sábado, 29 de enero de 2011

Su Confesión


Nos separamos instantáneamente al escuchar aquella voz y quisimos disimular que hablábamos al oído, pero fue imposible, Miguel, un joven que vivía cerca de nuestras casas, nos había visto en plena “acción”.

Andrés me pidió que me retirara del lugar sin decir nada y que lo dejara solucionarlo, así que sin más, detuve un taxi y me aleje.

Durante la tarde, estuve muy inquieta, esperaba lo peor y cuando me decidí a mandarle un mensaje para saber que había ocurrido, mi teléfono comenzó a sonar con insistencia, la pantalla mostraba un numero que yo no conocía, con cierta duda, porque no suelo contestar llamadas si el numero no es identificado, me decidí a contestar:

- Si, ¿bueno? ¿Quien habla?

- ¿Amor, eres tu?- Pregunto la voz del otro lado del auricular

- ¿Andy? ¿De donde me llamas, no reconozco el número? Le pregunte muy desconcertada, era muy raro que el no me localizara desde su celular.

- Te llamo desde la casa de mis papás, Hace un rato hable con Miguel y le pedí que por favor no dijera nada de lo que había visto, me dijo que no había problema. Pero como no supe si cumpliría con lo que le pedí, decidí venir a platicarle todo a mi mamá, para saber ella que me aconsejaba hacer.

- ¿Queeeee? ¿estas loco o que te pasa? ¿Cómo pudiste hacer eso, sin consultármelo?

Yo estaba en completo estado de shock, no sabia ni que decirle, si lo hubiera tenido de frente, juro que lo hubiera abofeteado del coraje, no podía creer lo que me acaba de decir, y escuchar que su mamá lo sabia todo, me ponía de lo mas histérica, ya que, a mi fabulosa “suegrita” no se le conocía precisamente por ser una persona muyyy discreta, si hubiera dispuesto de una maquina del tiempo, sin dudar la hubiera utilizado, pero ya no había nada que hacer, así que no me quedaba más que tranquilizarme, lo ultimo de lo que tenia ganas en esos tiempos era de discutir, no tenía fuerzas ni para eso.

- Amor, relájate, no pasa nada, mi mamá me prometió no decir nada, solo me dijo que lo piense bien, que no tire a la basura tantos años de felicidad con Laura, que ella me ama y que lo tuyo es solo una “ calentura” del momento. Pero después de expresarle todo lo que me haces sentir, no tuvo más que resignarse.

- ¿Y que es lo que yo te hago sentir?- Le pregunte, ya un poco más tranquila, la verdad, lo que opinará su madre me tenia totalmente sin cuidado, nunca había sido “santo de mi devoción”.

- ¿Te puedo confesar algo?- Me pregunto con cierta timidez.

- ¡Claro!- espere con atención lo que tenía que decirme.

- ...Yo...Te ¡AMO!!


Y trás un instante de silencio, sin más, colgó el teléfono.

jueves, 27 de enero de 2011

Alguien grito su nombre


¿Cómo? ¿Por qué a mí? ¿Qué estoy pagando? ¿Que más falta? ¿Qué te he hecho señor? ¿De verdad existes? ¿Quién de nosotros no ha hecho alguna vez estas preguntas? ¿Quién no ha sentido que su mundo se acaba? ¿Quién no ha maldecido al cielo y cuestionado que si Dios de verdad existe, porque nos deja sentir tanto dolor y sufrimiento? Yo si!!

La vida me llevaba nuevamente por caminos áridos y yo comenzaba a caminar descalza, los pedazos de cristal con que había logrado pegar nuevamente mi mundo, el destino acababa de tirarlos al suelo y aplastarlos como nosotros aplastamos con un zapato a las cucarachas, así me sentía, una cucaracha, una vil y asquerosa cucaracha que no sabe hacia donde escapar, hacia donde esconderse.

No podía creer que la vida se ensañara tanto con una sola persona, no podía creer que existiera tanto dolor, no podía y no quería creerlo.

Es curioso mirar y darse cuenta como de un abrir y cerrar de ojos, la vida cambia, en un instante estas, en el siguiente, ya no existes.

