prisa para poder levantarme de la mesa lo mas pronto posible y no tener que soportar mas su presencia, dieron las 10:00 y todos terminamos de cenar, las 11:00, las 12:00 y el tipo no se iba, la verdad quería quedarme despierta para poder hacerle ver, con mis modos tan sutiles( aja) que esas horas ya no eran propias de una visita y que las personas de la casa queríamos descansar, pero Morfeo logro atraparme entre sus brazos y en un momento sin darme cuenta no supe más de mi. Al despertarme, apresuradamente me levante de la cama no sin antes ver el reloj, eran las 03:00 am. En la sala ya nadie se encontraba y se respiraba una gran tranquilidad, propia de esa hora.
A la mañana siguiente, me dispuse a bajar para desayunar como cualquier otro día, pero al llegar al comedor, me encontré con una gran sorpresa de “buenos días”, el “tipo” estaba sentado desayunando. Casi me da una embolia en ese momento, sentí que la sangre me subía y me bajaba y que me ponía de mil colores, por un momento creí desmayarme, pero por desgracia eso no sucedió, Este engendro surgido desde el mismísimo infierno se había quedado a dormir con mi mamá, que poca madre!! Tener que soportar al tipo de visita era un descaro pero ahora tenerlo como huésped era algo que sobrepasaba mi paciencia y que no estaba dispuesta a soportar. Le dije a mi mamá que yo no quería que el volviera a pisar la casa, porque esa casa era de mi papá y que personas como esas eran indeseables y en un momento de rabia aun mayor, me dirigí hacia el televisor (mismo que estaba encendido y que el engendro estaba viendo) y la apague, aquel me miro con unos ojos que me quería matar si hubiera podido y le grito a mi mamá:
-Flaca! Tu hija me acaba de apagar la televisión, que acaso no les has enseñado modales, porque su actitud deja mucho que desear. Si fuera mi hija…
No lo deje terminar esa frase.
-Si fuera tu hija, ten por seguro que ya me hubiera suicidado- Le conteste a punto del llanto por el coraje que estaba pasando.
- Jamás en tu miserable vida vuelvas mencionar algo de ese tipo, pareces estúpido pero al hablar lo confirmas.
-Niña!! Cuida tu lenguaje, yo no te he enseñado a ser así- Contesto mi mamá, interviniendo como superhéroe ante su amado.
-Pídele una disculpa- Me ordeno.
Sin poder articular una palabra, Salí de mi casa con lágrimas en los ojos…

sábado, 24 de octubre de 2009

En Paz


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

Porque nunca me diste ni esperanza fallida,

Ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;


Porque veo al final de mi rudo camino,

Que yo fui el arquitecto de mi propio destino;


Que si extraje la miel o la hiel de las cosas,

Fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

Cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ...


Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:

¡Mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!


Hallé sin duda largas noches de mis penas;

Más no me prometiste tú sólo noches buenas;

Y en cambio tuve algunas santamente serenas...


Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!


AMADO NERVO

viernes, 23 de octubre de 2009

La ley de supervivencia del más fuerte.


Mi hermano se enlisto en el ejercito militar sin escuchar opiniones de la gente que le decía que eso no era para el, que estando allí se volvería una persona fría, que los trataban muy mal y que solían hacerles bajezas teniendo como excusas que con golpes y malas palabras se logran formar buenos hombres. Para mamá la idea de que Irving se fuera a un lugar donde tendría una formación bastante rígida le causaba una alegría extraña, sabia que ya no estaría tan cerca de el pero que necesitaba alejarse un poco de todo lo que le había sucedido por la muerte de su padre, así que sin más, lo apoyo en la decisión y con tristeza lo despedimos.
En casa ahora quedábamos tan solo las tres mujeres (Mamá, Zoe y yo), yo acaba de entrar a la prepa (aún condicionada por estar próxima a presentar el examen de Física que reprobé el último año de secundaria) Zoe pasaba al ultimo año de prepa (ambas estábamos ya en la misma escuela) y mamá seguía en su trabajo. Al entrar a la prepa mamá me obligo a escoger como carrera técnica Enfermería, ya que ella lo había estudiado en su juventud y mi hna. También llevaba esa carrera, yo no quería, no me ha gustado nunca el obedecer imposiciones de la gente y aceptar lo que ella quería me hacia rabiar hasta el cansancio, no podía ser que mi vida se rigiera siempre bajo los deseos de mi madre, en la secundaria me obligo a llevar contabilidad, siendo que yo quería carpintería o pintura y ahora de nuevo volvía a dejar en claro quien llevaba las riendas de la casa y sobre todo de mi vida: Ella.
Papá solía presentarse a vernos (los domingos, en un parque cerca de la casa) la mayoría de las veces en estado etílico, unas veces moderado, otras sumamente perdido y otras de plano ya ni se presentaba. Cuando mi hermana y yo llegábamos al punto de reunión con el, nos acercábamos le dábamos un beso y nos sentábamos a platicar, pero yo al verlo en el mal estado en el que se encontraba, solo me dignaba a decirle que no podía ser posible que solo nos viéramos de vez en cuando y que ni por eso nos respetara, me molestaba totalmente, me daba la media vuelta y me retiraba del lugar, dejando a Zoe con el. Así sucedía siempre y poco a poco yo deje de ir a verlo para evitarme y evitarle a el, malos ratos conmigo.
Un día estando en la casa, mamá nos dio “la desagradable noticia” de que estaba comenzando a salir con una persona, un tipo que conoció yendo al rancho de sus abuelos maternos. La noticia me cayó como bomba, no podía creer que mi mamá pensara en reemplazar a mi papá, que si bien no era monedita de oro, era mi padre y eso me bastaba para dejar su lugar intacto. Siempre he sido una persona muy celosa y mas con mi familia, lo que considero mío, no permito que nadie lo toque y pobre de quien se atreva a hacerlo, porque no saben de lo que soy capaz y en ese momento ese tipo no solo iba a tomar el lugar que era de mi padre, si no que también me robaría el cariño de mamá.
Pasaron los días y de pronto un martes por la tarde, tocaron a la puerta de mi casa, como mi mamá estaba durmiendo y Zoe bañándose, baje las escaleras, me aproxime a la puerta y la abrí, del otro lado de la reja de mi casa, se encontraba de pie un tipo, tez clara, alto pero no demasiado, ni tan gordo ni tan delgado, nariz aguileña, ojos cafés oscuros y cabella lacio oscuro, vestía un pantalón de mezclilla color café y una playera color azul, sin saber porque, el simple hecho de verlo me causo molestia.
-¿Si diga, que desea?- Le pregunte de una forma grosera.
-Hola, buenas tardes! ¿Se encontrara Rosalba?- Me pregunto el tipo con cierto aire de prepotencia, lo cual causo mas molestia de mi parte.
-Eso depende, ¿quien la busca?- conteste. Dentro de mí, me sentía orgullosa por demostrarle que no podía llegar a mi casa con una actitud que no le correspondía.
Antes de poder seguir con esa “entrevista”, mi mamá nos interrumpió (me imagino que se despertó al escuchar las voces) y lo hizo pasar a la sala, estando dentro, se atrevió a presentármelo, su nombre: Elio. El era “El tipo” con el que ella salía, el imbecil se digno a darme la mano, pero yo estaba demasiado ocupada escaneandolo con la mirada, encontrando todos los defectos posibles en el, así que lo deje con la mano extendida y me retire sin dejar de hacer obvio mi malestar con comentarios despectivos. Me subí a mi recamara y me puse a llorar, no se si de coraje por el atrevimiento de haberse presentado en mi casa, por el cinismo de mi mamá o por el dolor de saber que mi papá ahora si estaba quedando en el pasado y que yo estaba contribuyendo arduamente a que eso sucediera, con mi actitud.
Ese día, seria el comienzo de una batalla campal a muerte entre mi mamá, el y yo.
La ley de supervivencia del más fuerte, en la que si no te defiendes con uñas y dientes…puedes llegar a perder hasta la vida.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Una señora ...Siempre al Asecho.


