
Al llegar a casa esa tarde, solo pude correr a mi habitación y aventarme sobre la cama a revivir en mi mente aquel momento en que Jorge me beso, aun no podía entender que era lo que había ocurrido, no quería hacerme ideas o falsas ilusiones con ese suceso, pero no podía dejar de pensar en ello, ¿Por qué me emocionaba tanto el que ese niño me hubiera dado un beso? Yo tenía muy claro que el tenia novia y que moría por ella, yo los había presentado, pero que me había pasado para permitir ese beso, por un momento comencé a creer que Elio tenía razón y que me estaba volviendo loca. Me pase toda la bendita tarde, dándole vueltas a aquel momento esperando se anocheciera para poder descansar y aclarar la situación al llegar a la escuela.
Al otro día me levante muy temprano y mientras me alistaba para ir ala escuela, tome la decisión de no darle demasiada importancia a lo ocurrido y no mencionar nada, ya que solo había sido un beso inocente y no iba a dejar que eso arruinara mi amistad con Jorge y mucho menos la relación que el tenia con su novia.
Llegue a la escuela, sentados en las escaleras del patio principal, se encontraban los chicos del H, yo pase cerca de ellos, con la intención de saludarlos sin detenerme, pero no pudo ser así, Un amigo: David, me tomo del brazo y me pidió que me quedara sentada con ellos, mientras esperábamos el sonido de la campana anunciando el comienzo de las clases. Para mi fortuna el “Zorro” no estaba allí. Los chicos comentaban acerca del partido de Fútbol que se había transmitido el día anterior entre México y E.U. cuando de pronto llego Jorge. Yo rogaba que los chavos no comenzaran a molestarme con el, cuando para mi alegría sonó la campana, me levante inmediatamente y alejándome, me despedí de ellos.
Todo el día transcurrió igual, yo evadiéndolos, ellos buscándome, a la hora de la salida, me dirigí al baño, en el transcurso me encontré a Mario (Otro amigo del H) me pidió que los esperáramos (Isabel y yo) para irnos caminando todos nuevamente, le invente mil excusas para no quedarme, pero todas fueron en vano, sus suplicas pudieron mas y no pude seguirme negando. Cuando regresaba del baño, alguien me tomo del brazo por detrás y me detuvo, era Jorge. Al verlo me puse nerviosa pero trate de disimularlo, el me miro fijamente y muy serio me dijo:
-¿Es mi idea o has estado evitándonos, o mejor dicho evitándome?
-Mmm, no se a que te refieres con eso de evitarlos. Podrías ser mas especifico- Le
Respondí.
-Si, a que todo el día no has estado con nosotros y por la mañana en cuanto yo llegue, te retiraste.
-A no, no digas eso, lo que sucede es que llegaste justo cuando sonó la campana y tu sabes que no me puedo volar las clases- Mi voz se entrecortaba al responderle, pero lo disimule muy bien, porque el no lo noto.
- Mmm, Ok. Oye necesito platicar contigo, hoy me han pasado muchas cosas y necesito contárselo a alguien y quien mejor que tu.
-Discúlpame Jorge, pero no creo poder, será en otra ocasión, ya salí y tengo prisa por llegar a casa, además…
-Además nada- Contesto el, interrumpiéndome.- No me quieras engañar, Mario acaba de decir en el salón que tu los ibas a esperar para irse juntos. Así que no se diga más, al salir hablamos…Por favor no te vayas.
Y sin decir más nada y mucho menos esperar mi respuesta, se marcho.
Al estar sentada junto a Isabel bajo un árbol, esperando a que los chavos salieran de su ultima clase, vi pasar a Lucia, mi compañera y novia de Jorge. Llevaba los ojos irritados como de llorar y al pasar junto a nosotras ni siquiera nos observo.
El tiempo se me hizo demasiado largo en la espera, hasta que por fin salieron, yo trate de caminar antes de que todo ellos me alcanzaran pero no pude, corrieron para alcanzarme y Jorge me rodio el cuello con su brazo e hizo que yo aminorara mi paso, poco a poco nos fuimos quedando hasta atrás y de un momento a otro, los perdí de mi vista, en el camino solo estábamos el y yo, nuevamente como el día anterior Jorge me soltó del cuello, de donde me traía abrazada y me puso frente a el, me acaricio el cabello, acerco su cara a la mía, hasta que pude sentir su respiración en mi rostro y me beso. Esta vez quise quitármelo de encima pero no pude, una parte dentro de mi quería alejarlo y otra quería que no me dejara de besar jamás, como pude me separe de el y quise retirarme pero el me tenia tomada de la mano así que con fuerza, pero sin lastimarme me volteo nuevamente.
-¿Qué sucede contigo Jorge? –Le pregunte muy molesta.- No se de que se trate tu juego o
Que quieras demostrar pero déjame decirte que te estas equivocando. Tú tienes novia,
Porque si a ti eso se te ha olvidado, a mi no. Respétala y respétame, No quise hacer
Ningún alboroto sobre el beso de ayer porque creí que había sido un beso inocente y que
De eso no había pasado, pero creo que tu lo mal interpretaste.
-Déjame explicarte lo que sucede- Me contesto de una manera tan tranquila y serena que
Hasta cierto punto me indigno, no podía creer que después de todo lo que yo le estaba diciendo el no tuviera otra cosa que decirme, más que: “déjame explicarte”.
-Eres un Idiota!!- Le grite y sin mas, me solté de su mano y me fui.
Tome el bus hacia mi casa, sin importarme dejar a mi amiga y a los chavos solos. Por la tarde, llame a Isa y le pedí una disculpa, le platique lo ocurrido y ella como buena amiga entendió.
Al llegar muy temprano a la escuela el día siguiente, me tope con la noticia de que tendríamos libre las dos primeras horas, porque el profe de Física, no se había podido presentar, así que mis amigas y yo, muy enojadas nos fuimos a las canchas traseras a recostarnos. Para mi maldita suerte, Jorge estaba en una de las bancas de las canchas de Básquet, al vernos, se acerco corriendo a nosotras, mis amigas se adelantaron y el y yo quedamos parados en el pasillo.
-Necesito que hablemos y esta vez no voy a dejar que te vayas- me dijo con voz muy
Firme, como casi nunca lo había escuchado hablar, ya que el era un chico que siempre
Estaba riéndose y haciendo bromas.
- Ya no más Jorge, párale a todo esto que te traes. Ya me estoy cansando de tus pinches
Juegos.
-Pero es que no se a que juegos te refieres, déjame platicar contigo. Ayer te dije que me
Habían sucedido muchas cosas, pero tú te encierras en tus ideas y no me dejas decir
Nada.
Nos quedamos un momento en silencio y de pronto sucedió de nuevo lo que ya se venia haciendo costumbre entre nosotros dos, nos besamos, esta vez no me limite a recibir el beso, si no que lo abrace del cuello con un brazo y con el otro, puse mi mano sobre su mejilla y se la acaricie, el ruido de algunos pasos que se acercaban nos hicieron separarnos y de pronto la voz de una tercera persona se escucho.
-Me dan permiso de pasar por favor!
La voz era de Lucia, su novia, yo me quede helada, no supe que hacer, ni siquiera pude quitar mis brazos de su cuello, todo paso tan rápido que por un momento creí que era un sueño.
Lucia no se digno a decir nada, pero al alejarse, volteo a vernos y a pesar de que sus ojos derramaban lagrimas, pude percibir en ellos, una chispa de rabia.
Yo me sentí muy mal por lo que acababa de ocurrir, pero ha pesar de ello, el y yo nos quedamos abrazados por un largo periodo de tiempo.