La relación con Andrés, la deje en segundo plano, no tenia cabeza para nada que no fuera mi mamá, vivía mi vida en el botón “automático”, comer, dormir, trabajar, comer, dormir, trabajar, ese era el proceso que el “botón” realizaba. No me interesaba nada, todo lo mande al caño.

No atendía el teléfono, no asistía a clases y si llegaba a asistir, mi cuerpo iba pero mi mente no.

Mamá nuevamente comenzó con tratamientos de quimioterapia, algunas veces se quedaba hospitalizada por que los medicamentos eran muy fuertes y algunas otras, tan solo le daban alguna pastilla para las nauseas y vómitos y la mandaban a casa.

Con el tiempo, mamá fue perdiendo el cabello y con eso, también fue perdiendo la alegría y vitalidad que había recuperado, ya no salía, ahora sus amistades venían a visitarla y por obvias razones yo me encontraba a Andy (como de cariño le decía a Andrés) muy seguido en casa.

Hubo ocasiones en las que Andrés subía al sanitario y yo estaba a punto de bajar, nos cruzábamos en las escaleras y sin decir más ni percatarnos si alguien nos miraba, nos abrazábamos y nos besábamos intensamente, mezcla de pasión y rencor comprimidos me impulsaban a actuar así. El siempre estaba para mi, en algún mensaje que me escribía, en alguna caricia, como diría Luis Miguel “por debajo de la mesa”, en alguna señal que me hacia saber que me quería y que no me dejaría sola. A veces se presentaba a escondidas en mi trabajo y mandaba a un niño, para que me buscara y me diera alguna nota de amor, otras veces se hacia pasar como cliente y me dejaba con alguna compañera una rosa, en fin. Tenia sin fin de detalles que me enamoraban más de el.

Una tarde, me fue a buscar al trabajo, yo no quería hablar con el, no tenia ánimos, era una lucha de sentimientos que no me dejaban amarlo libremente, a mi espalda ya le pesaba, venir cargando con las culpas del engaño y ahora se le aumentaba la loza del dolor de mi madre. Pero fue tanta su insistencia que no pude negarme, caminando por una calle que no es muy transitada, nos detuvimos, y ganándole a las palabras, llegaron los besos.

De pronto a lo lejos, alguien grito su nombre. Nos acababa de ver un conocido!!!

miércoles, 26 de enero de 2011

Etapa terminal.


Aquella tarde quedo sellado nuestro compromiso con un beso, el beso que me pareció el primero en mi vida sin serlo y experimente lo que para mi era en aquel momento “el amor verdadero”.

Los mensajes de amor, los encuentros a escondidas y los besos constantes no se hicieron esperar en el transcurrir de los días. El parecía un chiquillo y hasta podría atreverme a asegurar que estaba más enamorado que en su adolescencia, y yo no tenía punto de comparación en cuestiones amorosas y me sentía todo el día flotando en una burbuja de cristal.

Como no pude seguir callando esta situación, me arme de valor y una tarde estando en mi recamara con Zoe (mi hermana) me arme de valor y le confesé todo, aquella se puso como loca, me hizo evidente los detalles que hacían prohibida nuestra relación y me dejo muy en claro la diferencia de edades, ya que el tenía 27 y yo recién había cumplido los 18, decía que esto con el tiempo iba a ser un problema aunque nosotros ahora no viéramos excusa que valiera.

Zoe siempre fue mi mejor amiga, éramos confidentes de todo, nos cuidábamos, apoyábamos y nos dábamos consejos, aquellos que por cuestiones obvias no podíamos pedirle a mamá. Era lógico que no consintiera nuestra relación. Le escribí a Andrés, dándole el punto de vista de mi hermana y el solicito hablar con ella, no supe que se habrán dicho, pero después de aquella platica, Zoe se convirtió en nuestra aliada.

Una noche al regresar del trabajo, encontré la casa en un completo silencio, nadie se encontraba en ella y eso me preocupo, salí a buscar a mi mamá a donde creí era el lugar más probable que estuviera, la casa de “Mi tía Blanca”.

