miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ese hombre


-Hola, ¿como estas? Yo se que esa pregunta esta de más. Se que estas triste y que a lo mejor no quieras verme, pero me gustaría verte, no dejo de pensar en mi.
Me quede callada, al escuchar su voz mi corazón aunque aun quebrado latia con fuerzas al saber que Andres aún pensaba en mi.
-¿Donde te veo?-Le pregunte sin dudarlo.
-Pado por ti a tu casa, si tu asi me lo permites.
-Aqui nos vemos- Nuestra conversación termino y ambos colgamos.
Minutos mas tarde, un automovil, se detufo frente a mi casa , presurosa avance al auto y sin más me subi y nos fuimos.
No pregunte nada y el como respetando mi dolor, tampoco dijo nada, yo me dedique a fingir que apreciaba el paisaje por la ventana, pero realmente la mirada estaba perdida en un punto X y mi mente se daba vueltas entre la pérdida de mi madre y la presencia del amor de mi vida al lado.
El auto se detuvo, sali y camine unos pasos, me quede mirando el paisaje que se posaba frente a mi, un lago precioso, con una fuente en medio.
Andy salio del auto y abrio la cajuela, de dentro saco unos vasos, un refresco y una pizza.
Se acerco, puso todo sobre el cesped, me tomo de la mano y nos sentamos.
Las palabras comenzaron a salir de su boca, palabras absurdas sobre temas absurdos, me hablo del clima, de su trabajo, de la crisis, de su familia y aunque yo hacia mi mayor esfuerzo por permanecer atenta a sus relatos, la mente me traicionaba y volvia a pensar en ella.
Me imagino que termino por darse cuenta y despues de un rato, tan solo se escuchaba el sonido del agua y el cantar de los grillos que comenzaban a salir al caer lentamente la noche.
Se acerco aún más a mi y me abrazo tiernamente.
En ese momento me senti en paz, tranquila y hasta cierto punto y de una manera extraña Feliz. Por que sabia que a pesar de cualquier cosa, el estaba siempre junto a mi, que gozaba si yo gozaba y que sufría si yo sufría...Ese hombre de verdad me amaba.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Siendo sincera conmigo misma


Debo ser sincera con ustedes y conmigo misma y admitiré queno se ser FIEL.

Desde que tengo uso de razón he sido una infiel empedernida y es algo más fuerte que yo.

Cuando aun no tenia historial amoroso de ningún tipo, veía a la gente en sus relaciones, como mentían y eran infieles y no entendía el porqué de esas cuestiones, siempre fui de la idea que cuando realmente se quiere a otra persona no se tenía porque andar con alguien más, creía fielmente que tus sentimientos le pertenecían solo a una persona y no tenias tiempo, mente o corazón para alguien más. Pero obviamente no tenía ni la menor idea de lo que se trataba “El amor” y eso tomando en cuenta o dando por hecho de que ahora si lo sepa, cosa que aún dudo.

Bien dicen que jamás debes escupir al cielo, porque te termina cayendo en los ojos.
Cuando tuve a mi primer novio, Jorge (Ya les platique de él hace tiempo atrás) sentí cosas que por primera vez conocía y el muy estúpido se fue sin siquiera despedirse, a el atribuyo la idea de bloquear mis sentimientos y no permitir que nadie más me hiciera daño y aunque tal vez no lo reconociera, muy en mi subconsciente lo sabía, no puede engañarse a uno mismo.

A partir de mi segundo novio, comencé a ser otra persona, inicie un juego en donde los sentimientos de las demás personas era el factor principal para jugar y mientras andaba con uno, salía con otros. Parece broma del destino pero cuando una está sola, sin ninguna relación, ni un perro nos ladra, aah pero no te inmiscuyas en una relación porque te comienzan a aparecer los galanes como si fueran cucarachas, te salen hasta de las alcantarillas, es la tentación que te ínsita a poner el cuerno, hasta llegar al punto en que te da igual si andas con un hombre soltero o uno
casado.
No me enorgullece ser así, dicen que uno no debe arrepentirse jamás de las cosas que hace, pero yo si lo hago ahora, se que con mis acciones he lastimado a muchas personas y aunque sé que ellos no me leen, les pido desde el fondo de mi corazón una enorme disculpa, jamás quise jugar con sus sentimientos pero lamentablemente lo hice.
Confieso también que me enamore solo una vez, Andrés fue y será el amor de mi vida, pero lo lastime constantemente y a pesar de que hace poco intente pegar las piezas rotas (Cosa que ya después les contaré) se fue de mi vida. Tanto va el cántaro al agua que termina por romperse.
Hoy por hoy tengo una relación con Fer, un niño super lindo y tierno que se que me adora porque me lo demuestra todos los días, pero saben que?... No lo amo. Lo quiero mucho pero por más esfuerzos que hago no puedo amarlo, pero aunque siempre me he considerado muy valiente ahora soy cobarde, no tengo el valor de decirle lo que realmente siento por el.

Para poder iniciar una rehabilitación el primer paso es RECONOCERLO Y ACEPTARLO, Yo lo acepto y lo reconozco; ¿Pero qué sucede cuando a pesar de dar el primer paso... el problema continua??

Me había quedado sola


Aquella mañana, me desperté muy temprano o quizás no logré dormir, busque en mi armario algo que me cubriera del frío y tomé una sudadera que irónicamente mi madre me había regalado y que ese día estrenaría por primera vez…

Llegamos al lugar donde aguardaba su cuerpo inerte, frio. Nos informaron que debías esperar, porque se iba a llevar a cabo la cremación, tal y como ella lo había querido.
Mientras el tiempo transcurría, yo seguía con la mente en blanco, mi corazón estaba quebrado y sufriendo pero trataba de aparentar que podría soportarlo, pero mi mente no lograba asimilar la magnitud de lo sucedido. Es curioso, como ha pesar de los golpes de la vida y las cosas que vemos todos los días, jamás estamos preparados para la partida de un ser querido.

Transcurrido el tiempo necesario, me dieron la urna con las cenizas de mi madre. Nos dirigimos a lo que sería el lugar de reposo de aquella persona que me diera la vida y que fuera guía y luz de mi vida, nuestra casa. La poca gente que nos acompaño, poco a poco se empezó a ir, quedando finalmente mis hermanos y yo. La casa se sentía vacía, yo me senté en la sala y sin darme cuenta me sumergí en un pensamiento de tristeza y soledad, tocaron la puerta, recibí a una amiga que había ido a darme el pésame y como ya era algo tarde, me ofrecí a acompañarla a su casa, tome mis llaves y grite: “Ahorita regreso mami”….
En ese instante entendí que me había quedado sola…Mi madre estaba muerta.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Su ultimo suspiro



Un día, no recuerdo cual, por que llegue a perder la cuenta y para mi ya todos transcurrían de la misma manera, el cansancio me venció y me perdí en la profundidad del sueño.




Un sonido extraño me hizo despertar, un poco confusa, me levante de la cama y me dirigí, guiada por el sonido, hasta la habitación de mi madre, el sonido provenía de su nariz y boca, era el resultado de la dificultad para respirar que le había ocasionado la pérdida de sangre y por consiguiente la falla lenta de algunos órganos.




Una tía se encontraba con ella cuando entre a la habitación, pero como un movimiento coordinado, al mismo instante que yo entraba ella salía para darme privacidad.




Me arrodille junto a mi madre, le acaricie lentamente los cabellos y acerque mi oído a su rostro, sentí su vaga respiración y trate de imaginarme lo que sentía en esos momentos, el dolor y la impotencia de no ser ella misma. Me imagine por un segundo que su “yo interno” salía de su cuerpo y se miraba recostada, tratando de hablarme y abrazarme pero sin lograr su cometido.
-Ya no batalles mas mi amor, has sido muy fuerte- Le dije al oído sin dejar de acariciar su cabello.- Quiero que sepas que siempre has sido la mejor madre del mundo y que aunque nunca te lo dije siempre lo sentí, pero mi orgullo y mi soberbia siempre me hacían ir en contra de las reglas y normas que tú me imponías.
-Sé que me escuchas y se también que no puedes hablarme, no te preocupes mamita, yo se que aunque no me lo digas tu también me amas y que si fuiste dura o exigente conmigo es porque no querías que sufriera y querías hacer de mi una mujer de bien, pues lo lograste mami. Gracias, mil veces gracias, por ser la madre que eres. Te amo y eso jamás va a cambiar. Descansa mi amor, tus hijos siempre vamos a estar unidos y mientras uno de los tres tenga…Los otros dos también tendrán. Ves y aguarda en el lugar en donde algún día nos reuniremos. Te amo!




Al igual que brotaban mis palabras, brotaban mis lagrimas mojando las mejillas de mi madre, le di un beso y recosté mi cabeza junto a la suya. Un instante después, mi madre exhalo un sonido muy fuerte, el sonido del que sería…Su ultimo aliento.

jueves, 7 de julio de 2011

La desconocida...



Aquella noche llame a mis hnos sin que mi madre se enterará, presentía lo peor y quise que todos estuviéramos juntos, en el fondo de mi corazón tenía mucho miedo, era como un animalito al que acababan de cazar y no sabe cuál será su destino.
Irving, no sabía nada porque había estado todo el tiempo en el trabajo, y como era nuevo(ya que estaba ocupando la vacante que mi padre había dejado meses atrás) y Zoe, una semana atrás había partido a Ixtapa, para asistir a un congreso de Medicina que su escuela impartía.
- Debes de regresar a casa lo antes posible- Dije con la voz lo más serena posible, obviamente fingida.
-¿Qué sucede? ¿Ocurrió algo en la casa?- Preguntaba Zoe con insistencia. No quise preocuparla, así que finalice mi llamada con un “mamá tuvo una pequeña recaída”.

Con el transcurrir de unos o dos días, no recuerdo bien, ya que por aquellas fechas perdí por completo la noción del tiempo, la gente se fue enterando del estado de mi madre, los rumores nunca se hacen esperar y un día sin esperarlo llego la hna. de mi mamá y como era de imaginarse me regaño por no haberla puesto al tanto de la situación. Me pidió quedarse para apoyarme a cuidar a mi mamá, que iba poco a poco perdiendo sangre y fuerzas y se la pasaba dormida la mayoría del tiempo.
Acepte la petición porque ya no podía con el cansancio, así que por la noche me retire a dormir a mi habitación, una vez recostada en la cama, me sumergí inmediatamente en un profundo sueño. Por la madrugada la inquietud me despertó y me dirigí hacia la habitación de mi madre, la luz de su recamará estaba encendida, lo cual me alarmo, puesto que a las 2am, no tendría por que estarlo.
Al acercarme, un grito, taladro mis oídos y penetro en mi interior con tal fuerza, que me hizo correr hacia allá. Al entrar una imagen se congelo ante mis ojos y me lleno de horror y coraje, mi madre, estaba tirada en el piso con su cuerpo sobre mi tía, me acerque para ayudarlas, y al mover a mi madre, pude ver su cara, llena de sangre, pues se había abierto el labio con el impacto del golpe y sus ojos estaban en blanco, como se ven las personas en los filmes de terror. Como pudo mi tía se levanto y con fuerza ambas, levantamos a mamá y la colocamos nuevamente sobre la cama. Le reproche el descuido, a lo que ella argumento que se había quedado dormida sin darse cuenta, que no volvería a pasar. Mi coraje hacia ella fue tanto que le pedí se retirara de la habitación y desde ese día yo fui la única que cuidaba a mi madre a todas hrs.