¿Qué es el dolor? Me pregunte muchas veces a lo largo de mi existencia, ¿Por qué existe? Y siempre la misma respuesta llegaba a mi mente: No lo se! ¿Porque se te presentan tantos dolores en la vida, acaso se trata solo de sufrir, de superar un dolor para enfrentar otro? Después de tropezarme muchas veces en el camino y algunas otras caerme y no creer tener las fuerzas para poder levantarme, supe la respuesta.
Un día de algunos ayeres, conocí de cerca a una señora que solo deja a su paso dolor, sufrimiento y desesperación: La Muerte. Siempre escuche de ella, pero como la mayoría de las personas, crees que en tu familia jamás va a suceder, pues grave error, porque a todos nos toca vivir en cierta forma con ella.
Era una mañana de Febrero cuando llamaron a mamá por teléfono, al terminar la llamada, mamá subió a su recamara muy apresuradamente, tomo su bolsa y nos dijo que nos fuéramos a la escuela y cerráramos bien la casa, nos comento muy brevemente que la llamada que acababa de recibir la habían realizado unos amigos de Don Pedro, (el papá de Irving) le habían avisado que la noche anterior Pedro estaba con ellos en un convivió y de pronto había sufrido un ataque al corazón que lo mando al hospital.
No supe como se lo habrán dicho a mi hermano, pero al regresar por la tarde de la escuela a casa, encontramos Zoe y yo una nota de mamá que decía:
-Prepárense de comer y hagan la tarea, voy a llegar muy tarde, estoy en el hospital cuidando a Pedro. Irving esta conmigo.
Esa nota nos dejo aun más desconcertadas que antes, ¿Qué había sucedido con el que nadie nos decía nada? ¿Como había reaccionado Irving? ¿Qué tan grave se encontraba Don Pedro? Las horas pasaron y no tuvimos ninguna noticia, nos fuimos a la cama y mamá no regreso. A la mañana siguiente (que ya era fin de semana) nos despertó mamá, diciéndonos que nos vistiéramos porque saldríamos hacia el hospital para ir a ver a Don Pedro. Llegamos al hospital y debo comentar que era uno muy lujoso,( Particular claro, porque el había renunciado hace algunos años atrás a su trabajo y no contaba con seguro social) la recepción era muy elegante, con asientos modernos y en muy buen estado, caminamos por un pasillo todo adornado con cuadros que colgaban de la pared Al final del pasillo, a mano izquierda estaba una puerta, entramos a la habitación donde se encontraba el, la cama era enorme, con una cabecera de madera, tallada a mano, un televisor frente a la cama, un espejo al lado de la puerta, un sofá cama en color negro y un pequeño cuarto( el baño) al fondo de la habitación. Don Pedro dormía cuando nosotros entramos, pero al escuchar nuestros pasos, abrió los ojos, y con una gran sonrisa nos saludo, yo me acerque a su cama y le dije:-Hola Don Pedro, ¿como se siente?, nos ha tenido muy preocupados eeh, lo que hace por llamar la atención y que lo estemos cuidando- sonreí al terminar de decírselo, espere alguna respuesta de su parte, pero solo logro balbucear algunos sonidos, yo no entendí lo q sucedía, voltee a ver a mi mamá y cuando quise preguntarle lo que pasaba, se abrió la puerta de la habitación, era Irving, su cara reflejaba una gran tristeza, al vernos solo se limito a sonreír casi por obligación y se recostó junto a su papá al lado de la cama. Mi mamá me tomo de la mano y junto con mi hermana, nos saco de la habitación, estando a fuera nos dijo que la situación de Don Pedro era muy critica, que había sufrido un paro cardiaco, la noche anterior y como consecuencia de eso quedo parapléjico (Mitad del cuerpo paralizado y perdió el habla) que no hiciéramos comentario alguno y nos limitáramos a estar calladas para no molestarlo y ponerlo inquieto. Regresamos a la habitación, Don Pedro se quedo profundamente dormido junto con Irving, así que mamá nos dijo que era hora de retirarnos a casa y sin despedirnos Zoe y yo, salimos del hospital.
Por la madrugada se escucharon ruidos en la casa, provenientes de la sala, como Zoe y yo estábamos solas, tomamos unos bates de béisbol que papá tenia en la recamara y bajamos con cierto miedo las escaleras, al llegar al piso de abajo, logre distinguir una sombra de pie junto a la puerta de la entrada, a punto de gritar, encendí la luz y Oh sorpresa: Era Irving. Allí estaba de pie, con la cabeza agachada mirando hacia el piso, cuando sintió la luz en sus ojos, alzo la vista, tenía sus ojos hinchados de llorar y solo se limito a decirnos: - Estaba a su lado cuando de pronto…
-¿de pronto que?- pregunto Zoe con preocupación.
-¿Qué sucedió Irving?- replique yo.
- Dejo de respirar…
Don Pedro había fallecido entre los brazos de mi hermano.
No supe que decir, jamás había vivido algo así, ¿Qué se hace? ¿Qué se dice?
¿Cómo consuelas a alguien que acaba de perder a una de las personas más importantes de su vida? Con ganas de abrazarlo y decirle que todo estaría bien, no pude hacer nada, no pude moverme y solo comencé a llorar en silencio.
Esos momentos de la vida en que no sabes porque ocurren las cosas te dejan marcada para siempre, determinan tu carácter y hacen que no sepas hacia que camino te diriges. Después de ese suceso Irving se volvió rebelde, retraído y muy poco sociable. Después de haber sido yo siempre el dolor de cabeza de la casa, cedí mi lugar para que lo tomase el, así que un día sin mas explicación nos dio la noticia de que se iba de la casa, por haberse enlistado en el ejercito. Después de haber perdido a nuestro segundo padre, perdíamos a nuestro único hermano…