Al acercarme a la casa, pude ver a mi madre, se encontraba de espaldas, sentada cerca de la puerta, alrededor de ella, estaba Laura, Blanca y Andrés, al verme llegar, todos guardaron silencio, era evidente que querían disimular algo o evitar frente a mi, debatir algún tema de conversación.

- ¿Qué sucede?- pregunte con molestia, no podía creer que Andrés también me estuviera haciendo a un lado de aquella platica- Si quieren, me puedo retirar para que continúen hablando.

Laura intento fingir una risa, pero fue tan falsa que no se la creí y nadie le siguió el juego, permaneciendo en un silencio profundo.

Cuando mire a mi mamá, la vi llorando, me agache hacia ella y le pregunte:

- ¿Qué tienes mamita, porque lloras? ¿Te ha pasado algo, te sientes mal?

Sin saber porque y presintiendo algo terrible, mis piernas comenzaron a temblar discretamente, con desesperación tome sus manos y la mire, esperando una respuesta.

- ¡Elio se ha ido de la casa para siempre!- contesto ella con la voz entre cortada.

- Pues esa noticia es para que festejemos!- Dije yo espontáneamente- Vamos a marcar este día, como festejo nacional!!, ya era hora que se largara de una vez y nos dejara de joder la existencia. No estés triste mami, ya veras que esto es para bien, pero… ¿Por qué se fue?

La calma poco a poco regreso a mi y el vació en el estomago que momentos antes se había apoderado de mi, desapareció.

Todos permanecían en silencio, una parte de mi quería estar triste por mi madre, ser solidaria y respetar su tristeza y la otra parte quería saltar de gusto y felicidad, cuando ya me había dado por vencida de que ese parásito se largara, por fin había sucedido el milagro, pero algo no cuadraba en esa escena, ¿porque si para mi era todo alegría y festejo, para los demás era como si estuvieran en un velorio?

Por fin una voz rompió el silencio, Blanca- Se fue porque dijo que no quería cargar con ningún estorbo.- Después de hacer una pausa, continuo- Tú mamá fue al medico hoy a su revisión de rutina y…

- ¿Y que?- pregunte yo con insistencia.

- ¡Regreso el cáncer!- Contesto mi mamá sin dejar continuar hablando a Blanca- Y esta vez…En etapa terminal…

martes, 25 de enero de 2011

Nos Besamos...


Parece que es una ley natural, que cuando más esperas que llegue un día o una hora determinada, más tiempo tarda en llegar. Dicen que el tiempo es demasiado largo para aquel que algo espera, estoy totalmente de acuerdo.

Cuando por fin el reloj marcaba las 2 de la tarde, guarde mis cosas, tome mi bolso y Salí del aula como fugitivo al que persiguen para encarcelar.

Sentado en una banca del parque pude verlo a lo lejos. Respire profundamente y me aproxime hacia el, me miro, se sonrío, se levanto y me dio un beso en la mejilla.

-Hola ¿Cómo estas?- Dijo sin quitarme la mirada de encima, sus palabras denotaban cierto grado de nerviosismo.

-Bien gracias, bueno más o menos, para serte sincera me inquieto un poco tu mensaje, como te escribí, creí que ya nos habíamos dicho todo lo que nos teníamos que decir, pero ahora veo que no es así.- trataba de mantenerme calmada y no dejarle ver que yo estaba igual o tal vez más nerviosa que el.

Regreso a la posición en la que se encontraba en el momento que llegue y yo, para no parecer grosera, me senté frente a el, para poderlo ver y seguir con la conversación.

- Bueno comenzaré a responder tus dudas- dijo el- Supe donde encontrarte hoy, porque “mi madrina” platico el otro día a que escuela asistías, y yo al escuchar tu nombre y sin dejar ver que me interesaba mucho el tema de conversación puse atención a lo que decían. Los sábados no trabajo, pero para venir a verte, dije en casa que me habían pedido trabajar horas extras y poder salir sin limitación de hora.

- Veo que eres demasiado ingenioso para las mentiras, no se si felicitarte o comenzar a tenerte miedo- interrumpí yo. Mis palabras tenían cierto aire de sarcasmo.