Por la mañana llego Zoe, al escuchar su voz, Salí a su encuentro para prepararla sobre la situación. Ella me escucho en silencio y acto seguido se acerco a mi madre.
-¿Cómo estas mamacita? Ya regrese y te traje muchos regalitos- Le dijo a mamá acercándose a su oído y esbozando una sonrisa, para animarla.
- ¿Quien es esta muchacha, pollito? Dile que se vaya porque no quiero que me vean asi.
Zoe y yo nos miramos fijamente, sin entender lo que sucedía, ella se alejo lentamente y con la mirada me pidió que la siguiera. Al salir de la habitación entendimos que mamá comenzaba a complicarse, la perdida de la sangre la estaba haciendo perder el conocimiento y a tal grado de no reconocer ni a su propia hija.

martes, 5 de julio de 2011

La promesa

-Cuanto tiempo estuve dormida- pregunto, aún medio dormida.
-Mmm, no mucho, tal vez, una hora, ¿Cómo te sientes?
- Pues bien, eso creo, o tal vez eso quiero creer- Esbozo una leve sonrisa que no disimulaba su tristeza.


Aún no se cómo logre desbaratar el nudo que apretaba mi garganta, las palabras temblaban al salir de mi boca y sentía como retumbaban en la nada, sin encontrar un sentido lógico a lo que yo misma decía, divagaba sobre cualquier tema, tan solo para tratar de distraerla.
Comenzaron a avanzar rápidamente las horas y mi madre no mostraba indicios de mejora, los coágulos que emanaban de su cuerpo, incrementaban cada vez más, yo poco a poco comenzaba a mentirle, cada vez que la aseaba y ella preguntaba como seguía, le decía que mucho mejor, que ya casi no brotaba nada, trataba de engañarla a ella, trataba de engañarme a mi. Cuando el tiempo pasó y el sol termino su jornada laboral, ella me dijo:


-Pollito, necesito que te sientes un momento, quiero hablar contigo de mujer a mujer y con toda sinceridad- Y al decir esto, me tomaba de la mano y me acercaba a su regazo.
Sin decir nada, obedecí su petición y acto seguido, siguió hablando.
-Se que este es mi final y por favor no interrumpas a lo que pienso decirte. Debes ser fuerte y entender, aunque te cueste aceptarlo, que ya no voy a estar más contigo mi vida, deberás mantenerte con serenidad, estar preparada para mi partida y seguir las instrucciones que te voy a dejar, para que el proceso de muerte te sea un poco más fácil.
Yo escuchaba, pero no entendía nada, su voz me parecía tan lejana, como alguien que intenta enviar un mensaje a través del viento y este, lo deshiciera sin dejarlo llegar a su destino.
Mientras yo imaginaba miles de historias en mi mente, ella proseguía…


-Cuando yo haya dejado de respirar, llamarás al Dr. Ramírez, le dirás lo que paso y le pedirás que venga a levantar mi certificado de defunción, llamaras también a una funeraria y pedirás que se encarguen de mi cuerpo, solo tres cosas te voy a pedir y necesito que me prometas que las cumplirás.
No soporte más, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, cada palabra suya era un grieta cada vez más profunda a mi corazón.
- 1.- No permitas que nadie te diga que hacer, quiero morir en mi cama, en mi casa, con mis hijos, así que bajo ningún motivo dejes que alguien venga y me lleve al hospital.
- 2.- No quiero velorio, la gente solo se presenta por morbo y a comer gratis, sin importarle realmente el dolor de las personas.
- 3.- Quiero que incineres mi cuerpo y coloques mis cenizas aquí, en la casa, en la sala, quiero estar siempre con ustedes. Prométemelo corazón…


Ahogada en llanto y con la voz totalmente quebrada, dije….TE LO PROMETO MAMÁ!

domingo, 3 de julio de 2011

La Neurona del espejo



Nunca he entendido por que el ser humano es tan complicado, alguien podría darme una respuesta? Pero porque lo es más aún la mujer????




Cuando queremos decir que si, siempre terminamos diciendo que no y viceversa.
Cuando nos gusta una persona y nos invita a salir casi siempre solemos decir que no o que lo pensaremos para darles después una respuesta, cuando sabemos desde el principio que morimos de ganas por decir que si, aa pero no, siempre esta alerta esa maldita cosa ala que yo llamo “ La Neurona del espejio” esa neurona que nos hace ver o decir toodooo al revés, de lo que realmente es o sentimos.




• Que si un hombre nos dice blanco… Nosotras decimos negroo…
• Que si estamos delgadas…Queremos estar gordas…
• Que si una tenemos el cabello rizado, nosotras queremos tenerlo lacio…
• Que si tenemos el cabello rubio…lo queremos pelirrojo…
• Que si nuestro novio es celoso, estamos hartas de que nos vigilen ; pero si ni nos pela, entonces le exigimos que nos celen.

Buenooo, ¿pues de que se trata esto?




Nuestra “Neurona del espejo” siempre esta presente, y es la causante de todos los problemas que tenemos en nuestras vidas, nos bloquea, nos limita y nos hace odiar lo que tenemos o lo que somos, porque siempre estamos prefiriendo o deseando otras cosas que no están a nuestro alcance, esa neurona nos impulsa a reaccionar de manera negativa y a estar en descontento con el mundo y con nosotros mismos.
¿Porque no podemos decir un simple “SI”?, ¿De verdad es tan complicado?
“Si” Quiero salir contigoo…
“No” me gustas, gracias, eres muy lindo pero prefiero decirte la verdad y ser honesta que mentirte. Cuantas chicas no hemos dicho que si a alguien que se nos lanzo, por no “hacerlo sentir mal” o al revés, cuantas veces no hemos dejado ir a un chavo que realmente nos gustaba, tan solo porque las amigas nos dicen que no les gusta para nosotras o porque creemos que decirle que si después de dos citas es “demasiado pronto”.
Por dios, que no nos damos cuenta que nosotros mismos nos complicamos la existencia.
No se trata de lo que la gente o las normas de la moral nos dicten, las normas y la moral, las dictan la sociedad, una sociedad que siempre esta reprimida y que también en su momento dejaron de hacer cosas por esa “Neurona del espejo”… Ya basta.
Tomemos fuerzas, respiremos y decidamos de una vez romper ese espejo que nos muestra las cosas de la forma equivocada, aprendamos a sentir y actuar como realmente queremos!
Rompamos el espejo, es verdad que podemos equivocarnos, pero vale la pena arriesgarse, total , al romperse un espejo, salen miles de espejitos, y si el resultado no nos gusta, siempre tendremos la opción de volver a pegar los pedacitos. Pero jamás nos quedemos con la duda del que “hubiera pasado” o del “si yo hubiera hecho esto…”




“Es mejor arriesgarse y arrepentirse de haber hecho algo; Que arrepentirse, por jamás haber hecho nada…”

lunes, 6 de junio de 2011

El pirncipio del fin PARTE II

Subí las escaleras, corriendo a toda prisa, tratando de no imaginarme las peores cosas.
Su llamada me había dejado con la incertidumbre de saber qué es lo que ocurría y sus últimas palabras “Me estoy desangrando”… eran la gasolina que hacia palpitar mi corazón a mil.
-¿Donde estas? – Grite con desesperación.
El silencio me contestaba bruscamente.
-¿Dónde estás mamá?- Insistí.
-Acá….En el baño- Logre percibir su miedo a pesar de querer fingir la voz.
Avance a su encuentro, abrí la puerta, aun recuerdo la escena que a continuación presencie. Mi madre hincada en el baño, a su alrededor habían manchas de sangre, tenía los ojos hinchados de llorar, aunque trato de disimularlo cuando escucho mi voz.
-¿Que ocurre mamita? – La tome de la mano, tratando de darle animos- Anda levantate que ya veras que no pasa nada, esto es solo un susto.
No se quiso poner de pie, solo tomo mi mano con indiferencia y entre sollozos me dijo:
- Creo que ya se acerca mi final “pollito”, tienes que ser fuerte y prepararte para lo que venga.
Entre las tantas cosas que siempre le envidie a mi madre, se encontraban el carácter fuerte y la valentia que la caracterizaban, jamás mostro dolor ni se dejo doblegar por nada, aún en esos momentos que se, estaba muriendo de miedo por dentro, por fuera mostraba una tranquilidad y una confianza que impactaban, aún en ese instante pensaba con la cabeza fría, y queria darme recomendaciones de cómo actuar en tal o cual caso, pero no la deje iniciar su monologo.
-No digas esas cosas mamá, no va a pasar nada Ok.- Mi voz era fuerte y clara.
Por dentro tenia igual o mas miedo que mi madre, pero aunque en mi garganta se formará un nudo tan grande que me dificultaba articular palabras, a ella no le deje ver mis verdaderos sentimientos, estaba claro que si una se doblegaba, terminariamos muy mal las dos.
Aun en contra de su voluntad, la volvi a tomar de la mano pero esta vez haciendo fuerza contra la pared, para poder levantarla, al fin tuve éxito, la limpie rapidamente y la lleve a su recamara, se acosto en la cama y me pidio que le acercara un bote de basura, por cualquier cosa, me ordeno que a partir de ese momento no dejará que nadie entrará a verla y poco despues se quedo dormida.
A los poco minutos, me retire para dejarla descansar, la desesperación y la incertidumbre son una mala combinación , que atacan directamente al sistema nervioso, no pude estar tranquila y como mi concentración tenia un gran deficit de atención, decidi regresar a la habitación de mi madrepara ver como estaba.
Mi sorpresa fue, que al poco tiempo que llevaba acostada, su cama ya estaba manchada de sangre, su ropa estaba completamente empapada, ella seguia dormida, comence a quitarle la ropa lentamente para asearla, tratando de no despertarla.
Mis manos comenzaron a temblar y sin poder evitarlo, las lagrimas brotaron de mis ojos al ver que de su cuerpo salian cuagulos de sangre del tamaño de mi puño. En ese instante mi corazón comenzo a quebrarse…

jueves, 2 de junio de 2011

El principio del fin PARTE I



Su ausencia, me consumía por dentro, pasar los días como impulsados por un mecanismo que se activa en caso de emergencia no era vida. Iba y venía del trabajo disimulando estar bien, cuando la realidad era otra, sonreía y hacia bromas, pero cerrando la puerta de mi habitación, el llanto llegaba como el buen amigo que jamás te deja sola.




Pasaron los días, las semanas, los meses y no tuve noticias de él, sus palabras aún taladraban mi cabeza y el tiempo no había logrado apartarlo de mis pensamientos, el trabajo era un buen distractor, pero llegaban a mi mente recuerdos de las veces en que me iba a visitar o me hacía llegar con algún niño un detalle y de nuevo empezaba mi ciclo de melancolía.




Por fin llegaron mis vacaciones, las estuve esperando con ansias, porque sabía me alejarían de tanta presión, viajar a algún lugar lejano y respirar nuevos aires seria lo idóneo para cargar mi batería y empezar de cero, escribiendo una nueva historia sin él.



Un día antes de partir a mi destino vacacional, Sali a comprar algunas cosas que necesitaba.
-¿Donde estas ?– Preguntaba su voz.
-Ya casi voy para la casa ,¿ porque, acaso necesitas algo? -Conteste.
-No quiero estar sola, tengo miedo pollito - Dijo la voz del otro lado del auricular.
-¿Miedo porque?¿Que sucede?
- Fui al baño y….
- ¿Y que mamá? ¿Que paso?- Le pregunte preocupada.






Y tras de varios segundos de silencio, solo dijo.
- Me estoy desangrando!!!….

miércoles, 25 de mayo de 2011

Soltando mi mano, se fue.