martes, 20 de octubre de 2009

Volverán las oscuras golondrinas


Volverán las oscuras golondrinas
En tu balcón sus nidos a colgar,
Y, otra vez, con el ala a sus cristales
Jugando llamarán;
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
Tu hermosura y mi dicha al contemplar,
Aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
Ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
De tu jardín las tapias a escalar,
Y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
Sus flores se abrirán;
Pero aquéllas, cuajadas de rocío,
Cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer, como lágrimas del día...
Ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar;
Tu corazón, de su profundo sueño
Tal vez despertará;
Pero mudo y absorto y de rodillas,
Como se adora a Dios ante su altar,
Como yo te he querido..., desengáñate;
¡Así no te querrán!


Gustavo Adolfo Bécquer

"Cuidado con lo que deseas, porque se puede volver realidad."



Al abandono físico de mi padre hacia nosotras, también se agrego el abandono económico, de pronto ya no nos daba para la escuela, para los gastos de la casa, de pronto ya no nos daba dinero para nada. Mi mamá entro a trabajar a una empresa que se dedicaba al mantenimiento de los barcos que llegaban al puerto. Su horario era de las 7 a.m. hasta las 15 p.m. Por lo tanto no nos veíamos hasta en la tarde que todos estábamos ya en casa, puesto que por las mañanas nosotros estábamos en la escuela y ella trabajando, al salir de clases nos repartíamos el quehacer del hogar y algunas veces hasta nos toco guisar porque a mi mamá no le había dado tiempo dejar la comida hecha un día antes. Yo odiaba estar en clases y todo el día me la pasaba esperando que diera la hora de salir, y al salir quería que la mañana regresara porque no quería llegar a mi casa a hacerla de cenicienta, pero era obvio que debíamos hacerlo, mi mamá no podía con todo.
Fui creciendo, hasta cierto punto sola, mi mamá se pasaba las tardes durmiendo al llegar de trabajar, y cuidadito si hacíamos ruido y la despertábamos por que si de por si su carácter era en exceso fuerte, si se llegaba a despertar por culpa nuestra… que nos agarraran confesados.
Debo decir que mi mamá era una madre única, siempre fue de las que no te permitía que te sentaras mal en la mesa, que hablaras mientras comías, que dijeras palabras impropias, que llegaras tarde de la escuela y muchas cosas mas, su carácter autoritario jamás permitía que la retaras ni con la mirada, cuando ella creía tener la razón no había poder humano que la hiciera cambiar de opinión. Al ser adolescente y haber heredado su carácter, chocábamos verbalmente casi siempre, no recuerdo en que momento me convertí tan rebelde, altanera, voluble, pero si recuerdo que eso a mi mamá le traía dolores de cabeza, siempre fui de los tres niños, la mas problemática, por la que la llamaban a la escuela, pero creo que tan bien fui la que mas miedo le tenia, y actuaba de esa manera tan imprudente por demostrarme que podía ser mas que mamá, ya que, nunca me ha gustado obedecer reglas. Viene a mi mente un día ya cerca del fin de curso, donde yo terminaría por fin la secundaria para pasar al bachillerato, horror!! A la señorita (ósea a mí) se le ocurre reprobar una materia: Física. Por dios cabe mi propia tumba, no tuve el valor para decirle a mi mamá mi chistecito y por guardarme todo lo que sentía, me comenzaron a salir unas ronchitas en el brazo, las cuales me daban una comezón horrible, llegue al punto tan desesperante de agarra hielo del congelador y ponérmelo en el brazo para calmar esa comezón, sin obtener resultados, al darse cuenta mi mamá de mi brazo( ya lo tenia, súper inflamado, rojo e irritado, eso sin mencionar que las dichosas ronchitas recorrieron mis dos brazos y comenzaron a brotar en mis piernas) me llevo al medico, este me diagnostico: “Herpes zoster” una enfermedad nerviosa que se presenta al estar bajo mucha presión o estrés, y que con medicamento se mantiene estable pero que jamás se cura, se desaparece de la piel, pero en cuanto vuelves a estar en tensión, brota como mala hierba, se vuelve una muy buena amiga, porque jamás te abandona. Ese día en el consultorio del medico, confesé a mi mamá todo lo que traía guardado en cuestión de la escuela, casi le da un infarto y en ese momento se volvió vidente porque me dijo hasta de lo que me iba a morir, yo me salve de unos muy buenos golpes por encontrarse presente el doctor.
Llegue a un punto en el q odiaba a mis a padres, creo a todos nos ha pasado eso a cierta edad, sentía que todo lo que hacia estaba mal para mi mamá, que solo veía la forma de hacerme la vida pesada, que nunca me quería y que solo quería verme triste o enojada. Esas frases típicas de: “Lo hago por que te quiero” ó “Lo entenderás cuando seas grande” me calaban hasta los huesos, alucinaba lo que me decía, me tenía hasta la madre, siempre con lo mismo.
Alguna vez leí en una pared: “Cuidado con lo que deseas, porque se puede volver realidad”. Muchas veces desee que me dejara en paz y se muriera…Muy tarde comprendes la magnitud de tus palabras.