El solo sonrió y continúo hablando, yo baje la mirada mientras lo escuchaba:

- Uno se las ingenia, para conseguir lo que quiere ¿no crees? Necesitaba verte para decirte que he estado pensando en todo lo que hablamos aquel día y que si deje de buscarte por algunas semanas, no es porque haya perdido el interés en ti, si no porque necesitaba aclarar mis ideas y tomar una decisión sobre lo que pensaba hacer, y déjame informarte que ya la tome.

Un silencio abrumador, frío y denso, envolvió la atmósfera, yo no sabía que decir y preferí guardar silencio, para indicarle que esperaba continuara hablando.

- He decidido separarme de mi esposa. Quiero demostrarte que de verdad quiero algo serio contigo y estoy dispuesto a luchar para conseguirlo y que me creas, siento cosas muy padres por ti y no voy a dejar pasarlas, ¿estas dispuesta a luchar conmigo?

Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, como cuando gritas en un lugar desolado, desesperado, esperando alguna respuesta, algo que te indique que no te encuentras solo en la incertidumbre de aquel paraje.

Si bien es cierto que en mis sueños, viví muchas veces ese momento, en la realidad no estaba preparada para reaccionar. Como pude, levante la mirada y me quede observándolo sin saber que decir, el tomo mi mentón con su mano fría, acerco su rostro hacia el mío, sintiendo su respiración en mi nariz y mi corazón latiendo a mil por hora…Nos besamos.

lunes, 24 de enero de 2011

Te veo más tarde


Cuenta la fábula del puerco espín que durante la edad de hielo, muchos animales murieron a causa del frío.
El puercoespín dándose cuenta de la situación, decidió unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. En esa elección me encontraba yo, abrazaba mi sueño con todas las fuerzas para mantenerlo vivo o me olvidaba por completo de el y lo dejaba congelarse en la nada.

El transcurrir de los días avanzaba sin novedad alguna, la gente iba y venia, las voces se disolvían en el viento y la luna y el sol, realizaban sus jornadas laborales sin interrupción.

Inicie otra etapa en mi vida, ingrese a la universidad en la carrera de Derecho, sistema abierto, estudiando solo los sábados, permitiéndome mantener mi trabajo entre semana en el centro comercial. Uno de los primeros sábados que comencé a asistir a la uní, estando en clase de derecho laboral, recibí un mensaje de texto:

**Hola xxxx Espero no molestarte, me gustaría hablar contigo.

Avísame por favor en cuanto puedas…Estoy cerca de tu escuela!!

Andrés.

Las manos comenzaron a temblar y sudar frío, los latidos de mi corazón se aceleraron y una sonrisa traviesa, se dibujo en mi rostro, me emocionaba saber que a pesar de lo que habíamos hablado en mi trabajo, el me seguía buscando y que no lo había espantado mi ultimátum, mi loca cabeza, comenzó de inmediato a generar teorías y la que más me agrado fue aquella en la que creía que si me buscaba sabiendo mi decisión era porque la había aceptado.

Deje pasar algunos minutos para contestar su mensaje, no quería hacerle ver que estaba a su disposición y tenia que hacerme “según yo” la difícil, la importante.

Cuando creí que ya había pasado el tiempo necesario, respondí su mensaje:

**Hola, me sorprende recibir tu mensaje por varios motivos ¿Cómo sabes a que escuela asisto, si tiene semanas que no conversamos? ¿No se supone que trabajas hoy? Creo que ya hablamos todo lo que teníamos que hablar y lamento desilusionarte, pero no creo sea posible vernos, estoy en clase y salgo hasta las 2 (eran las 10 am.). Lo siento.

No había transcurrido ni medio minuto cuando, la pantalla de mi celular plasmaba un mensaje entrante:

***Perfecto, te veo a las 2 de la tarde en la entrada de tu escuela, cuando te vea, te explico todo.

Suerte y pon atención a las clases. Besos.
Ahora fui yo la que no tardo en contestar:

***Mmm, no. No vengas hasta mi escuela, te veo en el parque de la esquina a las 2. Y que sea la última vez que me das una orden, no estoy acostumbrada a recibirlas y mucho menos a cumplirlas Ok!!