Camine hacia él con gran indiferencia, aunque quería correr y esconderme, temerosa de lo que se avecinaba, trate con todas mis fuerzas de tragarme el miedo y la incertidumbre que me invadía, no debía ni podía, levantar sospechas ante aquellas personas que tenia de frente, al pendiente de cada movimiento que yo pudiera hacer, acechando a su presa, y esperando a que me descuidara, para lanzárseme a la yugular y fulminarme.
Con cierto aire de arrogancia, pase junto a Andrés y sin brindarle mayor importancia a su presencia, me acerque a mi madre.

-¿Me hablabas mamá? ¿Qué se te ofrece?
- Andrés acaba de llegar y me pidió permiso para hablar contigo- E inmediatamente, el interrumpió.
- No madrina, no solo quiero hablar con ella, también con usted.

Sus palabras solo lograron inquietarme más, las piernas me temblaban y las manos sudaban frio.
Esperaba lo peor, en mi mente, ya me había creado en cuestión de segundos, las escenas posteriores de lo que “según yo” el iba a decir, mi corazón sentía que ese instante seria el principio del fin…
Mirándome a los ojos, se acerco y me tomo de las manos.
De todo corazón les pido perdón, mi intención jamás fue causarles algún dolor o mal entendido ni a ti, ni a tu familia. Reconozco que fue mi error, hablar con mi madre y mucho mayor error fue, hacerlo en estado inconveniente, les pido una disculpa enorme, en nombre de mi madre- En sus ojos se reflejaba una enorme sinceridad y una tristeza que calaba hasta los huesos.
El tan solo verlo, ahí de pie frente a mí, sentir sus manos sobre las mías y escuchar sus palabras, provocaron que se formara en mi garganta un nudo tan grande que me impedía articular palabra.

Continuo- De frente, madrina, le digo que su hija, jamás ha tenido nada que ver conmigo, no sé porque se habrá dado este mal entendido, pero de verdad les pido una disculpa, yo respeto mucho a esta familia y a usted la quiero como a una madre, si no es que más que a la verdadera.
Les prometo que no volverá a suceder algo como esto y que sobre todo, no me volveré a cruzar en sus caminos- Y al decir estas últimas palabras, sus ojos se mostraban cristalinos, invadidos por las lagrimas que trataba de reprimir, y soltando mi mano, se fue.

martes, 17 de mayo de 2011

Tres palabras...



El ruido del teléfono me despertó, a lo lejos, el sonido de la lluvia golpeando contra el suelo, creaba en el ambiente, una sensación de nostalgia, de vacío, como si el cielo supiera que mi vida no estaba bien y lloraba mostrándome su apoyo…
Mire la pantalla del celular y su nombre me exigía con insistencia que lo contestará, mi corazón hubiera querido tener manos propias y tomarlo, escuchar su voz y palpitar al unisonó con su respiración. Lo apague, no tenía fuerzas para iniciar una guerra de sentimientos de la cual, sabía de antemano, iba a salir perdedora. Estaba “según yo” decidida a dejar esa historia en el pasado, acabar de una vez con aquel capitulo de mi vida, que jamás debió escribirse, pero aunque nosotros mismos tratemos de engañar al corazón, en el fondo, sabemos que no queremos que esa relación termine, por tormentosa o inmoral que parezca. Porque cuando se siente un amor de verdad, no se piensa, tan solo se actúa!!
Transcurrieron los días o las semanas, no lo se, llegue a perder la noción del tiempo, el dejo de buscarme, me imagino que se había cansado de llamarme sin éxito alguno, tal vez se sintió herido y no quiso ser más un títere de mis decisiones o puede ser que solo hubiera sido un juego, al que yo le facilite un fin. Por ilógico e incomprensible que parezca, a pesar de haberle pedido que no me buscara y de haber ignorado sus intentos de comunicación, aún pasaban las horas y yo seguía mirando mi teléfono, esperando encontrar una llamada o algún mensaje que me hiciera saber que no me había olvidado.
Una tarde al regresar del trabajo, encontré a mi mamá acostada en la “hamaca” del jardín y escuchando música, cosa que tenía tiempo había dejado de hacer, la salude, subí a mi cuarto y comencé a platicar con Zoe de trivialidades. Transcurren algunos minutos, escucho la voz de mi madre llamándome, bajo y me dirijo a ella, una imagen paralizo mi andar…Laura, Blanca y Andrés acababan de llegar.
- Hola…Buenas noches- Dijo él y dirigiendo su mirada hacia mí, continuo- Me permites un momento…
De pronto, tres palabras congelaron mi vida en un instante… Necesito hablar contigo!

viernes, 13 de mayo de 2011

La Ley de la Hoja al Viento



¿Porque los seres humanos seremos tan complicados?, si tenemos algo cerca, anhelamos lo que está lejos, si nos permiten cosas, deseamos aquello que nos prohíben, si una persona nos demuestra su amor y hace hasta lo imposible por estar a nuestro lado, queremos y le damos mayor importancia al que nos ignora y nos trata con la punta del pie.
Teniendo tantos hombres libres en el mundo, como peces en el agua, tenía que enamorarme de uno que ya tenía compromiso, ¿porque me complicaba la existencia, con situaciones dolorosas y triángulos amorosos? ¿Que acaso mi vida no tenía suficientes problemas ya, con la enfermedad de mi madre, para agregarle uno más? ¿Mi corazón no tenia las suficientes cicatrices y grietas como para dañarlo aún más? Respuestas que hasta el día de hoy no me he podido contestar.
A Esto le llamo “La ley de la hoja al viento”
Imaginen, que un día hermoso y soleado se transforma de pronto en obscuro y con un aire que sopla como anunciando el comienzo de alguna tormenta, se sientan en la banca de un parque tratando de descifrar si lloverá o saldrá nuevamente el sol, las hojas de el árbol que les cobijaba, comienzan a desprenderse lentamente hasta terminar en el suelo, como olvidadas por aquel tronco que las protegía. Una hoja cae justamente sobre nuestro zapato, la observamos y agitamos el pie, para alejarla de nosotros, sin mayor importancia, comenzamos a mirar nuestro rededor y de pronto nuestra mirada se detiene en una hoja del mismo árbol, pero que se encuentra retirada de nosotros, sin saber porque, nos levantamos para tomarla y apreciarla con mayor cuidado, pero que sucede: Mientras más tratamos de acercarnos a aquella hoja, completamente igual a la que se poso en nuestro zapato momentos antes, esa hoja, se aleja como huyendo, el aire es su aliado, no permite que la cojamos, damos un paso y ella temerosa da otro, damos otro paso, ella desafiante da dos más, nos detenemos para tratar de engañar al viento y ganarle la carrera, y la hoja se detiene solo un instante para gritarnos, ¡ven a ver si puedes tomarme! Pero será en vano todo, porque podrán suceder dos cosas:
1.- Logramos acercarnos lo suficiente a la hoja, para arrebatársela al viento y una vez que la tenemos en nuestras manos, nos damos cuenta que es completamente igual a la que despreciamos de nuestro zapato y terminamos, por desechar a esta también. Ó
2.- Por más que corramos y le declaremos la guerra a la corriente de aire, aquella hoja emprenderá la huida, para ser apreciada por muchos otros ojos, pero poseída por ninguna mano.
Cuando tenemos un amor, a nuestro alcance, a nuestra disposición, no lo queremos, agitamos el pie y lo rechazamos de nuestro camino, y luchamos y desesperamos hasta los dientes, por poseer la atención o el amor de la persona que nos ignora, que tiene un compromiso o que tal vez ni siquiera ha notado que existimos.
¿Qué tiene esa persona que no posea la que está a nuestro alcance? Fácil, simplemente que nos gustan las cosas que nos prohíben, que le damos un valor diferente a lo que nos causa más trabajo, que nos gusta complicarnos la existencia. Nosotros mismos nos hacemos la vida difícil y cuando ya arriesgamos el todo por el nada y logramos que aquella persona nos ubique en su mapa, la mayoría de las veces, llegamos un día a la conclusión de que “aquella hoja” es igual a la otra y la arrojamos nuevamente al suelo, sin que nos importe más.

martes, 10 de mayo de 2011

La Elección


Al verme corrió a mi alcance, me rodeo con sus brazos y me abrazo tan fuerte y estremecedor, de manera tal que pareciera no volvería verme jamás o tal vez, el recuentro de dos viejos enamorados que con el paso del tiempo se alejaron y un día de pronto, el destino los volvió a colocar en el mismo camino.
Con indiferencia, lo aleje de mi lado, rechazándolo con mis brazos, aleje su cuerpo de mi cuerpo. Mi orgullo y mi enojo, podían más que el amor que me embargaba por dentro, que muy en el fondo de mi corazón, quería y necesitaba sentir su calor, besarlo y decirle que a pesar de todas las tormentas que nuestra barca atravesara, jamás dejaría la navegación a su lado, que valía la pena surcar los mares por inciertos que fueran mientras nuestro amor siguiera firme. Pero todos esos sentimientos se ahogaban dentro de mí, mi corazón le ordenaba a la boca que articulara frase alguna, que expresara con palabras los sentimientos que oprimían mi pecho, pero el cerebro le mandaba mensajes de alerta, le decía: No hables, no digas nada, recuerda que el hecho esto a perder, él fue quien hablo de más y con la persona menos indicada, el es el culpable de que esta historia haya llegado a su final, hazlo pagar! Era como una vocecita que no me dejaba en paz, que no quería que el amor le ganara a la razón en aquella batalla que mi vida atravesaba y desgraciadamente triunfo….
-Si te cite aquí, no fue para abrazarte, no te confundas que este no es un encuentro amoroso- Y al terminar de decir esas palabras, me quede mirándolo fijamente a los ojos.
-¿Que sucede pollito? ¿Por qué me hablas así?
- ¿No me digas que no te has enterado el resultado de tus actos? Está bien, al inocente jovencito, le voy a tener que refrescar la memoria. Ayer fui sometida a un juicio por parte de tu esposa y tu suegra, ya se enteraron que yo soy “Tu amante” y me armaron un drama en mi casa y se entero mi mamá. ¿Estás loco o que tenias en la cabeza, cuando le contaste de lo nuestro a tu madre?
-No sé de qué me hablas, yo no le he dicho nada de lo nuestro a mi mamá, a la única que se lo comente fue a mi tía Paty y no fue con mala intención, espero entiendas un poco como me siento, estoy atravesando una situación difícil, me duele dejar a mi hija, destrozar la familia o al menos ese intento de hogar que siempre quise para mi niña, y por otra parte estoy muy feliz, como jamás lo había estado, por que encontré el amor, porque mi vida por fin tiene sentido y eso es gracias a ti, porque existes, porque nos cruzamos en el camino y no puedo quedarme callado porque voy a explotar con todo esta felicidad por dentro, necesitaba platicárselo a alguien y me sincere con mi tía, ella siempre me ha querido como a un hijo y no creí que ella traicionara esa confianza.
Por favor no me culpes, no me juzgues por algo que se salió de mis manos, sin querer hacer daño y menos a ti, que eres el amor de mi vida.
- Lo siento Andrés, pero hemos llegado al punto en el que este callejón, ya no tiene salida, ayer lo negué todo y le pedí a Laura que te pusiera delante mío para que en mi cara, sostengas esas “mentiras”, no por miedo a tu esposa, fue por miedo a mi madre, no a que me pegue ni a decepcionarla, miedo, pavor a causarle daño, a que esa decepción agrave su situación y ocurra algo que jamás me perdonaría a mí misma. Perdóname por no luchar más por este amor, perdóname por ser cobarde y por poner a mi madre por sobre todas las cosas.
- ¿Entonces prefieres la comodidad de tus mentiras al dolor de la verdad, pero ganando la libertad de nuestro amor?- Me pregunto él, reflejando en su mirada y en su voz, la desesperación de un niño al que están alejando de su juguete preferido.
- No me pongas a elegir entre mi madre y tú, porque ten por seguro que no te va a gustar mi respuesta…

domingo, 8 de mayo de 2011

Corte la llamada...