lunes, 19 de octubre de 2009

En segundo término.


Poco a poco y sin saberlo me fui alejando de mi padre, sus visitas eran mucho menos frecuente y yo con los problemas existenciales que comenzaba a atravesar: la escuela, las amigas, problemas en casa, lo empecé a extrañar cada vez en menor cantidad.
Omití platicarles que el principal motivo por el que mamá y papá comenzaron a distanciarse fue porque mi papá tenia graves problemas con la bebida, recuerdo muchas veces de pequeña llegar a casa y encontrarlos discutiendo ya fuera porque mi papá estaba perdido en el alcohol o porque mi mamá le pedía que dejara de beber(a lo cual jamás hizo caso alguno). Recuerdo llegar un día a la casa y escuchar unos golpes en la parte alta de la casa, subimos (mis Hnos. y yo) a la recama de mamá y allí estaban ellos dos, dando vueltas por la cama, gritándose y golpeándose, como si fueran dos tipos fuera de una cantina peleando por alguna mujer. Yo al verlos comencé a gritar y a jalarme los cabellos, pidiéndoles que ya no se golpearan, mientras mis hermanos solo se limitaban a tomar su papel de espectadores, mis padres se dieron cuenta de nuestra presencia al escuchar mi llanto y mis gritos, mamá se separo de los brazos de mi padre que la tenían sujeta, camino hacia mi y me soltó tremenda cachetada, que al recordarla, hasta el día de hoy me duele.
Le pidió a Irving que me sacara de la recamara y como actriz que deja a medias la escena, regreso al lado de mi papá y siguieron golpeándose. Así como ese recuerdo tengo algunos, todos con el factor común: el alcohol.
La secundaria fue la época mas horrible que puedo describirles en el periodo de mi adolescencia, el uniforme de la escuela era blanco y mi mamá ya no me lavaba la ropa, decía que como ya estaba siendo una señorita debía comenzar a valerme por mi misma, así que me ponía a hacer todas mis cosas, lavarme, plancharme, hacer mi desayuno y todas esas cuestiones del hogar que me fastidiaban, así que como comprenderán el uniforme blanco se convirtió en gris en pocos días. Odiaba las clases de educación física, porque nos obligaban a usar un short y una camiseta entallada, mis senos comenzaban a desarrollarse (Cosa que no me gustaba, porque para mi edad ya eran bastante grandecitos) y me sentía demasiado incomoda y a eso agreguémosle que no era nada agraciada, las chicas de mi edad y de mi salón ya tenían novios, o por lo menos amigos con los que solían platicar en el receso, pero yo no, yo solo me limitaba a tener mi sequito de amigas, que jamás se separaban de mi y que aunque las quería mucho no lograban calmar el gusanito interno que llevaba por estar al lado de algún chico. Odio esa época, me parece nefasto tener que llevar las uñas sumamente cortas, la falta debajo de la rodilla, las calcetas hasta arriba como si fueran medias, el cabello recogido y la mochila que parecía que nos íbamos de campamento, a veces (casi siempre) sentía que me había confundido de lugar y que me habían ingresado a la escuela militar en vez de a un colegio, de verdad que era una pesadilla. Así que con tantos problemas que representaba ser yo, fui dejando a mi familia en segundo termino.

