lunes, 19 de octubre de 2009

Ya lo veia venir


Los días pasaban, para mi en cámara lenta, pues me imagino que como a mi, a ustedes también les ha sucedido que cuando esperan con ansias algo, el tiempo suele hacerse más largo.
Las investigaciones en torno al problema legal de mi papá comenzaron a suscitarse, había días en los que regresábamos de la escuela y encontrábamos a personas interrogando a mi mamá, o algunos otros días en que tomaban medidas de mi casa a la casa de algún vecino (para ver la distancia que había entre ambas) Mi mamá no nos dejo Salir a jugar por varios días en lo que esta situación se calmaba. Un día mamá me dijo que me levantara temprano y me pusiera muy bonita, porque iba a ir a ver a mi papá (No recuerdo porque motivo, pero solo yo iría) me aliste, y a la hora que mi mamá me dijo que nos íbamos yo estaba ya casi arriba del carro.
Después de recorrer algunas calles del centro por algunos minutos, llegamos a un lugar que tenia un enorme edificio color gris, algo sucio y con mucha gente fuera esperando algo, había muchas voces y se escuchaban las teclas de algunas maquinas de escribir, era el reclusorio de la ciudad.
A lo lejos, una mano se levantaba moviéndose con insistencia en dirección a nosotras dos, mamá me toco con su mano y me hizo una seña de que volteara a ver a esa persona, era mi papá, al verlo corrí, hacia la calle de enfrente y cuando estuve frente a el, simplemente me detuve y no supe que hacer, solo lo mire y no pude articular palabra, ¿porque? No lo se, por dentro sentía unas ganas inmensas de saltar a sus brazos y besarlo y decirle q lo había extrañado, que por que me había dejado y todos aquellos reclamos que ya antes me había hecho y le había hecho a mi mamá, pero sin saber porque, no lo hice, siempre he sido demasiado orgullosa y creo q esa vez no fue la excepción de reprimir mis sentimientos. Como no articule palabra alguna, mi papá me tomo de la mano y me dijo:
-¿Cómo estas pollito? (así me decían en mi casa desde que era pequeña) ¿Qué has hecho? ¿Como vas en la escuela? Cuando estaba a punto de responder a sus preguntas, se nos acerco mi mamá con un señor con el que venia hablando o mas bien discutiendo algo.
-Hola Javier ¿como estas? -Pregunto mamá.
-Pues no tan bien como yo quisiera, pero ahí voy-Respondió el con una mirada triste.
El señor con el que venia mamá era el abogado que llevaba el caso de mi padre, ese día se llevaría a cabo el interrogatorio, de mi padre frente a la niña que lo acusaba en cierta forma de abuso sexual. Yo no lo sabia, hasta el momento en que escuche la platica que los tres tuvieron esa mañana. (Mi papá, mi mamá y el abogado).
Esa fue la última vez que vi a mi papá por algún largo tiempo.
Los días y meses siguientes transcurrieron de igual forma, gente yendo y viniendo de mi casa haciendo preguntas, mi mamá saliendo casi todas las tardes con el abogado, habladurías con los vecinos y nosotros encerrados en casa.
Esa época fue demasiado difícil para mi y decidí que cuando creciera estudiaría algo que me hiciera poder ayudar a mi familia si se volvía a dar una situación como la que estaba viviendo, no quería volver a sentir esa sensación de impotencia que sentí aquella mañana cuando mire por la ventana. Poco a poco mi papá nos comenzó a buscar, nos veía afuera de la escuela antes de que las clases comenzaran o los domingos por las mañanas, en un centro deportivo que estaba muy cerca de la casa.
El tiempo comenzó a pasar y no sin darme cuenta me volví una chica muy rebelde, en casa a diario se daban discusiones entre mamá y yo, ella prohibiéndome algo y yo retándola a que no la iba a obedecer, los últimos meses en primaria, se me hizo costumbre irme de pinta o llegar tarde a casa, a pesar de saber que lo tenia prohibido y que si lo hacia mi mamá me esperaba con el cinturón o alguna manguera lista para golpearme. Aún así no me importaba y con tal de llevarle la contraria, lo hacia. Entre a la secundaria y para mi fue la peor época, comencé a pelearme con las chicas de mi clase, no hacia la tarea, le contestaba a los profesores hasta el grado en que me sacaban de las clases y me prohibían ingresar hasta después de una semana, mis calificaciones eran si no reprobatorias, si muy decepcionantes, ya que siempre fui muy buena en calificaciones y ahora ocurría lo contrario. Un día al llegar a la secundaria, muy temprano,cerca de la entrada estaba mi papá, me preocupe, pero con cierta indiferencia me acerque a el:
-¿Qué paso, que haces aquí?- Le pregunte
- Nada, solo quise venir a desearte un buen día, además te traigo una muy buena noticia.
- ¿A si? ¿Y eso? ¿Cuál es la noticia?
- Ayer por fin ya se termino todo el problema legal, ahora solo tengo que ir a firmar al reclusorio cada fin de mes y ya.
- Aaah, ¿ósea que ya por fin vas a regresar a la casa con nosotros?
-Mmm, este, eso es algo que quería hablar contigo.
-¿Conmigo? ¿Porque?
- Porque no voy a regresar a la casa.

Con rabia, enojo y desilusión dentro de mi, comence a caminar, alejandome de el, despues de algunos pasos, solo voltee y logre decir:

-No te preocupes, Ya lo veía venir...


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