Sabía que tenía todas las de perder, sabía que me estaba introduciendo más a la boca del lobo, que me aleje del camino de la verdad y perdía poco a poco la oportunidad de aclarar la situación, sincerarme con mi familia y alejar mi vida de toda la tormenta, pero no podía ceder, ya había tomado la decisión de continuar en mi mundo de mentira y no iba a provocarle un dolor a mi madre que fuera el causante de que algo malo le pasará, eso jamás me lo hubiera perdonado. Si, se que estaba mal, ¡fui cobarde! ¡Muy cobarde! Si, lo acepto, pero a veces lo correcto, no es la mejor solución.
A la mañana siguiente, me aliste para ir a la universidad y mientras arreglaba mis cosas, mamá varias veces intento comenzar una conversación superflua y banal pero a todo le contestaba cortante y esa conversación terminaba mucho antes de empezar. Quise mostrarle con mi actitud, que estaba muy indignada porque ella hubiera creído aquella “mentira” y se hubiera prestado a ese juego. Tome mis cosas y me fui.
- ¡Necesitamos hablar ¡- Le exigía a Andrés por teléfono, mientras subía los escalones a mi salón de clases.
- ¿Qué sucede pollito? ¿Estas enojada?- me preguntaba el, sin entender lo que sucedía.
- Necesitamos hablar en persona urgentemente, me has decepcionado y lo que tengo que decirte, lo tengo que hacer mirándote a los ojos. Nos vemos a las 2:00 en el parque de siempre- Y sin escuchar su contestación, corte la llamada.

Inocente...Hasta que se compruebe lo contrario.


Trate de que el miedo no le ganará a la razón y que mi mente comenzará a generar ideas nítidas y coherentes para poder pensar bien las cosas, algo dentro de mí, aunque había decidió alejarse del problema y huir, una parte más fuerte, me decía que no debía hacerlo, que las cosas no se resuelven huyendo y que era mucho mejor dar la cara y decir la verdad, independientemente de que se lo merecieran los demás, me la merecía a mí misma.
Así que sin más, me despedí de mis amigas, prometiéndoles avisarles cualquier decisión que tomara y alejándome para estar sola.
-¡Vaya, hasta que llegas!- Fue la frase con la que me recibió mi mamá, en cuanto abrí la puerta…
Así es, efectivamente, decidí arriesgarme a lo que viniera y llegar a mi casa, con las piernas temblando, mi voz entrecortada, las manos frías y un nudo en la garganta, me introduje al “OJO DEL HURACAN”
-¿Por qué llegas a esta hora? ¿Qué no se supone que salías a las 2pm?- Para cuando llegue a casa, el reloj ya marcaba las 4:30 de la tarde.
-Así es mamá, lo has dicho muy bien “salía” porque como hubo demasiada gente, me pidieron que me quedara tiempo extra, por eso, llegue a esta hr.- Después de tanto tiempo viviendo una doble vida y teniendo el papel de amante en esta novela, Obvio, si alguna habilidad había adquirido, era la de mentir y de una manera muy rápida creaba guiones de la nada.
De pronto, como acto de magia, hicieron su aparición Blanca y Laura, sin decir ni una palabra, se sentaron frente a mí, imagino que esperando que yo tomará la iniciativa de decir algo a mi favor. Yo, haciéndome la occisa, me dirige a la cocina y comencé a servirme de comer, disimulando mis nervios, me dirige al comedor y cuando me senté a la mesa, comenzó el interrogatorio.
- Nos acabamos de enterar, que tú eres la amante de Andrés, ¿Eso es lo que te han enseñado aquí en tu casa? – Se notaba en las palabras de Blanca, que se contenía para no gritar o aventarse a los golpes.
- Jajajaja ¿Qué yo qué? ¿No se a que te refieres?- Y mirando a los Ojos a ambas mujeres, me levante y camine hacia ellas, con tanta seguridad que hasta yo me sorprendía.
- Hoy por la mañana, le dijeron a Laura que su marido anda contigo- Me decía mi madre- Su suegra le hablo y dice que el mismo Andrés se lo confesó ayer, estando borracho ¿Es verdad eso?
- Bueno pero ustedes se han vuelto locas- Conteste con Indignación- Me sorprende que vengan a mi casa a decir esas cosas y me sorprende aún más de ti mamá. Tú Laura, sabes mejor que nadie que tu suegra es una chismosa, que ha inventado cosas hasta de ti, entonces que te puedes esperar que diga de los demás y sobre todo, que crean lo que “supuestamente” dijo Andrés cuando estaba borracho…
- Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad ¿No crees?- Dijo Laura, interrumpiéndome.
- Bueno, me parece bien, si quieren creer eso, ustedes son libres de hacerlo, pero como en todo juicio, necesito que me demuestres con pruebas que de lo que me estas acusando es verdad, no voy a discutir en algo que no vale la pena, ni le voy a dar importancia a algo que no lo tiene, a mi la gente no me da de comer, Así que lo único que te voy a pedir es que me traigas a tu marido y a tu adorada suegra y que lo que supuestamente dijeron, me lo digan a mí de frente, vamos a ver si me lo sostienen en la cara.
Al fin que el “acusado” tiene derecho a que se le presenten pruebas… Ya que yo seguía siendo Inocente, hasta que se me comprobará lo contrario.

lunes, 21 de marzo de 2011

Plan de Contingencia


¿Bueno?- Conteste mi teléfono celular, estando en el comedor de mi trabajo, acababa de salir a comer, ya que había tenido una mañana algo pesadita por ser días de quincena, como todos saben, la mayoría de los establecimientos se abarrotaban de gente y un centro comercial con mayor razón.

- ¡Oye, acaba de estallar la bomba!- Me decía la voz del otro lado del auricular.

- ¿Zoe, eres tú?- pregunte al no reconocer el numero de teléfono que aparecía en la pantalla, pero tratando de reconocer un poco la voz.

- Si mensa, soy yo.

- ¿Qué paso? ¿A que te refieres con que acaba de estallar la bomba?

- ¡Ya saben todos que tú y Andrés tienen una relación!

- ¿Queeeee? ¿Estas jugando verdad?- No podía ser posible que en menos de medio día que había transcurrido aún, se hubieran enterado de la relación que Andy y yo llevábamos a escondidas.

- No, no estoy jugando, te lo estoy diciendo muy en serio. Acaba de venir Laura, llorando, le dijo a mi mamá que, su suegra, le había llamado por teléfono muy temprano y que le platico que anoche cuando Andrés regreso a casa de sus papás, iba muy tomado y que comenzó a decir cosas medias raras…

- ¿Qué cosas? ¿Qué dijo?- Le preguntaba con impaciencia a mi hermana, al mismo tiempo que me levantaba de la mesa en la que estaba y me alejaba a algún rincón del lugar, donde nadie pudiera escucharme.

- Pues le confeso a su mamá, que se había separado de Laura por que estaba enamorado de ti, les contó que poco a poco se enamoro y que tu le correspondes, que se va a divorciar, para casarse contigo.

- ¿Pero como paso? ¿Qué hizo mi mamá?

- Pues mi mamá esta muy desconcertada, aún no lo puede creer, me pregunto que si yo sabía algo de eso, pero obvio que le dije que no y que se me hacia un vil chisme para calumniarte, que ella te conocía y sabia que tu ni tiempo tenias de tener novio, que te la vivías siempre en el trabajo.

-Aja y ¿Ella te creyó? ¿Que dice Laura?- Yo no paraba de hacer preguntas, necesitaba saber como había ocurrido todo para tratar de pensar en alguna solución rápida. Aunque la verdad no creí poder hacerlo, a pesar de estar conciente que esas cosas alguna vez se descubren, pues todo lo que sube tiene que bajar, lo veía muy lejano a mi realidad y no me tome jamás el tiempo de preparar mi “ Salida de emergencia”.

- Mamá trato de tranquilizar a Laura y decirle que estaba equivocada, pero aquella no entiende de palabras, te odia y quiere matarte, estuvo a punto de irte a buscar al trabajo, pero creo que en el fondo aún tiene algunas dudas que la hicieron contener su impulso. Ahora cuando llegues, te van a estar esperando Blanca, Laura y mi mamá, las tres quieren encararte y someterte a un interrogatorio, para que digas la verdad y se termine todo esta telaraña de mentiras que se esta tejiendo en torno a ustedes dos. Así que piensa bien que vas a hacer y que vas a decir, yo por eso te estoy avisando, para que estés alerta y tengas tiempo suficiente para tratar de salir bien librada de esta.

Pase el resto de mi jornada en automático, como un zombie que no sabe el porque hace las cosas, que actúa mecánicamente, por impulso, por rutina.

Al terminar mi turno, me quede fuera de mi trabajo, sentada platicando con mis amigas de confianza lo que me estaba sucediendo, pidiendo sus consejos, ellas no tardaron en hacer su lluvia de ideas, una me decía que dijera la verdad para que pudiera estar tranquila con mi conciencia, otra, que mintiera, al fin que a lo largo de todo ese tiempo, ya me había hecho una master en mentiras, y no me costaba ningún esfuerzo programar mi cerebro para crear una película de ciencia ficción en menos de cinco minutos, otra más me dijo que hiciera lo que mi corazón me dictara, pero mi corazón estaba demasiado ocupado latiendo a mil por hora con tanta presión que no tenia tiempo de detenerse a emitir algún sentimiento.

No se porque extraña razón pedimos consejos a las demás personas y cuando ya escuchamos todo lo que tenían que decirnos, hacemos caso omiso a todo eso y terminamos haciendo lo que se nos pega la regalada gana. Contrario a lo que todas ellas me dijeron y a como hubiera actuado en otras ocasiones donde siempre me jactaba de mantenerme de pie y afrontar las consecuencias, me paralizo el miedo y lo único que vino a mi mente fue la salida más fácil, mi “PLAN DE CONTIGENCIA”…No regresar jamás casa.


sábado, 19 de marzo de 2011

Sin que se de cuenta el gato


Los días comenzaron a transcurrir sin novedad, idas y venidas del trabajo, encuentros a escondidas con Andy, mi entorno familiar tranquilo y la salud de mi mamá estable.

Un día, me solicitaron en el trabajo quedarme hasta tarde por que se iba a realizar un inventario, de existencia de material y requerían mi apoyo, a lo cual no pude negarme, sin más, llame a mi casa para que no se preocuparan por mi retardo.

Salí a las 11 de la noche, llegue a mi casa y no encontré a nadie, supuse que mamá y Zoe pudieran estar en casa de alguna amistad, así que me dispuse a dormir dominada por el cansancio.

Alrededor de las 03:00 de la mañana, me desperté por los movimientos de una mano que me agitaba bruscamente, a la vez que pronunciaba mi nombre en voz baja pero insistentemente.

- ¿Qué sucede? ¿Qué te pasa estas loca?- Le pregunte a Zoe, que era la culpable de arrancarme de los brazos de mi amado “Morfeo”.