Ya lo veia venir


Los días pasaban, para mi en cámara lenta, pues me imagino que como a mi, a ustedes también les ha sucedido que cuando esperan con ansias algo, el tiempo suele hacerse más largo.
Las investigaciones en torno al problema legal de mi papá comenzaron a suscitarse, había días en los que regresábamos de la escuela y encontrábamos a personas interrogando a mi mamá, o algunos otros días en que tomaban medidas de mi casa a la casa de algún vecino (para ver la distancia que había entre ambas) Mi mamá no nos dejo Salir a jugar por varios días en lo que esta situación se calmaba. Un día mamá me dijo que me levantara temprano y me pusiera muy bonita, porque iba a ir a ver a mi papá (No recuerdo porque motivo, pero solo yo iría) me aliste, y a la hora que mi mamá me dijo que nos íbamos yo estaba ya casi arriba del carro.
Después de recorrer algunas calles del centro por algunos minutos, llegamos a un lugar que tenia un enorme edificio color gris, algo sucio y con mucha gente fuera esperando algo, había muchas voces y se escuchaban las teclas de algunas maquinas de escribir, era el reclusorio de la ciudad.
A lo lejos, una mano se levantaba moviéndose con insistencia en dirección a nosotras dos, mamá me toco con su mano y me hizo una seña de que volteara a ver a esa persona, era mi papá, al verlo corrí, hacia la calle de enfrente y cuando estuve frente a el, simplemente me detuve y no supe que hacer, solo lo mire y no pude articular palabra, ¿porque? No lo se, por dentro sentía unas ganas inmensas de saltar a sus brazos y besarlo y decirle q lo había extrañado, que por que me había dejado y todos aquellos reclamos que ya antes me había hecho y le había hecho a mi mamá, pero sin saber porque, no lo hice, siempre he sido demasiado orgullosa y creo q esa vez no fue la excepción de reprimir mis sentimientos. Como no articule palabra alguna, mi papá me tomo de la mano y me dijo:
-¿Cómo estas pollito? (así me decían en mi casa desde que era pequeña) ¿Qué has hecho? ¿Como vas en la escuela? Cuando estaba a punto de responder a sus preguntas, se nos acerco mi mamá con un señor con el que venia hablando o mas bien discutiendo algo.
-Hola Javier ¿como estas? -Pregunto mamá.
-Pues no tan bien como yo quisiera, pero ahí voy-Respondió el con una mirada triste.
El señor con el que venia mamá era el abogado que llevaba el caso de mi padre, ese día se llevaría a cabo el interrogatorio, de mi padre frente a la niña que lo acusaba en cierta forma de abuso sexual. Yo no lo sabia, hasta el momento en que escuche la platica que los tres tuvieron esa mañana. (Mi papá, mi mamá y el abogado).
Esa fue la última vez que vi a mi papá por algún largo tiempo.
Los días y meses siguientes transcurrieron de igual forma, gente yendo y viniendo de mi casa haciendo preguntas, mi mamá saliendo casi todas las tardes con el abogado, habladurías con los vecinos y nosotros encerrados en casa.
Esa época fue demasiado difícil para mi y decidí que cuando creciera estudiaría algo que me hiciera poder ayudar a mi familia si se volvía a dar una situación como la que estaba viviendo, no quería volver a sentir esa sensación de impotencia que sentí aquella mañana cuando mire por la ventana. Poco a poco mi papá nos comenzó a buscar, nos veía afuera de la escuela antes de que las clases comenzaran o los domingos por las mañanas, en un centro deportivo que estaba muy cerca de la casa.
El tiempo comenzó a pasar y no sin darme cuenta me volví una chica muy rebelde, en casa a diario se daban discusiones entre mamá y yo, ella prohibiéndome algo y yo retándola a que no la iba a obedecer, los últimos meses en primaria, se me hizo costumbre irme de pinta o llegar tarde a casa, a pesar de saber que lo tenia prohibido y que si lo hacia mi mamá me esperaba con el cinturón o alguna manguera lista para golpearme. Aún así no me importaba y con tal de llevarle la contraria, lo hacia. Entre a la secundaria y para mi fue la peor época, comencé a pelearme con las chicas de mi clase, no hacia la tarea, le contestaba a los profesores hasta el grado en que me sacaban de las clases y me prohibían ingresar hasta después de una semana, mis calificaciones eran si no reprobatorias, si muy decepcionantes, ya que siempre fui muy buena en calificaciones y ahora ocurría lo contrario. Un día al llegar a la secundaria, muy temprano,cerca de la entrada estaba mi papá, me preocupe, pero con cierta indiferencia me acerque a el:
-¿Qué paso, que haces aquí?- Le pregunte
- Nada, solo quise venir a desearte un buen día, además te traigo una muy buena noticia.
- ¿A si? ¿Y eso? ¿Cuál es la noticia?
- Ayer por fin ya se termino todo el problema legal, ahora solo tengo que ir a firmar al reclusorio cada fin de mes y ya.
- Aaah, ¿ósea que ya por fin vas a regresar a la casa con nosotros?
-Mmm, este, eso es algo que quería hablar contigo.
-¿Conmigo? ¿Porque?
- Porque no voy a regresar a la casa.

Con rabia, enojo y desilusión dentro de mi, comence a caminar, alejandome de el, despues de algunos pasos, solo voltee y logre decir:

-No te preocupes, Ya lo veía venir...


domingo, 18 de octubre de 2009



Dime por favor donde estás,en que rincón puedo no verte,dónde puedo dormir sin recordartey dónde recordar sin que me duela.

Dime por favor dónde pueda caminarsin ver tus huellas,dónde puedo correr sin recordartey dónde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cuál es el cieloque no tiene el calor de tu miraday cuál es el sol que tiene luz tan sóloy no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cuál es el rincónen el que no dejaste tu presencia.Dime por favor cual es el hueco de mi almohadaque no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cuál es la nocheen que no vendrás para velar mis sueños...Que no puedo vivir porque te extrañoy no puedo morir porque te quiero.