Aaah y deja de mandarme mensajes, así podré poner atención, nos vemos más tarde. Hasta entonces…

sábado, 22 de enero de 2011

Me arme de valor


Paso un largo tiempo en el que los dos estuvimos en silencio, el esperando una respuesta y yo, tratando de coordinar palabras que expresaran tan solo un poco de lo que estaba sintiendo.

Era una mezcla de emociones que daban vuelta en mi cabeza y en mi estomago, no sabia si gritar de emoción, indignarme o sorprenderme por su confesión.

No sabia si abofetearlo, gritarle o comérmelo a besos.

¿Que haces cuando el deseo que durante mucho tiempo has tenido, se te convierte en realidad? ¿Dices que si y te sumerges en todo lo que conlleva la nueva aventura de tu vida o te das cuenta que jamás mediste las consecuencias que ese deseo podría ocasionar, le dices que no y te alejas para siempre?

Nunca nos damos cuenta de la verdadera magnitud de las cosas, hasta que las vivimos en carne propia, y yo que tanto tiempo había soñado con escuchar esas palabras, ahora me quedaba callada sin saber que contestar, sin saber que hacer.

-¿Pero como paso? ¿Cómo es que después de tanto tiempo que tenemos de conocernos, me dices que te has enamorado de mi?- Le pregunte muy confundida.

- No lo se, creo que ha sido la convivencia diaria, tu forma de ser, los mensajes de texto, no lo se. Eres una chica muy especial, eres diferente a mi esposa, ella todo el tiempo esta seria, molesta, no bromeamos y a pesar de que vivimos juntos, no me siento con ella, como me siento cuando estoy contigo, cuando platicamos el tiempo se me hace muy corto y cuando no vas a la casa, mi día no tiene el mismo sentido. Llámame, cursi o ridículo, pero tan solo un mensaje tuyo me alegra el día, me inspiras mucha confianza, ternura y hasta me atrevo a decirlo: AMOR.

-¿Qué pretendes con esto? ¿Qué esperas de mi ahora?- Le cuestione.

-No lo se, pero necesitaba decírtelo, porque ya no lo puedo ocultar, o al menos no a ti. Que mas quisiera yo que pedirte que me quieras un poco, pedirte que seas mi novia, escuchar de tus labios que me correspondes, que sientes lo mismo que yo.

-Querrás decir que sea tu amante ¿no?- Lo interrumpí, con un tono de reproche.- Porque creo que se estas pasando por alto el pequeño detalle de que eres una persona casada.

-No lo estoy pasando por alto, eso es algo que no se me olvida y que hoy más que otras veces me esta pesando. No creí que algún día sentiría esto por alguien, y creeme que al igual que tu me sorprende, jamás fue mi intención enamorarme de ti. Solo te pido que seas honesta y me digas que sientes tú por mí.- Nuevamente se quedo callado, esperando mi respuesta.

Después de estar pensando en todo esa situación mientras el hablaba, por fin me arme de valor y pude contestarle.

-¿Sabes cuantas veces soñé con este momento? No tienes idea, siempre me has gustado, pero nunca dije nada, ni te lo demostré por respeto a tu relación, pero ya que estamos sincerándonos, creo que debes saberlo, no se si hago bien o mal, y no me importa. Pero si quieres algo más allá de una amistad conmigo, lo siento, pero debes divorciarte!!

Y sin decir más, le di un beso en la mejilla, me levante, me di la media vuelta y me aleje de ahí.

jueves, 20 de enero de 2011

Apareció El II parte

-¿Que sucede?- Le pregunte con gran nerviosismo.

-¿Que sucede de que?- Me respondió con una sonrisa un poco extraña en su rostro.

-¿Porque estas aquí, le ha sucedido algo a mi mamá?

- Claro que no!! ¿Por qué piensas eso?

Me quede callada, pensando que decir y sin ocurrírseme nada, le conteste: - Pues tú nunca vienes a visitarme y no entiendo porque tendrías que hacerlo ahora, si no es por algo así de importante.

- Pues hoy quise pasar a decirte algo, que hace ya tiempo, anda dando vueltas por mi cabeza, pero no se si tengas tiempo de escucharme.