- ¡Ni te imaginas lo que acaba de pasar!- Me contesto con cierto aire de sorpresa y nerviosismo en su voz.

- No pues como me lo voy a imaginar, porque por si no lo notaste, estaba profundamente dormida.-Lo irónico de mi comentario, la hizo esbozar una leve sonrisa.

- Estábamos mamá y yo en casa de tu “socia”-Obviamente se refería a Laura con cierto grado de burla hacia mí, común entre nosotras y sin mala intención, a lo cual no pude evitar reírme.

- Aja y que paso.

- Cuando de pronto, entro corriendo Blanca y nos dijo: -Rápido salgan, allá afuera esta Andrés, se esta acercando con un mariachi y viene sumamente ebrio.

- ¿Queeeee? ¿Me estas diciendo que Andrés, le trajo serenata a Laura?- Comencé a sentir como mi sangre hervía por dentro y algo caliente me invadía por completo.

- Pues eso pensábamos, como te imaginaras no pudimos contenernos y salimos a verlo, nos acercamos a el, cuando de pronto un amigo se le acerco y lo detuvo para que no siguiera avanzando, hablo algo con los músicos y aquellos se retiraron, menos Andy, el se sentó en la acera y al verme, me dijo: Dile a tu hermana que la amo, que es el amor de mi vida y que ya no pude llegar a llevarle serenata.

- ¡No inventes! ¿Todos lo escucharon?- Mis piernas temblaban y comencé a sudar frío, presintiendo que algo malo se aproximaba.

- ¡No!, para tu buena suerte, Blanca, Laura y mi mamá estaban secreteándose algo cuando el me dijo eso, solo lo escuchamos su amigo y yo.

Cuando ella pronuncio esas palabras, sentí que mi alma regresaba al cuerpo.

- Debes estar alerta, porque esto puede traer algún problema, me imagino que mi mamá mañana te va a comentar sobre lo que ocurrió, trata de no delatarte y de parecer sorprendida.

Sin más, las dos nos acostamos, tratando de dejar el tema por la paz y conciliar el sueño, lo cual fue imposible para mi, los nervios por el relato de mi hermana no me dejaban cerrar los ojos, me quede recostada, mirando las estrellas, hasta que el peso de la noche logro vencerme.

Al otro día me levante muy temprano, me aliste para ir a trabajar y como los ratones que salen de su guarida a buscar algo que comer, sin que se de cuenta el gato, haciendo el menor ruido que pudiera despertar a mí mamá…Salí de la casa.

jueves, 17 de marzo de 2011

Entre el bien y el mal


Mi corazón palpitaba rápidamente, dentro de mi se encontraban una mezcla de alegría y miedo a lo que se aproximaba, estaba conciente de los eventos que ocurrirían pero estaba decidida a afrontarlos y luchar por el amor que nos teníamos.



Andrés se fue a vivir a casa de sus papás, nos comenzamos a ver con mucha más frecuencia por que el ya no tenia que preocuparse por llegar a casa con su esposa y no levantar sospechas con sus constantes horas de “trabajo extra” que no le permitían estar mucho tiempo en su casa.

Laura y Blanca, ahora iban con mayor regularidad a mi casa, todas las tardes al regresar del trabajo, las encontraba hablando pestes de Andrés, diciendo que tenia una amante y que había dejado su casa por irse a revolcar con aquella mujerzuela, que solo se dedicaba a destruir hogares.

Mi mamá decía que no lo podía creer, que el no se veía que fuera un mal hombre, que estaba muy sorprendida de la noticia y trataba de darle consejos a su “ahijada” diciéndole que si aún quería a su marido, que luchara por el, que lo buscara y hablaran bien la situación, como personas civilizadas, que tal vez su matrimonio aún tenia arreglo. Pero que ella también aceptará que lo descuido, que si su marido busco a otra mujer fue porque ella también fallo en algo, que una relación es de dos y que ambos debían hablarse con la verdad. Yo algunas veces me sentaba cerca y escuchaba los comentarios, otras veces intervenía en la platica, fingiendo darle la razón a ella y entenderla, pero en el fondo no tenia mas interés que el saber que es lo que iban averiguando con el paso de los días y así como un soldado en época de guerra, mantenerme oculta, sabiendo con certeza la estrategia que utilizaba mi enemigo, esperando en silencio el momento idóneo para atacar y así, ganar la guerra.



De pronto me sentía en una escena de caricatura, donde el personaje principal, tiene sobre sus hombros al angelito y al demonio (uno de cada lado) diciendole que es lo que debia de hacer, hablandole acerca del "BIEN Y EL MAL" desde el punto de vista de cada uno. En el fondo si sentía pena, vergüenza y hasta cierto punto lastima por ella, porque no me gustaría estar pasando lo que ella sufría, porque jamás se porto mal conmigo, porque tenían una familia, por que la conocía y porque mi mamá la quería mucho. Por momentos me doblegaba el sentimiento de compasión y arrepentimiento, me sentía mal conmigo misma, me sentía culpable, me sentía por decirlo de alguna forma”sucia” porque eso no era lo que mis padres me habían enseñado, no me habían ensañado a destruir hogares ni a defraudar la confianza que se me hubiera brindado. Pero…cuando esos sentimientos me embargaban, surgían dentro de mi, otro tipo de preguntas... ¿Que se puede hacer cuando los sentimientos del corazón pesan más que la razón o la conciencia? ¿Por qué resignarme a perder lo único bueno que tenia mi vida? ¿Ella valía más que yo, como para dejarle al amor de mi vida? ¿Por qué debía ella ser feliz y yo no? Al fin y al cabo yo no lo había buscado, yo no había hecho que el se fijara en mi, yo no me cruce en su camino, fue el quien propuso el juego que yo acepte sin pensar en nada más. No me “lavaba las manos", puesto que nadie me había colocado una pistola en la sien, reconocía mi parte de culpa y la aceptaba con todas las consecuencias que esto representaba, ya era una persona adulta, capaz de diferenciar el bien del mal y hacerme responsable de mis actos.

Todos esos cuestionamientos, llenaban mi ser de rebeldía, de ira, de coraje y me impulsaban a seguir a delante en el camino que había tomado, sin mirar hacia atrás y así luchar por lo que era mío…


miércoles, 23 de febrero de 2011

Exploto la bomba

Mi vida no volvería a ser igual y a pesar de que había perdido a mi padre, no sentía el dolor que creí, sentiría cuando ese día llegara.

La decepción bloqueo todo sentimiento de tristeza y le dio paso a la ira, al coraje, a la soberbia y avivo aún más mi rebeldía. Comencé a pasar mas tiempo en el trabajo, aun cuando terminara mi jornada, prefería quedarme con mis amigas y compañeros para bloquear mi mente.

Un sábado, Andy me fue a buscar a la escuela, nuestra relación era la única cosa buena que tenia a mi favor y trataba de refugiarme en el, era el amor de mi vida y por tanto era la persona que lograba hacerme olvidar tanto rencor.

Nos sentamos en una banca de aquel parque en que alguna tarde atrás nos dimos nuestro primer beso, el comenzó a hacerme cosquillas y yo, para defenderme, lo comencé a morder despacito en el pecho y en la espalda. Eran aquellos instantes los que hacían que me derritiera por el, siempre tenia un detalle, una sonrisa, un beso para demostrarme su amor por mi.

En un instante, lo abrace y nos quedamos en silencio:

- Ya me canse de esta situación- Le dije- Ya no quiero seguirte viendo a escondidas.

- Sabes bien que a mí más que a nadie me molesta esta situación y sabes también que he querido hablar con tu mamá y decirle las cosas de frente, que sepa que nos amamos y que se entere por mí que tengo buenas intenciones contigo. Pero tú eres la que no me deja decírselo.

- ¡Lo se! Pero entiende que no puedo hacerle eso a mi mamá ahora, esta muy enferma y no quiero ser yo la que le de una noticia tan fuerte, no quiero que por mi culpa se ponga mal. Entiendeme por favor.

- Claro que te entiendo “pollito” pero ten presente que estamos así por ti y que en cuanto me des permiso, hablamos con todo el mundo.

La impotencia me embargaba, por un lado quería gritarle a todos, que nos habíamos enamorado y que queríamos pasar el resto de nuestros días juntos y por el otro lado, debía mantener en secreto esa historia, por la enfermedad de mi madre. La vida era demasiado injusta conmigo.

Al caer la tarde, tuvimos que despertar a la realidad, separarnos y regresar a nuestra vida habitual, el con su esposa, yo con la enfermedad de mi madre.

A las 2:00 de la mañana sonó mi celular, un mensaje de texto se asomaba en la pantalla, era Andrés.

**** Siento haberte despertado, pero necesitaba que supieras que voy rumbo a la casa de mis papás, después hablamos… No olvides que te amo***

No pude resistir la curiosidad y la preocupación por saber que había ocurrido, ¿porque había salido de su casa a esa hora? así que sin perder tiempo, lo llame.

- ¿Amor, que paso? ¿Qué significa ese mensaje, estas bien??- Mi voz se notaba nerviosa.

- Tranquila amor, no pasa nada malo, lo que sucede es que ya “exploto la bomba” Lo siento pero no pude seguir al lado de Laura, yo te amo a ti.

- ¿Qué paso? ¿Le dijiste de nosotros?

- Mmm no, lo que sucedió es que, por la tarde cuando nos separamos, llegue a casa con mucho calor y decidí meterme a bañar, al salir del baño, ella estaba en la habitación y me vio las marcas de las mordidas que me hiciste y se puso como loca, me dio una bofetada y me pregunto que que eran esas marcas, que si me había estado revolcando con alguna prostituta…

Lo interrumpí- ¿Y que paso, que le contestaste?

- Me quede callado, dejando que ella hablara todo lo que quería, pero como siguió diciendo groserías y se refería a la mujer con la que estuve como una golfa, una cualquiera de lo peor, no me pude contener y le pedí que no se expresara así, le dije que había estado con alguien que me daba lo que ella no y tuve que decirle la verdad.

- ¿Cuál verdad?- pregunte con incertidumbre

- Que ya no la amo y al tiempo que metía algunas cosas a la maleta…Le pedí el DIVORCIO…

viernes, 11 de febrero de 2011

¿Existe el amor?


Muchas veces me he hecho esa pregunta sin lograr hallar respuesta.

Dicen que el amor es sentir que te falta el aire cuando la otra persona no esta a tu lado, que tu mundo se quiebra como un cristal en mil pedazos, cuando tienes algún problema con el ser amado, que el tiempo se detiene cuando están juntos y que sientes que en el mundo no existe nadie tan único y especial que el “amor de tu vida”.

Debo confesar que empiezo a preocuparme, porque a mis 26 años, puedo decir que no he encontrado el “verdadero amor”. Nunca antes me había preocupado, la verdad no soy del tipo de mujer romántica por naturaleza, no espero a tener la cita perfecta y jamás he soñado con tener una boda, con un vestido de piñata, súper esponjado y mucho menos con un príncipe azul. Pero cuando miro a mi alrededor veo a mis amigas súper enamoradas, siempre ocupadas con el novio y sin tener tiempo para nada más que no sea su fabulosa vida romántica y me pregunto ¿ Seré yo la que este mal? No lo se…

Si bien es cierto que he tenido algunos novios y que en su momento han sido importantes para mí, que me he ilusionado y que he planeado cosas a futuro con ellos, no he llegado al grado de quererme suicidar cuando termino una relación, nunca le he rogado a un hombre que no me deje y siempre he sido lo suficientemente fuerte para no dar marcha atrás y aceptar las decisiones que tomo. Nunca he podido entender que alguien necesite de otra persona para poder ser feliz, para salir adelante, porque para poder “amar” a alguien, primero necesitas amarte a ti mismo y cuando eres dependiente de otra persona, no estas amándote.