(Jorge Luis Borges)

LO QUE CADA UNO POSEE







Una persona perversa, resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario, e irónicamente manda a preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda a entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza del presente obsequiado.
Tira la basura, lava la bandeja y la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde decía: “Cada uno da lo que posee”.


Así que no te entristezcas con la actitud de algunas personas; No pierdas tu serenidad.
La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Domina tus reacciones emotivas.
Se dueño de ti mismo.
No arrojes leña en el fuego de su aborrecimiento.
No pierdas tu calma.
Piensa antes de hablar y no cedas a su impulsividad.

“Guardar resentimientos, es como tomar veneno y esperar a que otra persona muera”.

jueves, 15 de octubre de 2009

"Regresar a Casa"


Sucedió todo tan rápido que yo estaba en shock, no entendía como la vida podía cambiar en cuestión de segundos, como de pronto puedes estar riendo y sin más despertar y llorar inconsolablemente. Ese día transcurrió como cualquier otro, mamá nos arreglo para ir a la escuela, salimos de la casa y al estar frente a la puerta de el colegio nos miro y nos dijo que las cosas estarían bien, que no podía decirnos mas porque ni ella entendía que es lo que sucedía, pero que trataría de solucionar las cosas para aclarar todas nuestras dudas. Recuerdo haber entrado al salón de clases sin mirar quien había llegado o si estaba la maestra o no. El día avanzaba y yo solo veía el reloj que colgaba en la pared junto a una lámina que representaba con dibujos las letras del abecedario. Por fin sonó la campana que anunciaba que el tiempo de clases había llegado a su fin, guarde mis libros rápidamente en la mochila y salí del salón sin despedirme de Liz (Mi mejor amiga), espere a mis hermanos en la entrada de la escuela y una vez que llegaron al punto de reunión nos fuimos caminando a casa, los tres en silencio.
En casa mamá estaba terminando la comida, nos vio llegar, nos saludo con una pequeña sonrisa que apenas dejaba asomar los dientes entre sus labios y nos ordeno que subiéramos a cambiarnos para comer. Subimos, nos cambiamos y sin esperarlos, baje a la cocina buscando a mi mamá, pero ella ya nos esperaba sentada en una mecedora que tenia en la sala y que le encantaba, a la cual teníamos prohibido sentarnos porque decía nos mecíamos demasiado duro y podíamos romperla. No le dije nada pero creo que mi mirada le hacían muchas preguntas porque ella, me tomo de la mano y me dijo:
- Tu papá tuvo un problema con los vecinos y necesita arreglarlos para poder regresar a la casa con nosotros, se que no entiendes muchas cosas, pero se también que a pesar de tu edad eres muy fuerte. Lo que te voy a decir es algo importante y necesito que me pongas mucha atención.
No sabia a que se refería, la verdad es que todas esas palabras que salieron de su boca fueron tan huecas y vacías que no les encontré ningún significado, lo único a lo que realmente puse atención fue a: “Regresar a casa”.
-¿Qué pasa mamá? ¿Que es lo que tiene que hacer mi papá para regresar? ¿Por qué se fue?
-¿Recuerdas ayer que esas personas hablaban con tu papá?
- claro que lo recuerdo mami, ¿Cómo olvidarlo?
-Bueno- suspiro profundamente y a continuación dijo:- Entre esas personas estaban unos de nuestros vecinos y los demás eran familiares de ellos, se reunieron ayer para decirle a tu papá que una de sus hijas (niña que por desgracia se llamaba igual que mi mejor amiga de la escuela:
Lizbeth) le dijo que un día cuando ella estaba jugando con ustedes, tu papá se había bajado el pantalón y le había enseñado su parte íntima. Los papás de Lizbeth se enojaron tanto que le platicaron a sus familias y por eso ayer discutían con tu papá.
Yo me quede sin decir nada, no entendía como podía decir esas cosas tan horrorosas la niña con la que todas las tarde jugábamos, como podía culpar a mi papá de esas cosas y como podía ser capaz de tener una mente tan retorcida una niña de escasos 8 años.
-Pero ¿porque se tuvo que ir mi papá si no hizo nada? ¿Por qué nos dejo? Cuestione a mi mamá con una rabia y una desesperación que se notaban en mi voz.
- se fue por que esas personas le dijeron que van a proceder legalmente contra el, van a hacer investigaciones y no quiere que ustedes estén envueltos en estas cosas, no quiere que sufran y vean todo lo que se aproxima.
-¿donde esta? ¿Donde duerme?- Le pregunte.
-Esta en casa de tu tío Carlos (hermano de el) y ahí se va a quedar mientras se aclaran las cosas.
-¿Lo van a meter a la cárcel? ¿Le van a hacer que se ponga ese uniforme tan feo de rayas? (Uniforme que pasaban en aquel entonces en las películas de Pedro Infante y que yo creía se utilizaban).
Mamá sonrió levemente: - no mi vida, esos uniformes solo los usan en la televisión y no te preocupes que tu papá no va a ir a la cárcel, ya veras que esto se arregla pronto y se aclarara que es inocente. Ya lo veras.
Cuando eres niño crees que todo lo que los papas dicen es verdad, crees q si no te portas mal puede pasar el señor que roba niños y te puede llevar en su costal, que si no comes las verduras, vas a crecer débil o aun peor ni crezcas y que debes dormirte temprano en navidad para que llegue santa claus o los reyes magos cargados de regalos. Así que por obvias razones le creí todo a mi mamá y el resto del día lo pase feliz jugando con mi hermana, porque mi vida según yo regresaría a ser la que antes era.
Como te equivocas cuando eres niño….Pero te equivocas aún más cuando eres grande.

Sin saber porque...Se fue.