- Claro, tengo 20 min. Antes de que llegue mi hora de entrada.

- ¡Que bueno, mmm no se por donde comenzar- Se escucho un gran silencio.

- Pues por el principio- Dije yo, tratando de romper el hielo y dibujando una sonrisa en mi cara para animarlo a comenzar a hablar.

- Ya tiene algún tiempo que empecé por verte diferente, cuando te miro, ya no veo a la hija de mi “madrina” (así le decía el a mi mamá, por ser la madrina de su esposa) ahora veo a una mujer muy linda, muy simpática, y no se como ni cuando pero creo que me enamore de ti.



Las palabras que acababa de pronunciar, me dejaron helada, no supe que decir y mi cabeza, trataba de procesar esa información para entenderla y encontrarle una lógica, pero por más esfuerzos que realizaba mi hámster mental, no podía dar crédito a lo que me estaba diciendo.

A pesar de que se me hacia guapísimo y que siempre me preguntaba a mi misma, como era posible que se hubiera casado con Laura, estando ella tan poco agraciada, nunca lo vi , mas allá de un amigo, un buen amigo con el cual siempre bromeaba, o nos mandábamos mensajes de texto, pero siempre lo vi como un hombre prohibido, por estar casado y más conociendo a su mujer.

Como era posible que un hombre como el, me estuviera diciendo eso, durante mucho tiempo atrás, el era un “amor platónico” para mi, a veces en mi cabecita loca me imaginaba que lo besaba y casi todos los días cuando me dirigía a la prepa, pasaba por la ventana de su casa y lo encontraba fumándose un cigarro y me decía: “Adiós novia mía” pero era solo un juego que teníamos los dos, jamás cruzo por mi mente que esas palabras alguna vez las expresaría con verdadero sentimiento.

Apareció El


La situación con mi padre poco a poco se iba haciendo menos densa, si bien no éramos el ejemplo perfecto de padre e hija, al menos si comenzábamos a convivir un poco más. El ya había dejado de beber meses atrás y eso hacia que por mi parte fuera más sencillo interactuar con el. Mis hermanos estaban bien en cada una de sus áreas y a mi madre ya e le veía con una sonrisa en su rostro, aunque ya no era la misma de antes, tan explosiva cuando se enojaba, puesto que ya no se enojaba tanto, ni tan alegre y osada. Pero al menos para nosotros era un gran avance, ya se podía respirar un ambiente menos pesado en casa.

Yo podía estar feliz, había terminado la prepa con un buen promedio y había logrado entrar a mi primer trabajo, como cajera en una tienda departamental, donde si bien no ganaba tanto, al menos si podía ayudar en la economía de la casa y complacer mis gustos sin molestar a mi mamá.

Un día al llegar a mi trabajo, Claudia, una amiga a la que yo quiero mucho y que trabajaba conmigo, se me acerco y me dijo que alguien me estaba esperando en el área de comida rápida, le pregunte quien era, pero no supo, solo pudo decirme que era un muchacho.

Me gano la curiosidad y me acerque hacia el lugar donde me había indicado que estaba el joven y sin que nadie me viera trate de reconocer algún rostro entre la multitud, a lo lejos un brazo se levando de entre la gente y una mano me hacia señas de que me acercara, con un poco de nervios, comencé a caminar en dirección a aquella mano misteriosa y por fin reconocí a quien me había ido a buscar, era Andrés…El esposo de Laura, la chica que era ahijada de mi mamá.

Al verlo, los nervios se apoderaron de mi, lo primero que cruzo por mi cabeza, era que algo malo le había pasado a mi madre.

miércoles, 19 de enero de 2011

Todo comenzaba a tener sentido


Al salir mamá del hospital, mis hermanos se turnaban para cuidarla por las mañanas y a mi me tocaba ocuparme de ella por las tardes al salir de la prepa.

Casi siempre al regresar del colegio, la encontraba en casa de Blanca, una vecina, a la que ella quería mucho y decía era su hermana y su comadre, ya que por ser siempre tan unidas, mi mamá era madrina de bautizo de Laura, la hija mayor de “Mi tía” Blanca, así que muchas veces al ir a buscarla, me quedaba con ella, sumergida en las grandes platicas que tenían. Eso le servia mucho a mi madre, se distraía y su estado de animo mejoraba enormemente, a lo cual yo siempre le daba gracias.