Se acerca el día de San Valentín y será un día común y corriente, para mi el día del amor y la amistad es tan solo una fecha que como tantas otras han hecho comercial, la televisión, la radio, la prensa en general y los establecimientos. Los comercios ya empiezan a vestirse de rosas, corazones, osos y sin fin de cursilerías características de esas fechas, No considero que para manifestar el amor por alguien tengas que esperar una fecha determinada, el año tiene 365 días, ¿porque esperar a que llegue un mes y un día específico para demostrarle a alguien que es importante para ti? Para mi el único amor verdadero es el de un padre/madre por su hijo y viceversa.

No se, tal vez algunos dirán que estoy mal y que soy anti-San Valentín o tal vez alguien más piense como yo, ¿Quién sabe?

A veces cuando estoy sola en mi habitación, me pongo a reflexionar en el porque de mi pensar así, ¿será porque nunca he tenido un novio por decirlo de alguna forma “normal”? Con el que me divertía, vivía a kilómetros de distancia, el que vivía cerca me empalagaba, el que me empezaba a interesar, se hacia el importante y para el que babeaba por mi, me hacia la ocupada. El ser humano es tan complicado que jamás esta contento con las cosas que tiene y siempre esta en busca de algo más y yo no soy la excepción. No estoy cerrada a las posibilidades, simplemente no aguardo con ansias al sapo que se convertirá en príncipe, si se cruza en mi camino alguien que me haga cambiar la hipótesis, se los haré saber, mientras tanto seré feliz a mi manera. En fin, este 14 de Febrero próximo, tratare de no salir a la calle, no quiero arriesgarme a volverme diabética de tanta miel que derramaran las parejitas cursis, quien sabe, a lo mejor un día yo también este idiotizada y embrutecida por el néctar del “amor” caminando por las calles, tomada de la mano de algún espécimen, nunca hay que escupir hacia arriba, porque nos puede caer en la cara, , pero mientras ese día no llegue, disfrutare feliz la función del otro lado de la acera…

miércoles, 9 de febrero de 2011

Herencia Parte II

Mi tío insistió para que aquellas personas entraran pero un abogado de la empresa, lo hizo desistir al manifestarle que solo nosotros podíamos estar dentro ya que éramos las únicas que figurábamos en los registros de mi padre. Nos dirigimos a una oficina, donde comenzó a dar lectura del testamento, en el se estipulaba que a mi madre le correspondía el 50% del importe monetario que había dejado y a mi hermana y a mi el 25% (a cada una) sumando así el 100% y como anexo nos había dejado solo a Zoe y a mi, su plaza laboral, pero había un pequeño detalle, una cláusula especificaba que solo familiares varones podían hacer uso de esa plaza ya que en el departamento en que mi papá se desarrollaba no se permitía el acceso a las mujeres, por ser trabajo pesado. Así que o la vendíamos o la traspasábamos a algún familiar del sexo masculino.

Mi tío inmediatamente manifestó su molestia.

- ¿Cómo es posible que Javier le haya dejado algo a tu mamá?- Le pregunto a Zoe.- No puedo creer que me haya dejado sin nada, a mi que soy su hermano y que siempre vi por el cuando lo necesito.

Mientras el se expresaba, poco a poco mi paciencia, que no era mucha, se iba agotando, era lógico que solo hubiera asistido por el intereses económico que la ocasión le presentaba. Pero era el colmo, que hiciera evidente su maldita ambición. Estuve a punto de contestarle pero mi mamá me hizo gestos de que mantuviera la cordura y no cayera en el juego de la provocación. Trate de obedecer.

Tardamos alrededor de una hora y media dentro de la oficina, firmando los papeles necesarios y ultimando detalles con el abogado. Mientras tanto mi tío no soporto seguir dentro y salio muy molesto, tumbando cuanta cosa se interponía a su paso.

Al salir nosotras, pudimos ver que ninguno de aquellos personajes, incluido mi tío, se habían retirado. Al vernos, se levantaron del lugar donde se encontraban sentados y acudieron a nuestra presencia.

Mi tío inmediatamente expreso:

- Para mí que a tu papá ya no le dio tiempo cambiar su testamento, ¡es ilógico que a tu madre, le dejara algo y a tus otros hermanos nada! Pero ustedes le van a dar parte del dinero a sus hermanos, ¿verdad? Le tienen que dar la plaza a su hermano Javier.

(Hasta en ese momento me entere que el bastardo de mi padre, llevaba su mismo nombre)

No pude soportar más tiempo en silencio y estalle.

- ¿Pero que te sucede tío? ¿De donde has sacado semejantes ideas? ¡Claro que no les vamos a dar nada!, si mi padre no les dejo nada, por algo habrá sido y dudo mucho que no le haya dado tiempo cambiar su testamento si ese hubiera sido su deseo.- Mirándolos a la cara, con los ojos queriéndoseme escapar de sus orbitas proseguí, ya con un tono de voz demasiado fuerte y golpeado y una actitud prepotente y soberbia- ¡No vamos a darles limosnas que no se merecen, así que aquí se acaba el jueguito que querían iniciar, que les quede bien claro que no somos hermanos y jamás lo seremos, si los veo en la calle no los conozco y para que se vayan enterando la plaza de mi padre, la tendrá Irving, porque el si es mi hermano¡¡.

Mi tío interrumpió:

-¡Pero que te pasa niña, estas loca, a ver si ya vas aprendiendo modales, tu padre se avergonzaría de ti si viera como te estas comportando en estos momentos y si no le dan nada a sus hermanos, desde este momento olvídense que soy su tío!

Mi mamá y Zoe solo fungían como espectadoras sin decir una palabra. Sabían de sobra que el intentar calmar esas aguas, era ya imposible.

-¡Del que se avergonzaría seria de ti, que solo te mueve la ambición y el maldito interés por recoger la leña del árbol caído, si tanto quieres el dinero, pues quédatelo, regresa con el abogado y pideselo, a ustedes les hace más falta, porque no ocultan su hambre. A mi el dinero no me regresa a mi padre, pero bendito sea tuve uno que me amo, lastima que ustedes no puedan decir lo mismo¡

A partir de ese instante murió toda relación con la familia de mi padre.

martes, 8 de febrero de 2011

Herencia Parte I


En aquel instante, el poco respeto que sostenía el recuerdo de mi padre se disolvió en el viento, como cuando un niño sujeta con todas sus esperanzas un globo y otro niño lo empuja con tal fuerza que el globo se suelta y al pequeño solo le queda mirar al cielo, viendo alejarse aquel objeto.

Mi madre, mi insistió muchas veces en que no juzgara a mi padre, que el ya estaba descansando y que no pensara en cosas malas, que si el actúo de alguna manera contraria a mis ideas, por algún motivo habría sido, poco a poco me fui dando cuenta que mamá ya lo sabía y que jamás dijo nada, por no causarnos un dolor, no quise preguntárselo directamente porque hubiéramos entrado en una discusión sin fin y francamente mi instinto agresivo estaba sedado por la desilusión.

Mis pensamientos y sentimientos hacia mi padre, jamás volvieron a ser los mismos, cuando descubres que alguien te ha mentido, es muy difícil que vuelvas a creer en ellos, se abre la puerta hacia un abismo que es imposible volver a cerrar cuando eres una persona orgullosa y resentida como lo era yo.

Pocos días después del sepelio, recibí una llamada telefónica de mi Tío, me avisaba que la empresa en la que mi padre trabajaba quería vernos a mi mamá, a mi hermana y a mi, para dar lectura al testamento que ellos como empresa otorgaban a sus empleados. Sin más, nos despedimos y nos dirigimos al punto de reunión. Al llegar, oh sorpresa, mi tío se encontraba allí, esperándonos.

-Hijas, ¡como se tardaron!, tengo horas esperándolas- Nos expreso con cierta molestia y desesperación. Obviamente exagerando en su oración, puesto que no habría pasado más de media hora desde que nos llamo.

- Hay por favor tío, no inventes, que no es para tanto- Conteste yo impulsivamente- No sabíamos que tu también vendrías, ¿Por qué no me lo dijiste cuando me llamaste?

- Pues es que no iba a venir, solo que pensé que iban a necesitar tal vez, a alguien que las apoyara por cualquier cosa y heme aquí.- Su rostro esbozo una pequeña sonrisa hipócrita.

Y mientras el terminaba de decir estas palabras, salieron detrás de el, aquellos tres personajes que surgieron el día del sepelio. 2 mujeres y un varón que oscilaban entre los 25 y 30 años.

Su presencia me cayo como balde de agua fría, para serles sinceros desde que mi tío dio la noticia del engaño de mi padre, el también cayo de mi gracia, tanto tiempo con mentiras, sabiendo la verdad sin decir nada y ahora viendo que se había convertido en el protector de aquellos “bastardos” lo habían hecho el objeto principal de mis molestias, Sin poder articular palabra por la rabia que sentía en ese momento, entramos a las oficinas de la empresa, tras de mi venían los bastarditos de mi padre, y evitando que entraran, les cerré la puerta de la oficina, dejándolos fuera.

domingo, 6 de febrero de 2011

La más terrible de las decepciones


La gente comenzó a llegar y el lugar poco a poco se fue llenando, yo estaba como zombie, a veces recostada en el sofá, se me derramaba alguna lagrima recordando el pasado y otras veces tan solo me quedaba ida, mirando algún punto en el espacio. Al salir tratando de buscar un rincón en el cual llorar sin que nadie me viera, vi llegar a mi mamá del brazo de mi hermano. A pesar de asombrarme el que Irving estuviera ahí, sabiendo que en el batallón no les permitían salir, no pregunte nada, tan solo nos abrazamos sin decir nada.

Las horas transcurrían lentamente, es curioso como todos escuchamos hablar de la muerte todos los días y sin embargo creer que eso pasa en las demás familias y que nosotros tenemos un escudo que nos da la inmunidad al sufrimiento.

A pesar de ya haber afrontado la muerte años atrás, cuando el papá de mi hermano murió, no puedo asegurar saber a ciencia cierta que sentimientos internos se experimentaban hasta ese momento, en el que yacía mi padre en aquella habitación.

Por la noche la gente comenzó a retirarse, mis compañeros del trabajo llegaron cargados de cajas, traían pan, café, azúcar y demás cosas que se usan en aquellas ocasiones, logre esbozar una sonrisa al verlos, reconozco que el saberlos a mi lado, me hacia sentir que les importaba y que realmente podía decir que tenia amigos de verdad.

Nuevamente mi mente se queda en blanco, hasta en el momento en que comenzaron a llegar los autobuses que nos llevarían al cementerio, Zoe y yo nos subimos a la carroza fúnebre y todas las demás personas nos seguían rumbo a la última morada de mi padre.

Llegamos al lugar donde ya tenían lista la fosa en la que introducirían la caja, la gente comenzó a rodear la fosa y el padre inicio el pequeño sermón, de pronto, no se de donde, apareció un mariachi tocando una canción, no recuerdo cual era, pero al escucharla no pude soportar y comencé a llorar, mi hermana y mi mamá me abrazaron, entre el llanto y el bullicio, vi a dos mujeres, que abrazaban a mi tío al mismo tiempo que se arrodillaban y besaban el ataúd, un muchacho a su lado, las sostenía del brazo.