Tenia 9 años y pasaba mi infancia como cualquier niña, jugaba con las amiguitas y veía caricaturas, imaginaba que la vida era color de rosa y que no había mayores problemas de los que representaban el pelearse por un juguete, no querer comer las verduras que tu mamá te daba o tal vez esforzarte por no reprobar matemáticas.
Las cosas en mi casa estaban un poco frías en relación con mis papás, no se como sucedió pero sin darme cuenta mamá y papá ya no dormían juntos ni se trataban con cariño como años atrás. Mi casa era de dos plantas y contaba con dos recamaras, en una dormía mi mamá sola y en la otra mi papá en una cama y en una litera que estaba al lado de el, dormíamos Zoe y yo (Zoe en la cama de abajo y yo arriba). Mi cama por lo regular siempre estaba vacía, ya que a mi me encantaba pasarme por las noches a dormir con mi papá y me despertaba por las mañanas cuando el se iba a trabajar.
Un día la vida me haría salir de ese mundo color de rosa para nublarlo todo y convertirlo de la nada en gris. Yo estaba profundamente dormida cuando comencé a escuchar entre sueños unas voces q decían algo pero que yo no entendía, poco a poco las voces se comenzaron a hacer mas fuertes hasta que me di cuenta que no estaba soñando y q eran reales, desperté con la idea de preguntarle a mi papá si el también escuchaba las voces, pero para mi sorpresa el no estaba en la cama, inspeccione con la mirada la recamara para ver si se encontraba cerca, pero solo estaba en la cama de al lado mi hermana que aun seguía en brazos de Morfeo.
Ansiosa por descubrir de donde provenían esas voces, me asome por una ventana que daba la vista a la calle principal y que estaba junto a la cama. No debí haber mirado por aquella ventana, al hacerlo vi a unas personas (habrán sido unas 6 personas) que hablaban en voz fuerte que se lograba escuchar en toda la calle, manoteaban y hacían gestos de una forma molesta refiriéndose a mi papá que se encontraba con ellos. Yo no entendía lo que pasaba en la el patio de mi casa, así que desesperada me levante de la cama, me puse unas sandalias y me dirigí a bajar las escaleras de mi casa, cuando a mi encuentro salio mi mamá, que me imagino al escuchar las voces al igual que yo había bajado antes para enterarse de lo sucedido. Al verme me tomo por el brazo y me detuvo para que no lograse terminar de bajar, me sentó en uno de los escalones y me dijo:
-¿Por qué estas despierta a estas horas? ¿Por que bajaste?
-No podía dormir, esas voces me despertaron. ¿Qué sucede mamá?
-No pasa nada, sube a dormir que es muy temprano para ti. (Habrán sido las 7am)
-¿Por qué le gritan a mi papá, que le están reclamando?
Al decir esas palabras mi voz se entrecorto y comenzaron a rodar unas lágrimas por mis mejillas.
Mi mamá no sabía que decirme o más bien no quería decirme nada, así que decidió quedarse en silencio y acercarse mas a mi, cuando disponía a sentarse a mi lado las voces se callaron y papá entro por la puerta, nos vio en las escaleras y se acerco a nosotras, por un instante nadie dijo nada, hasta que papá rompió el hielo: -¿Que hacen despiertas? Tú no deberías estar fuera de la cama, dijo mirándome tiernamente.
Se puso de cuclillas frente a mí y me dijo: - Me tengo que ir, voy a trabajar y tal vez ya no pueda regresar a la casa, han ocurrido unos mal entendidos y necesito aclararlos. No te preocupes que no es nada malo.
Yo quise decirle algo, preguntarle muchas cosas, pero no pude o no me dejaron. Papá y mamá salieron de la casa para hablar, haciéndome señas mientras se retiraban para que no me moviera de donde estaba y los esperara. No se cuanto tiempo habrá pasado, hasta que por fin entraron y sin decir nada mi papá subió las escaleras pasando junto de mi sin ni siquiera verme, tomo algunas cosas de la recamara y bajo en menos de 15 minutos, me abrazo, me dio un beso y se despidió pidiéndome nuevamente que no me preocupara y que no olvidara que me quería mucho.
Al verlo partir comencé a llorar y mi mamá no pudo consolarme, así que solo me tomo con fuerza la mano y ambas nos quedamos mirando la puerta.
Nunca imagine que ese día despertaría para ver a mi papá irse… Y jamás volver.

miércoles, 14 de octubre de 2009

MARTIN GALAS

Quiero ser en tu vida


Quiero ser en tu vida algo más que un instante,
algo más que una sombra y algo más que un afán.
Quiero ser, en ti misma, una huella imborrable
y un recuerdo constante y una sola verdad.
Palpitar en tus rezos con temor de abandono.
Ser, en todo y por todo, complemento de ti.
Una sed infinita de caricias y besos;
pero no una costumbre de estar cerca de mí.



Quiero ser en tu vida una pena de ausencia
y un dolor de distancia y una eterna ansiedad.
Algo más que una imagen, y algo más que el ensueño
que venciendo caminos, llega, pasa y se va.
Ser el llanto en tus ojos, y en tus labios la risa.
Ser el fin y el principio. La tiniebla y la luz.
Y la tierra, y el cielo; y la vida y la muerte.
Ser, igual que en mi vida, has venido a ser tú.

La Novia del Pescador: Perla


Porque ha perdido una perla,

llora una concha en el mar

porque el sol no se ha asomado,

esta triste el pavo real.


Porque pasaron los años,

y la barca no volvió,

está llorando en el puerto

la novia del pescador.


Por todo lo que más quieras,

dime que sí.

Por tu madrecita buena,

dime que sí.