Yo mejor en la escuela, comencé a ir a practicas hospitalarias a otro municipio y mi mamá ya me brindaba más libertad, ya por fin aceptaba a mis amigos y varias veces hasta los invitaba comer sin estar yo presente. No podía pedir nada más. Todo comenzaba a tener sentido por fin!!!

La etapa más difícil de mi vida


Después de la noticia que me dio mi madre, los días comenzaron a tornarse grises, ya no eran como antes, en la casa, tornaba un profundo silencio y todos íbamos y veníamos como almas sin pena que vagan por el mundo sin saber hacia donde ir, tan solo buscando una luz que nos guíe a algún lugar mejor.

Si yo de por si era mala estudiante, en esa etapa de mi vida, me volví peor, ya no le veía intereses a la escuela y solo asistía para no darle una mortificación más a mi familia.

La vida de mi madre, giraba en torno a salas de hospitales, inyecciones y tratamientos que prometían disminuir su tumor, pero que tan solo hacían más larga la agonía y más doloroso el sufrimiento. Por las noches ya se había vuelto costumbre, escucharla vomitar en el baño y verla quedarse dormida cerca de la puerta de su recamara, agotada por el esfuerzo y el dolor, mi hermana y yo, desde nuestra alcoba, sufriendo por ella, solo nos limitábamos a hacerle compañía puesto que no dejaba que nos acercáramos mientras tenia estos episodios.

Después de algún tiempo bajo tratamiento de quimioterapias, decidieron intervenirla quirúrgicamente para retirar de su cuerpo el tumor, transcurridas varias horas en la sala de operaciones, nos dieron la noticia de que había terminado todo con gran éxito.

Jamás imagine que la vida fuera así, uno crece pensando que todo es como en las caricaturas, que no existe la muerte, que no hay gente mala, que el dolor es un invento de los adultos solo para espantarte y hacer que te portes bien. Pero la realidad te golpea de frente cuando menos te lo esperas y te pone pruebas tan difíciles que crees que no podrás superar.

Creyendo que la tempestad ya había pasado, y que habíamos cerrado ese amargo capitulo, poco a poco regrese al ritmo habitual de mis días, sin saber que muy por el contrario, apenas comenzaba la etapa más difícil de mi vida…

miércoles, 5 de enero de 2011

Aqui estoy!!!


Mil disculpas por todo este tiempo de ausencia...
Como todos en esta vida tuve una etapa muy dificil en mi vida, me enferme de gravedad y estuve seis meses en el hospital, me operaron 3 veces y dure dos semanas en terapia intensiva, todos los medicos diagnosticaban mi muerte en pocas horas, pero Dios jamás me solto de su mano.

Una prueba más de que no estamos solos y que siempre un Angel nos cuida y nos guía en el camino, Doy gracias por estar con vida y por que se me haya permitido ver nuevamente la luz del sol iluminando el día.

Muchas gracias vida, muchas gracias Dios, por poder decir hoy, Aqui sigo....Aqui estoy!!!

"No se ha de ser martillo sino yunque; Puesto que no se trata de saber golpear...Sino de saber resistir"

Tres palabras....


En estos primeros momentos del año que hoy inicia, heme aquí, Señor, silencio y en recogimiento para decirte GRACIAS, para solicitarte AYUDA, para implorarte PERDÓN.

Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron, Por esa mano oportuna que me levantó, por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron, por esos oídos que me escucharon, por ese corazón que amistad, cariño y amor me dieron.

Gracias, Señor... me cuesta decírtelo... por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por la soledad, quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti.

Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.

Yo se que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.

Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que yo no siempre la tomaré.

Perdón, Señor, por mis errores, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad. Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor al compromiso. Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esos oídos que no presté, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó... por ese Yo que se prefirió.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que imploran tu ayuda.

PERDÓN por todos los que no imploran perdón.

Me has escuchado…

Ahora Señor, te escucho Yo!