No pude reconocerlas y como no pude quedarme con la duda, le pregunte a mamá si ella sabía quienes eran, pero ella no me dijo nada. Así que decidía, me acerque a mi tío y alejándolo de aquellas personas, le pregunte:

-¿Quiénes son las mujeres que están contigo?¿Porque le lloran tanto a mi papá?

Su cara, notaba un ligero desconcierto, volteo a verlas como para asegurarse que no nos escuchaban y acercándose a mi oído, me contesto:

- Aquellas dos chicas que ves allá y el muchacho que esta de pie sosteniéndolas, mmm… También son hijas de Javier… Son tus hermanos!!!

Sin haber terminado aún el sepelio, sin voltear a ver a nadie y sin dar una explicación, me aleje de aquel lugar, acabando de experimentar la más terrible de las decepciones.

viernes, 4 de febrero de 2011

Aquellos ojitos cerrados.






Papá murió en plena madrugada, de un día frío de Octubre, el reporte del forense, manifestaba que la causa de la muerte había sido, una cirrosis hepática que desencadeno ruptura de venas y ocasiono que falleciera desangrado. Mi tío Carlos (su único hermano y con el que vivía) Lo encontró al regresar del trabajo, su cuerpo estaba en el piso, boca abajo, rodeado de un gran mar de sangre.

Aún no recuerdo que fue lo que hice después de escuchar la noticia de la muerte de mi padre, lo que puedo recordar posterior a ese momento, es que estaba en mi trabajo, junto con mi hermana, hablando con uno de mis supervisores, comentando lo que había sucedido y avisando que no me iba a presentar a trabajar, mis compañeros al verme, se me acercaron , curiosos de saber el porque de mi ausencia, pero no quise dar mas explicación que la que ya había brindado a mi jefe.

Al salir, ya nos esperaban en un auto, mi tío y mis dos primos, ambos mucho mayores que yo como por 12 o 15 años más. Nos dirigimos al trabajo de mi papá, para dar aviso de su fallecimiento y posteriormente nos llevaron a la funeraria, donde esperaríamos que nos entregaran el cuerpo de mi padre.

Mamá se había quedado sola en casa, por la debilidad que le ocasionaban los tratamientos de su enfermedad, no tenía fuerzas para andar en la calle y decidimos que se quedara reposando y que nosotras la mantendríamos informada de cualquier cosa.

No se, si por el shock que me provoco aquel suceso o por que la mente bloquea recuerdos dolorosos como instinto de conservación, pero no logro recordar muchas cosas, soy como un cassette pirata al que le intentan sobre grabar algo más y que obtiene como resultado partes en blanco y, las partes que se lograron grabar no se entienden del todo. Así quede yo, a mi memoria le faltan piezas para completar el rompecabezas de los recuerdos.

Tras largas horas de espera, me quede dormida por el cansancio, en la antesala de la funeraria, me despertó el murmullo de algunas voces, junto a mi, recostada en un sillón se encontraba profundamente dormida Zoe, me levante y me dirigí a la habitación continua para identificar de quienes eran las voces que escuchaba, con cuidado abrí la puerta y tres hombres estaban colocando sobre una base de metal, el ataúd con el cuerpo de mi papá, al verme agacharon la cabeza y se retiraron de la habitación.

En la funeraria quedamos solas mi hermana y yo, sumergidas en un lacerante silencio.

Con pequeños pasos temblorosos, mal definidos y las manos sudando frío, me acerque a aquella caja metálica que mantenía en cautiverio el cuerpo inerte de mi padre. Aún creo verlo como si hubiera sido ayer, su cara pálida, sus labios resecos fingiendo una leve sonrisa, su cabello blanco decolorado por el transcurrir de los años, sus manos entre lazadas, no recuerdo que vestía, pero nunca olvidaré aquellos ojitos cerrados, que esperaba con vehemencia me miraran, pero que en el fondo sabia… No se volverían a abrir jamás.

martes, 1 de febrero de 2011

Rueda de la fortuna


La vida es una gran rueda de la fortuna que gira sin cesar, algunas veces estas arriba, en la cima, sintiendo y disfrutando la adrenalina del momento y muchas otras veces, te encuentras abajo, con las nauseas y el vacío que te deja tanto movimiento, tanta agitación.

Mi rueda de la fortuna jamás se detenía y esta vez, no sería la excepción.

La felicidad había regresado a mi vida, sentí como si en el momento en el que Andy pronuncio aquellas palabras, le hubieran inyectado morfina a mi organismo y ya no sintiera más dolor, la tristeza que embargaba mi alma y manchaba mis días de gris, comenzaba a difuminarse tras los momentos tan especiales que tenia con el “Amor de mi vida”. Me sentía la persona más fuerte y optimista y mi relación con “Dios” regresaba a ser de Paz.

Con el transcurso de las semanas, mi madre regreso a sus sesiones de quimioterapia, fue programada y operada nuevamente, le extirparon el tumor y la mandaron a casa, con una fuerte dosis de medicamentos, que prometían aliviar su dolor, y con el pronostico favorable de los médicos. Ya no extrañaba tanto a Elio, o al menos eso aparentaba ante nosotros y su estado de ánimo era cada vez mejor.

La balanza estaba a mi favor…

Un día, como cualquier otro (eso creía yo) me desperté muy temprano para bañarme, arreglarme y estar lista a tiempo, por que me tocaba entrar a trabajar en el turno de la mañana. Mientras me arreglaba el cabello en mi habitación, escuche como tocaban la puerta principal, mamá que se encontraba en la cocina, preparando mi desayuno, abrió la puerta, a los pocos minutos, tocaron a mi habitación.

-¿Quién es?- pregunte en voz baja, para no despertar a mi hermana, que aún dormía.

-Yo mi amor- Contesto mi mamá, con un tono muy dulce.- Ábreme, necesito hablarte.

Sin cuestionar más, abrí la puerta con calma y le hice señas a mamá que entrara, ella sin dar un solo paso, movió su cabeza en señal de que saliera de la recamara, sin entender porque no quiso entrar, camine hacia ella y Salí.

-¿Qué pasa mamá? ¿Necesitas algo?

- Necesito decirte algo, pero quiero que lo tomes con calma corazón- Al decir estas palabras, se acerco más a mí y me tomo de la mano.

-¿Qué pasa, porque actúas tan raro? Me estas asustando.- Le pregunte ya en un tono menos tranquilo.

- Acaba de venir tu tío Carlos y me ha dado una terrible noticia y necesitas ser fuerte.

Y tras un instante de silencio y yo queriéndomela comer con la mirada, desesperada por saber que había sucedido, por fin continúo.

- ¡Tu papá acaba de fallecer!

Sin comprender el significado de lo que mi madre acababa de decir y sin poder articular palabra alguna, me apoye en la pared y comencé a sentir las nauseas y el vacío, que indicaban, que la rueda de la fortuna comenzaba de descender a gran velocidad.

sábado, 29 de enero de 2011

Su Confesión


Nos separamos instantáneamente al escuchar aquella voz y quisimos disimular que hablábamos al oído, pero fue imposible, Miguel, un joven que vivía cerca de nuestras casas, nos había visto en plena “acción”.

Andrés me pidió que me retirara del lugar sin decir nada y que lo dejara solucionarlo, así que sin más, detuve un taxi y me aleje.

Durante la tarde, estuve muy inquieta, esperaba lo peor y cuando me decidí a mandarle un mensaje para saber que había ocurrido, mi teléfono comenzó a sonar con insistencia, la pantalla mostraba un numero que yo no conocía, con cierta duda, porque no suelo contestar llamadas si el numero no es identificado, me decidí a contestar:

- Si, ¿bueno? ¿Quien habla?

- ¿Amor, eres tu?- Pregunto la voz del otro lado del auricular

- ¿Andy? ¿De donde me llamas, no reconozco el número? Le pregunte muy desconcertada, era muy raro que el no me localizara desde su celular.

- Te llamo desde la casa de mis papás, Hace un rato hable con Miguel y le pedí que por favor no dijera nada de lo que había visto, me dijo que no había problema. Pero como no supe si cumpliría con lo que le pedí, decidí venir a platicarle todo a mi mamá, para saber ella que me aconsejaba hacer.

- ¿Queeeee? ¿estas loco o que te pasa? ¿Cómo pudiste hacer eso, sin consultármelo?

Yo estaba en completo estado de shock, no sabia ni que decirle, si lo hubiera tenido de frente, juro que lo hubiera abofeteado del coraje, no podía creer lo que me acaba de decir, y escuchar que su mamá lo sabia todo, me ponía de lo mas histérica, ya que, a mi fabulosa “suegrita” no se le conocía precisamente por ser una persona muyyy discreta, si hubiera dispuesto de una maquina del tiempo, sin dudar la hubiera utilizado, pero ya no había nada que hacer, así que no me quedaba más que tranquilizarme, lo ultimo de lo que tenia ganas en esos tiempos era de discutir, no tenía fuerzas ni para eso.

- Amor, relájate, no pasa nada, mi mamá me prometió no decir nada, solo me dijo que lo piense bien, que no tire a la basura tantos años de felicidad con Laura, que ella me ama y que lo tuyo es solo una “ calentura” del momento. Pero después de expresarle todo lo que me haces sentir, no tuvo más que resignarse.

- ¿Y que es lo que yo te hago sentir?- Le pregunte, ya un poco más tranquila, la verdad, lo que opinará su madre me tenia totalmente sin cuidado, nunca había sido “santo de mi devoción”.

- ¿Te puedo confesar algo?- Me pregunto con cierta timidez.

- ¡Claro!- espere con atención lo que tenía que decirme.

- ...Yo...Te ¡AMO!!


Y trás un instante de silencio, sin más, colgó el teléfono.

jueves, 27 de enero de 2011

Alguien grito su nombre


¿Cómo? ¿Por qué a mí? ¿Qué estoy pagando? ¿Que más falta? ¿Qué te he hecho señor? ¿De verdad existes? ¿Quién de nosotros no ha hecho alguna vez estas preguntas? ¿Quién no ha sentido que su mundo se acaba? ¿Quién no ha maldecido al cielo y cuestionado que si Dios de verdad existe, porque nos deja sentir tanto dolor y sufrimiento? Yo si!!

La vida me llevaba nuevamente por caminos áridos y yo comenzaba a caminar descalza, los pedazos de cristal con que había logrado pegar nuevamente mi mundo, el destino acababa de tirarlos al suelo y aplastarlos como nosotros aplastamos con un zapato a las cucarachas, así me sentía, una cucaracha, una vil y asquerosa cucaracha que no sabe hacia donde escapar, hacia donde esconderse.

No podía creer que la vida se ensañara tanto con una sola persona, no podía creer que existiera tanto dolor, no podía y no quería creerlo.

Es curioso mirar y darse cuenta como de un abrir y cerrar de ojos, la vida cambia, en un instante estas, en el siguiente, ya no existes.

La relación con Andrés, la deje en segundo plano, no tenia cabeza para nada que no fuera mi mamá, vivía mi vida en el botón “automático”, comer, dormir, trabajar, comer, dormir, trabajar, ese era el proceso que el “botón” realizaba. No me interesaba nada, todo lo mande al caño.

No atendía el teléfono, no asistía a clases y si llegaba a asistir, mi cuerpo iba pero mi mente no.

Mamá nuevamente comenzó con tratamientos de quimioterapia, algunas veces se quedaba hospitalizada por que los medicamentos eran muy fuertes y algunas otras, tan solo le daban alguna pastilla para las nauseas y vómitos y la mandaban a casa.