Que me vas a querer tanto,

dime que sí.

que me vas a querer tanto

como yo te quiero a ti.


Mañana cuando te alejes,

viajera de mi ilusión,

que voy a hacer contigo,

te llevas mi corazón.


Si una concha está llorando,

porque una perla perdió,

que harán mis ojos mañana,

cuando me digas adiós.

La historia de Irving


Rosalba (Mi mamá) vivía en casa de una tía, ahí se dedicaba a las labores del hogar y ayudaba en el negocio familiar, estando en casa de su tía conoció a Pedro, un hombre más grande que ella (como unos 15 años más) y la empezó a pretender, se enamoraron y después de salir por algún tiempo se fueron a vivir juntos.
Rosalba se embarazo y Pedro estaba tan Feliz que le contrato a una muchacha para que le hiciera las labores del hogar para que ella no moviera ni un dedo y evitar así el menor esfuerzo. Así transcurrió el embarazo, hasta que un día por fin nació un varón al que pusieron por nombre “Irving”.
Pedro puso a Rosalba un pequeño negocio en casa para que no se aburriera y pudiera sentirse productiva y cuidar al pequeño Irving. Un día mientras ella atendía el negocio, llego un hombre de nombre Javier, a comprar y así poco a poco con el paso de los días entablaron una amistad.
Rosalba acostumbraba a ir a visitar a su tía, pero siempre iba sola ya que Pedro se la pasaba todo el tiempo viajando como parte de su trabajo. Un día al regresar Rosalba de visitar a su tía, llego a casa y escucho ruidos extraños, subió hasta la recamara en donde para su horror encontró a Pedro en la cama con la chica del servicio. El le pidió perdón por haberla engañado, pero ella decidió que lo mejor era separarse.
Rosalba regreso con su tía y siguió frecuentándose con su amigo aquel, que iba a comprar a su negocio, mientras Pedro la busco para convencerla de regresar pero jamás obtuvo resultado.
Así pasaron varios años, hasta que de pronto Rosalba y su amigo comenzaron una relación sentimental y decidieron irse a vivir juntos y como Javier vivía cerca de la casa de Pedro (antes también casa de Rosalba) pues todos terminaron siendo al final vecinos.
Javier jamás vio como un problema el hecho de que ella tuviera ya un hijo de la relación anterior y por el contrario “adopto” de cierta forma al niño como su propio hijo.
Irving comenzó a crecer y sus papas decidieron que el niño pasaría el transcurso de los días con ella pero las noches las pasaría con el (así les daba tiempo a el de trabajar y a ella de cuidarlo) y el plan lo facilitaba la situación de que uno viviera a la vuelta de la casa del otro. De la relación entre Javier y Rosalba nació su primer bebe, una niña a la que llamaron Zoe y un año y medio después nació su segunda niña: Yo.
Los tres crecimos juntos y felices mientras teníamos dos papás (Pedro y Javier siempre nos quisieron a los tres como sus propios hijos) y una mamá.

martes, 13 de octubre de 2009

Mi Familia


Comenzaré platicándoles como era mi vida cuando yo era pequeña, mi familia es de clase media, conformada por papá, mamá, mis dos hermanos (Un hombre y una mujer, a quienes nombrare como Irving y Zoe) y yo, la mas peque (Zhombra). Mi papá: Hombre corpulento (no gordo) moreno, cabello obscuro con señas de algunas canas, cejas muy pobladas y bigote, carácter afable, tranquilo, era al que recurríamos cuando nos portábamos mal y mamá nos regañaba, ya que el era el que siempre nos solapaba, jamás recuerdo que me regañara y menos que me pusiera una mano encima, trabajaba en una empresa que se dedicaba a las importaciones y exportaciones que llegaban o se iban del puerto. Mi mamá: Mujer de estatura promedio (1. 60cm talvez) de muy buenas piernas, tez clara, cabello ligeramente ondulado, carácter muy fuerte pero que siempre nos hacia ver que nos amaba, en aquel entonces se dedicaba a las labores del hogar, mis hermanos y yo estudiábamos.
Irving es hijo solo de mi mamá (después contare brevemente su historia para que se ubiquen) Pero para mi familia no existen esas etiquetas de “Medio hermano” nos criamos juntos desde pequeños y nos amamos (aunque cada quien lo demuestra a su manera) Así que somos una sola familia. Vivíamos en algún lugar de la ciudad, donde la mayoría de la gente se conocía y se divulgaban muy rápido los sucesos, bien fueran del todo ciertos o como ocurría la mayoría de las veces eran del todo inventados por las vecinas chismosas que no tienen nada que hacer, más que estar pegadas a la ventana para ver quien llega y quien se va y así poder tener un poco de lo que para ellas era "Una vida social".
Nadie tenia una vida perfecta, ni lo que se le pudiera parecer, solo ellas (Obvio esa era su propia opinión) porque como todos, tenían sus telarañas familiares.

Mi mundo de Kristal

La vida es una burbuja de cristal que unos días se empaña y no ves claramente y otros días esta tan limpia y brillante que hace que te sientas verdaderamente feliz, pero conforme tu burbuja va girando te das cuenta que un día se quiebra y se hace añicos; Se te van presentando momentos que jamás imaginaste vivir, cosas que creías solo pasaban en las novelas , pero aunque nos sucedan cosas tan difíciles, la vida nunca se equivoca, y al final de cada golpe o cada caricia que recibimos siempre nos quedamos con un aprendizaje, Tal vez no comprendemos, pero con el tiempo nos damos cuenta que somos mucho más fuertes de lo que éramos antes, de lo que considerábamos ser...O de lo que nunca antes fuimos.