Con el tiempo, mamá fue perdiendo el cabello y con eso, también fue perdiendo la alegría y vitalidad que había recuperado, ya no salía, ahora sus amistades venían a visitarla y por obvias razones yo me encontraba a Andy (como de cariño le decía a Andrés) muy seguido en casa.

Hubo ocasiones en las que Andrés subía al sanitario y yo estaba a punto de bajar, nos cruzábamos en las escaleras y sin decir más ni percatarnos si alguien nos miraba, nos abrazábamos y nos besábamos intensamente, mezcla de pasión y rencor comprimidos me impulsaban a actuar así. El siempre estaba para mi, en algún mensaje que me escribía, en alguna caricia, como diría Luis Miguel “por debajo de la mesa”, en alguna señal que me hacia saber que me quería y que no me dejaría sola. A veces se presentaba a escondidas en mi trabajo y mandaba a un niño, para que me buscara y me diera alguna nota de amor, otras veces se hacia pasar como cliente y me dejaba con alguna compañera una rosa, en fin. Tenia sin fin de detalles que me enamoraban más de el.

Una tarde, me fue a buscar al trabajo, yo no quería hablar con el, no tenia ánimos, era una lucha de sentimientos que no me dejaban amarlo libremente, a mi espalda ya le pesaba, venir cargando con las culpas del engaño y ahora se le aumentaba la loza del dolor de mi madre. Pero fue tanta su insistencia que no pude negarme, caminando por una calle que no es muy transitada, nos detuvimos, y ganándole a las palabras, llegaron los besos.

De pronto a lo lejos, alguien grito su nombre. Nos acababa de ver un conocido!!!

miércoles, 26 de enero de 2011

Etapa terminal.


Aquella tarde quedo sellado nuestro compromiso con un beso, el beso que me pareció el primero en mi vida sin serlo y experimente lo que para mi era en aquel momento “el amor verdadero”.

Los mensajes de amor, los encuentros a escondidas y los besos constantes no se hicieron esperar en el transcurrir de los días. El parecía un chiquillo y hasta podría atreverme a asegurar que estaba más enamorado que en su adolescencia, y yo no tenía punto de comparación en cuestiones amorosas y me sentía todo el día flotando en una burbuja de cristal.

Como no pude seguir callando esta situación, me arme de valor y una tarde estando en mi recamara con Zoe (mi hermana) me arme de valor y le confesé todo, aquella se puso como loca, me hizo evidente los detalles que hacían prohibida nuestra relación y me dejo muy en claro la diferencia de edades, ya que el tenía 27 y yo recién había cumplido los 18, decía que esto con el tiempo iba a ser un problema aunque nosotros ahora no viéramos excusa que valiera.

Zoe siempre fue mi mejor amiga, éramos confidentes de todo, nos cuidábamos, apoyábamos y nos dábamos consejos, aquellos que por cuestiones obvias no podíamos pedirle a mamá. Era lógico que no consintiera nuestra relación. Le escribí a Andrés, dándole el punto de vista de mi hermana y el solicito hablar con ella, no supe que se habrán dicho, pero después de aquella platica, Zoe se convirtió en nuestra aliada.

Una noche al regresar del trabajo, encontré la casa en un completo silencio, nadie se encontraba en ella y eso me preocupo, salí a buscar a mi mamá a donde creí era el lugar más probable que estuviera, la casa de “Mi tía Blanca”.

Al acercarme a la casa, pude ver a mi madre, se encontraba de espaldas, sentada cerca de la puerta, alrededor de ella, estaba Laura, Blanca y Andrés, al verme llegar, todos guardaron silencio, era evidente que querían disimular algo o evitar frente a mi, debatir algún tema de conversación.

- ¿Qué sucede?- pregunte con molestia, no podía creer que Andrés también me estuviera haciendo a un lado de aquella platica- Si quieren, me puedo retirar para que continúen hablando.

Laura intento fingir una risa, pero fue tan falsa que no se la creí y nadie le siguió el juego, permaneciendo en un silencio profundo.

Cuando mire a mi mamá, la vi llorando, me agache hacia ella y le pregunte:

- ¿Qué tienes mamita, porque lloras? ¿Te ha pasado algo, te sientes mal?

Sin saber porque y presintiendo algo terrible, mis piernas comenzaron a temblar discretamente, con desesperación tome sus manos y la mire, esperando una respuesta.

- ¡Elio se ha ido de la casa para siempre!- contesto ella con la voz entre cortada.

- Pues esa noticia es para que festejemos!- Dije yo espontáneamente- Vamos a marcar este día, como festejo nacional!!, ya era hora que se largara de una vez y nos dejara de joder la existencia. No estés triste mami, ya veras que esto es para bien, pero… ¿Por qué se fue?

La calma poco a poco regreso a mi y el vació en el estomago que momentos antes se había apoderado de mi, desapareció.

Todos permanecían en silencio, una parte de mi quería estar triste por mi madre, ser solidaria y respetar su tristeza y la otra parte quería saltar de gusto y felicidad, cuando ya me había dado por vencida de que ese parásito se largara, por fin había sucedido el milagro, pero algo no cuadraba en esa escena, ¿porque si para mi era todo alegría y festejo, para los demás era como si estuvieran en un velorio?

Por fin una voz rompió el silencio, Blanca- Se fue porque dijo que no quería cargar con ningún estorbo.- Después de hacer una pausa, continuo- Tú mamá fue al medico hoy a su revisión de rutina y…

- ¿Y que?- pregunte yo con insistencia.

- ¡Regreso el cáncer!- Contesto mi mamá sin dejar continuar hablando a Blanca- Y esta vez…En etapa terminal…

martes, 25 de enero de 2011

Nos Besamos...


Parece que es una ley natural, que cuando más esperas que llegue un día o una hora determinada, más tiempo tarda en llegar. Dicen que el tiempo es demasiado largo para aquel que algo espera, estoy totalmente de acuerdo.

Cuando por fin el reloj marcaba las 2 de la tarde, guarde mis cosas, tome mi bolso y Salí del aula como fugitivo al que persiguen para encarcelar.

Sentado en una banca del parque pude verlo a lo lejos. Respire profundamente y me aproxime hacia el, me miro, se sonrío, se levanto y me dio un beso en la mejilla.

-Hola ¿Cómo estas?- Dijo sin quitarme la mirada de encima, sus palabras denotaban cierto grado de nerviosismo.

-Bien gracias, bueno más o menos, para serte sincera me inquieto un poco tu mensaje, como te escribí, creí que ya nos habíamos dicho todo lo que nos teníamos que decir, pero ahora veo que no es así.- trataba de mantenerme calmada y no dejarle ver que yo estaba igual o tal vez más nerviosa que el.

Regreso a la posición en la que se encontraba en el momento que llegue y yo, para no parecer grosera, me senté frente a el, para poderlo ver y seguir con la conversación.

- Bueno comenzaré a responder tus dudas- dijo el- Supe donde encontrarte hoy, porque “mi madrina” platico el otro día a que escuela asistías, y yo al escuchar tu nombre y sin dejar ver que me interesaba mucho el tema de conversación puse atención a lo que decían. Los sábados no trabajo, pero para venir a verte, dije en casa que me habían pedido trabajar horas extras y poder salir sin limitación de hora.

- Veo que eres demasiado ingenioso para las mentiras, no se si felicitarte o comenzar a tenerte miedo- interrumpí yo. Mis palabras tenían cierto aire de sarcasmo.

El solo sonrió y continúo hablando, yo baje la mirada mientras lo escuchaba:

- Uno se las ingenia, para conseguir lo que quiere ¿no crees? Necesitaba verte para decirte que he estado pensando en todo lo que hablamos aquel día y que si deje de buscarte por algunas semanas, no es porque haya perdido el interés en ti, si no porque necesitaba aclarar mis ideas y tomar una decisión sobre lo que pensaba hacer, y déjame informarte que ya la tome.

Un silencio abrumador, frío y denso, envolvió la atmósfera, yo no sabía que decir y preferí guardar silencio, para indicarle que esperaba continuara hablando.

- He decidido separarme de mi esposa. Quiero demostrarte que de verdad quiero algo serio contigo y estoy dispuesto a luchar para conseguirlo y que me creas, siento cosas muy padres por ti y no voy a dejar pasarlas, ¿estas dispuesta a luchar conmigo?

Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, como cuando gritas en un lugar desolado, desesperado, esperando alguna respuesta, algo que te indique que no te encuentras solo en la incertidumbre de aquel paraje.

Si bien es cierto que en mis sueños, viví muchas veces ese momento, en la realidad no estaba preparada para reaccionar. Como pude, levante la mirada y me quede observándolo sin saber que decir, el tomo mi mentón con su mano fría, acerco su rostro hacia el mío, sintiendo su respiración en mi nariz y mi corazón latiendo a mil por hora…Nos besamos.

lunes, 24 de enero de 2011

Te veo más tarde


Cuenta la fábula del puerco espín que durante la edad de hielo, muchos animales murieron a causa del frío.
El puercoespín dándose cuenta de la situación, decidió unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. En esa elección me encontraba yo, abrazaba mi sueño con todas las fuerzas para mantenerlo vivo o me olvidaba por completo de el y lo dejaba congelarse en la nada.

El transcurrir de los días avanzaba sin novedad alguna, la gente iba y venia, las voces se disolvían en el viento y la luna y el sol, realizaban sus jornadas laborales sin interrupción.

Inicie otra etapa en mi vida, ingrese a la universidad en la carrera de Derecho, sistema abierto, estudiando solo los sábados, permitiéndome mantener mi trabajo entre semana en el centro comercial. Uno de los primeros sábados que comencé a asistir a la uní, estando en clase de derecho laboral, recibí un mensaje de texto:

**Hola xxxx Espero no molestarte, me gustaría hablar contigo.

Avísame por favor en cuanto puedas…Estoy cerca de tu escuela!!

Andrés.

Las manos comenzaron a temblar y sudar frío, los latidos de mi corazón se aceleraron y una sonrisa traviesa, se dibujo en mi rostro, me emocionaba saber que a pesar de lo que habíamos hablado en mi trabajo, el me seguía buscando y que no lo había espantado mi ultimátum, mi loca cabeza, comenzó de inmediato a generar teorías y la que más me agrado fue aquella en la que creía que si me buscaba sabiendo mi decisión era porque la había aceptado.

Deje pasar algunos minutos para contestar su mensaje, no quería hacerle ver que estaba a su disposición y tenia que hacerme “según yo” la difícil, la importante.

Cuando creí que ya había pasado el tiempo necesario, respondí su mensaje:

**Hola, me sorprende recibir tu mensaje por varios motivos ¿Cómo sabes a que escuela asisto, si tiene semanas que no conversamos? ¿No se supone que trabajas hoy? Creo que ya hablamos todo lo que teníamos que hablar y lamento desilusionarte, pero no creo sea posible vernos, estoy en clase y salgo hasta las 2 (eran las 10 am.). Lo siento.

No había transcurrido ni medio minuto cuando, la pantalla de mi celular plasmaba un mensaje entrante:

***Perfecto, te veo a las 2 de la tarde en la entrada de tu escuela, cuando te vea, te explico todo.

Suerte y pon atención a las clases. Besos.
Ahora fui yo la que no tardo en contestar:

***Mmm, no. No vengas hasta mi escuela, te veo en el parque de la esquina a las 2. Y que sea la última vez que me das una orden, no estoy acostumbrada a recibirlas y mucho menos a cumplirlas Ok!!

Aaah y deja de mandarme mensajes, así podré poner atención, nos vemos más tarde. Hasta entonces…